Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

viernes, 29 de septiembre de 2017

06. El recuerdo. Santa

"¿Cómo se llama el pintor de este cuadro?- No sé, respondió la joven.
Cerré los ojos y me dormí.  Estaba en una playa rodeada por acantilados de cien metros de altura. El sol estaba cubierto por nubes grises y oscuras. El viento en calma presagiaba tormenta. En una punta del acantilado cayó un rayo sobre un viejo castillo.
Intenté salir de allí pero la arena de la playa se hundía sin dejarme salir. Aparecieron un par de barcos con velas sin nadie en cubierta; grité y el eco devolvía mis palabras distorsionadas.
Empezaron a caer cuerpos desde los acantilados; hombres y mujeres que conocía:
El pescadero, la mujer de la oficina de Bankia, el hombre que pide en el semáforo, un compañero del trabajo, la doctora de mi madre, saltaban sin sentido como queriendo andar por el vacío.
Me lancé entre las olas para salvar a alguien, pero ellos flotaban con los ojos cerrados. Apareció una mujer navegando en una concha gigante con cara triste viendo los cuerpos flotar en un mar de colores ocres. Era Cecilia una chica con la que estuve saliendo un mes hasta que se fue de voluntaria a El Congo con Médicos del Mundo.
Me desperté y recordé el nombre del cuadro: ‘El Mar Encantado’ de Henry Arthur Payne.


martes, 26 de septiembre de 2017

05. Relaciones. Antonio López de Lerma

Se levantó y seguía encontrándose sola, después de la última conversación con su madre no podía creer que sus hermanos le dijeran que no sabía nada de la vida,  solo porque fue a la fiesta familiar con el vestido intencionadamente roto y según ellos, inapropiado.

Desde pequeña siempre fue independiente y desaliñada; al vestir,  lo primero era la comodidad y el contraste de colores. Después esa faceta suya la utilizó como seña de identidad, la sentía su bandera, incluso cuando iba a las payas nudistas, se anudaba en el tobillo cintas de colores para diferenciarse de los demás.

Ahora ella se decía que la búsqueda de la diferenciación le había llevado a esta soledad, que lo que en su día había sido natural, hoy es una pose forzada.

Encontró su cuaderno olvidado desde la adolescencia, lo abrió y leyó la última frase escrita, “posiblemente soy un círculo como otros círculos en un mundo circular dentro de un espacio lleno de esferas”; al leer la cita imaginó a su familia y amigos como círculos y se sintió parte de ese cosmos, cogió el teléfono y convoco a todos en su casa a la “Fiesta del color auténtico".


viernes, 22 de septiembre de 2017

04. Un oficio eterno. Julián Rumbero Castro

Hay oficios que se fueron. Su mirada perdida mientras ofrecía una copa y apretaba los dientes fue toda una revelación que el artista no pudo imaginar. Y sin embargo hoy se pasea en la playa un hombre enjuto con un botijo. La sombra oscura de su cabello y un tres cuartos de pana con muchos años de uso bajo el que luce una espléndida camisa de nieve, se dibujan cerca de la orilla con la frontera del mar y del cielo a su espalda.  Una joven que no pierde de vista las carreras de un galgo, disfruta de esa bondad y muestra su sorpresa. ¿Quien tiene sed en noviembre? Eso no importa pequeña, siempre necesitaremos beber y el aguador es como el mar que regresa siempre.

lunes, 11 de septiembre de 2017

03. Ese cuadro incierto que trae el otoño. Anabel Díez

Ese cuadro ocre que empieza a pintarse por los cristales de la ventana. Ese paño de vaho que mi aliento agitado borra y acelera mi corazón. Pensando que pronto tendremos nuevamente el otoño en casa. La sensación de que el sol nos abandona, que la luz de su ventana será más gris y que su cuerpo tal vez empiece a decaer como esas hojas del tilo que ahora comienzan  a cubrir el jardín. Miedo de mirar un nuevo oleo, después de un verano inquieto pero plácido, teniendo todavía su cuerpo vivo e ilusionado, arrastrando sus pies hacía ese sol del verano, hacía esa sombra llena de zozobra bajo la sombrilla, en esas sientas donde su cara tibia se adivina feliz. Dichoso cuadro el que empiezo a vislumbrar por la ventana. Quiero seguir viendo colores, luces, risas, voces y sol. Pero hoy por desgracia, solo veo un abrigo de miedo que al compás de ese otoño venidero y que pinto triste, se está empezando a apoderar de mil. Dichoso cuadro, el que veo. Ojala sea una ceguera prematura y pasajera, que intenta arruinarme  lo que queda del verano, jugando con mis ilusiones...

02. Tormenta de hielo y fuego. Valentina Velázquez


Quise huir de la tristeza, que como remolinos ciegos me arrastraban hasta un cielo de azules violentos, pero sembrado de estrellas tan brillantes que, en su resplandor, veía reflejada mi fortaleza. Seguía contemplando el firmamento. La estela que dejaba algún cometa se me antojaba como la huella del recuerdo que seguía martilleando en mi cabeza y, aunque me escondiera, los pensamientos negros se elevaban como un ondulante ciprés hacia el terrible cielo nocturno. Llegué al pueblo, sudando mis penas por las infinitas montañas, en aquella tormentosa noche; me guio la alta torre de la iglesia hacia la puerta de mi casa, que seguía abierta. Entré y lo abracé, su calidez me hizo sentir bien: hablamos, reímos, lloramos; se derritió el hielo adosado a mi cuerpo durante tantos años con el calor fraternal y luminoso de la chimenea. Algo me decía que la tormenta de hielo y fuego se pasaría…

 Noche estrellada. Vicent Van Gogh

viernes, 1 de septiembre de 2017

01. Los dientes del hambre. Rosa Molina



“Malos tiempos nos han tocado vivir, hijo. Esta maldita guerra y la terrible sequía, nos han secado hasta las lágrimas. Mira las ovejas, parecen alambres lanudos. ¡Y gracias que nos quedan estas pocas! Las subiremos a los prados altos de Cazorla, a que engorden” me dijo. Salimos de madrugada, levantando polvo, subiendo caminos que bordeaban, como muelles, las empinadas laderas, con la boca seca, sin ganas de nada, solo de vivir y llegar. Al olor de los verdes prados las ovejas apretaron el paso y los perros las rodearon para juntarlas. Ayudé a mi padre en dos partos; aprendí, por el ladrido de los mastines, si merodeaban zorros o lobos; observé cómo vuelan las águilas cuando acechan a los corderos. Vino mi tío, que vivía escondido en la sierra. “¡Estás hecho un hombre!”, dijo abrazándome y me regaló mi primera navaja. Fue la única vez que vi llorar a mi padre.

Con las primeras lluvias iniciamos el descenso, nosotros por las trochas, las aguas por sus cauces. Al llegar vi a mis amigos en el río y, rápidamente, saqué mi navaja para afilar un palo. Se quedaron ojipláticos. Les saludé, pero seguí caminando, pues ahora tenía obligaciones que cumplir. 

 Rosa Bonheur. Serie: pastores


Septiembre: mira un cuadro e inventa una historia




Vamos a olvidar eso de que hay que volver a la normalidad, a la rutina, a las tareas de siempre; vamos a dejar de pensar en las vacaciones que se acaban de terminar; vamos a ser positivos, esa actitud que nunca, nunca, debemos abandonar. Y para eso, ¿qué mejor que la imaginación?

Este mes os proponemos doble tarea: busca un cuadro e inventa una historia que gire alrededor de él, que la veas encerrada en el marco, que se mueva entre las pinceladas. Si envías el cuadro, lo publicamos junto con el microrrelato, así es más fácil. Si no es posible, dinos qué cuadro y autor has elegido e intentamos buscarlo.

El tema, como siempre, lo eliges tú. Nosotros nos limitaremos a disfrutar de lo que tu imaginación te dicte. Y no te preocupes que aquí nadie juzga, sólo estamos para dejarnos llevar y mecernos con tus letras. Por si te sirve de ejemplo, ahí dejo mi propuesta: sobre un cuadro de Rosa Bonheur, una pintora que me encanta, he inventado una historia que me recuerda a las que me contaba mi abuelo, y he aprovechado para sentirle cerca de nuevo.

Así que da un paseo por un museo o tus recuerdos y elige una historia pintada. Aquí te esperamos, deseando leerla.