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viernes, 12 de agosto de 2022

04. Los viajes de primavera. Julián Rumbero

Se llamaba al hogar “Casa de Colores” porque Primavera transformó la soledad de un muro feote en una pared encalada. Allí, todavía sostiene las macetas de claveles, geranios y gitanillas.  Al ladito, en la sombra fresca de una higuera, dormitaba Patio, un mastín ya sin ovejas que guardar, cuando Leo trepó a su lomo, arreándolo.  El can lo volcó en el abrevadero donde se solazaban algunos sapos. Con el orgullo magullado por las ortigas, su abuela lo consoló con un cielo jaspeado de nubes, que los llevarían sobre la torre Eiffel o el coliseo romano. Si olían flores reptaban como lagartijas, y aseguraban haber llegado a las lavandas de Brihuega o al pie de los muros de la vieja Carcasona. Viajaron así mucho, sin salir de casa y con la inestimable ayuda de la biblioteca. Son los viajes de papel, le decía la mujer al niño.

En sus últimos días, la abuela rezaba la aparición de mirlos acuáticos, convencida de que así regresaría el agua pura. Murió recogida sobre la higuera, viéndola en las vísperas como la abrazaba con ternura. Pido perdón, había dicho.

Ese día, Leopoldo estiró su nombre y viajó hasta las cinco zonas azules, la calzada de los gigantes irlandeses, o las islas de Eolia, Babilaria o Shila, infestada de cocodrilos. Y le aguarda el País de los Miles de Sueños adonde sólo puede llegarse si se recita de memoria el poema de Lafontaine, La zorra y el cuervo.

Leopoldo viaja mucho, lee con voracidad y una libélula le asombra en cada aniversario de la muda de la abuela Primavera.


3 comentarios:

  1. Sin comentario para no romper el maravilloso encanto de la lectura de tu relato, Julián. Precioso regalo de agosto. Gracias

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  2. No me imagino una vida sin lectura, ni este blog sin leerte, Julián. Tu poesía es deliciosa, tus historias preciosas y esa forma de tejer imaginación y realidad es, sencillamente, una obra de arte. Un abrazo.

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  3. Que más puedo añadir a lo que han dicho Carmen y Rosa. Yo simplemente me he dejado llevar a través de ese universo mágico que has creado y ha sido un bonito viaje.
    Gracias Julian

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