Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

martes, 31 de mayo de 2016

03. Desarraigo. Belén Molina



De pronto me encuentro con mis raíces en el aire. Me han arrancado y me vapulean por todos lados hasta que  me embarcan.
Sin nada y con un mareo desnortado, tengo el alma en una cuchara a punto de entrar en la boca de la bulímica Europa.

lunes, 30 de mayo de 2016

02. Ida y vuelta. Santa

Pasó toda la noche llorando en el bus de vuelta. En Milán quedó el sueño de la primera copa.
A su lado dormía Ismael, más allá Enrique y Carlos… y Fele. 
- ‘Tendremos más finales y la próxima no se nos escapará’.- Dijo convencido Carlos con la botella de cerveza en la mano. Pero Iñaqui había gastado sus escasos ahorros en este viaje y en conseguir una entrada. Echó cuentas del tiempo invertido en el Vicente Calderón y en estadios de todo el País y parte de Europa; y no le cuadraron.
En Madrid, Mariví trabaja los fines de semana cuidando a personas con dificultades para valerse por sí mismas. Se saca un sueldecito a cambio de no descansar; poco a poco se ha enamorado de Eduardo. Le gusta su voz, cómo encadena las palabras… Aunque en su estado más que escribir; se las tiene que dictar.- ‘Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.’-  esa frase de un libro de Eduardo resonaba en su cabeza una y otra vez.
Cuando el bus dejó a Iñaqui junto al estadio, no le esperaba nadie. Iba a cambiar su vida. No más carnet de socio, ni tardes de soledad. ‘Se acabó el futbol ‘- le diría a su novia.
Al llegar a su casa, había una carta de despedida de Mariví explicando que se había enamorado de un tal Eduardo y no quería esperar más a que un día cambiase todo.
Iñaqui de metió en la ducha destrozado. Al salir, vio en el espejo su piel marcada con rayas blancas y rojas.

jueves, 12 de mayo de 2016

01. Búsqueda. Valentina Velázquez



Me busco,
y no me encuentro.
¿Cómo podré empezar de nuevo,
si amarillean las caricias,
los besos y las risas,
y el amor no enciende mis mejillas?

Busco,
y hallo entre los hombres, uno.
Uno que habla de amor;
uno que ama;
uno que ama después de haber amado.
Ese que no agotó sus caricias,
sus besos, sus lágrimas y risas.

Sigo buscando,
un hombre que no muera de felicidad;
que alivie el alma atormentada de un niño;
que vele la mirada quebrada de un anciano;
que siembre un campo de espigas;
amase el pan con sus manos,
y descanse a la sombra de un árbol.

Y al descansar recobro el sosiego,
los rayos del sol calientan mi pecho.
Reverdecen las caricias,
los besos, las risas,
y hay color en mis mejillas.

martes, 3 de mayo de 2016

En mayo: volver a empezar

Cada primavera las plantas brotan, se asoman a la vida después de que se calmen los temporales del invierno. Muy despacio, los árboles despliegan sus hojas intentando acaparar la mayor cantidad de luz solar y aumentan su frondosidad para proteger sus raíces. ¿Por qué no hacemos nosotros lo mismo después de cada invierno, de cada error, de cada duda, de cada enfado, de cada decepción? Ya conocéis la máxima de los mejores deportistas: o se gana, o se aprende. Y así hay que hacer: volver a empezar, saber brotar, inciar una nueva vida. 
Os invitamos a que nos contéis qué es para vosotros volver a empezar, cómo os gustaría iniciar una nueva vida, cuándo, con quién. Nunca es tarde, así que este mes no hay imposibles. Sólo tienes que mirar dentro. Mira cómo te lo cuenta el poeta Ángel Guinda:

Viaje interior

Fuera de ti no esperes encontrar
lo que dentro de ti nunca has buscado.
No es más hermoso el sol de otros lugares,
por lejanos que estén:
lo que importa es la luz que da vida a tus ojos.
No fatigues tus días
en recorrer países en busca de otros mundos.
No tardes en emprender el viaje a tu interior,
no vaya a ser que pronto sea tarde:
no estás de ti tan cerca como crees
ni es tanto el tiempo de que aún dispones
para descubrirte y conquistarte.