Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

lunes, 27 de diciembre de 2021

08. Retrato de un error. Alicia del Caz

 Tras calzarse en el pasillo, ya a punto de salir de casa, se fijó en el retrato. Hacía tiempo que no le prestaba atención; las cosas habituales, integradas en el decorado de la rutina, pierden, en cierto modo, su existencia. Era paradójico que, precisamente hoy, se fijara en la foto de la boda. La cogió, observó su sonrisa ante la cámara y recordó que no salió espontánea; días después, junto al fotógrafo, rechazaron otras tres por su seriedad, ¿no se suponía que era un día lleno de felicidad? Ahora era consciente de que, quizás, algo presentía. Escuchó el despertador, el sonido venía de la habitación de invitados, él llevaba un año y tres meses durmiendo allí. Dejó la foto de cara a la pared y salió de casa, prefería no cruzarse con él hasta llegar al juzgado.

Cuando se ajustaba la corbata en el espejo del pasillo le extrañó ver el reverso del marco. Al darle la vuelta se detuvo a mirarlo, le vino a la memoria el peso del traje de pingüino, y el peso de su vida desde entonces. Ahora veía una señal que no supieron interpretar en la nevada del día siguiente, fueron días fríos que precedieron a un temporal mayor. Miró el reloj, tendría que darse prisa, hoy arreglarían aquel error.

martes, 21 de diciembre de 2021

07. El día de las hojas. Santa

Te dejo este mensaje antes de partir hacia donde me lleve el viento.

 

Sé que estamos a unos minutos de distancia, casi a la vista y que nos apreciamos mucho. No podría despedirme cara a cara.

 

No sabía ni yo misma la fecha de partida, pero debo seguir lo que me pide el corazón.

 

Voy a dejarme llevar como han hecho muchas antes. Estoy un poco aburrida del Mindfulness, del trabajo, del gimnasio, de los niños, de los cumpleaños, de poner lavadoras y luego tender por los radiadores la sequedad de mis lagrimas, de soñar después de ir al cine con encontrar en Tinder algo que no existe, de no escuchar la música que me gusta, de domingos llenos de soledad estando acompañada; necesito que la vida me haga el Amor.

 

Igual acabo en el polo norte rodeada de pingüinos mirándome sin saber que hacer. Total, aquí me pasa cada día. Necesito una nevada como la de Filomena pero que la nieve sea de felicidad y que, aunque se derrita; la haya sentido caer y acariciar cada centímetro de mi piel. 

 

Espero aguantar el invierno que asoma las orejas. Espero vencer la fuerza de gravedad de tantos recuerdos. Voy ligera de equipaje. Es Otoño; el día de las hojas.

lunes, 20 de diciembre de 2021

06. El frío. Rosa Molina

Papá, ¿qué es el frío?, preguntó un pequeño pingüino. Su padre, extrañado, miró la nevada planicie, el océano rugiente, el iceberg a la deriva. Todo normal. No sé, dijo, no sé qué buscar.

Se lo preguntó a una foca que, aturdida por la siesta, farfulló que nunca había visto ni comido tal cosa. Tampoco sabían las gaviotas, los leones marinos, los petreles. Un albatros, curioso, le preguntó que dónde había oído esa palabra y él contestó que a unos hombres que bajaron de un barco y dijeron: ¡Uffff, qué frío! y se marcharon corriendo aunque nada les perseguía. ¿Es un fantasma el frío?, le preguntó y el albatros se rio a carcajadas. Nos vamos de viaje, le dijo y, agarrándole con sus enormes patas, le llevó al desierto de Atacama. El pingüino rompió a sudar. El suelo ardía, la sed y el sol abrasaban, el mar no existía. Por no haber, no había ni sombra. Esto es el calor, dijo el albatros, lo contrario, es el frío. Y volvieron a casa.

El pingüino atravesó alegremente la gélida ventisca que se había desatado, y dijo muy contento: papá, papá, ya sé qué es el frío. El frío es ser feliz porque no sudas. 

05. DimDim. Julián Rumbero

Caminaba con mi sombra y vi una gaviota picoteando una botella de cristal. Alguien preguntó. ¿Contendrá algún mensaje? La rescaté de las rocas y descubrí un rollito de primavera, más largo y flaco. Pude extraerlo con una horquilla que una mujer me prestó. Sus cabellos cobrizos se deslizaron sobre su cuello de garza, el pelo sobre su piel formaba un hermoso paisaje. Desmelenada, me pidió que leyera y obedecí pues, haciéndolo, sospeché que me regalaría de nuevo su voz graciosa.

Leí.

Joao tiene un don: habla con el mar. Se agacha en la orilla e inclina su cabeza para que sus orejas como caracolas escuchen mejor las voces del océano. Cuando le dijo que soñaba con contemplar una nevada, el mar le regaló una voz blanca vestida con un gabán negro. Estaba medio muerta y tendida en la playa de Provetá. Al pingüino de Magallanes lo llamó DimDim porque siempre es más fácil curar a alguien si tiene nombre. 

Meses después, ya curado, el pingüino desapareció, pero Joao dijo: “Volverá; DimDim es como el mar, regresa siempre “.

Así fue, y ya son años yendo y viniendo. Yo también creo que la felicidad es eso: el instante cuando el mar te habla, el momento en el que socorres la vida de un pájaro, la risa de los niños cuando DimDim regresa.

A ti, que ahora lees estas palabras, te pido que me ayudes a compartirlas.”

La mujer se recogió sus cabellos y mientras cumplía el ruego me regaló su nombre. 

FELIZ NAVIDAD

25 imágenes para felicitar la Navidad por Whatsapp

Todos los que hacemos posible este blog os deseamos una muy feliz Navidad. Esperamos que vuestra vida se ajuste a vuestros deseos,  que vuestros deseos se ajusten a vuestros sueños y que vuestros sueños se hagan realidad. No olvidéis que los sueños son los renos de nuestra vida, por eso hay que ajustarlos a la realidad pero sin aprisionarlos a ella, dejándoles espacio para que vuelen, floten,  corran, rían.

Esperamos que el año que viene sea, otra vez, el mejor año de vuestra vida. Tenemos obligación de mejorar, en eso consiste esto de vivir.

Un abrazo para todos. Nos leemos.

04. Tres celebraciones para un 25 de diciembre. Carmen Cardeña

Al abrir la puerta del frigorífico me saludó desde el segundo estante. Estaba apostado delante de una espléndida tarta de merengue con florecillas rosas a su alrededor. En los estantes inferiores estaban ordenados varios tappers y platillos de entremeses, croquetas de jamón o bacalao, huevos rellenos, queso, aceitunas, pepinillos agridulces, ensaladilla y un par de tortillas de patatas. En el estante superior bebidas de todo tipo y color.

Mi amiga Paula cumplía 41 años y aún le gustaba celebrarlo y con comida abundante . Todas bromeábamos con ella diciéndole que la merienda no era para las invitadas sino para toda la semana. Es de cajón que la tarde del 25 de diciembre era imposible engullir todo aquello.  Paula era así. Le gustaban los días señalados y por eso nació el 25 de diciembre fun, fun fun .

En fín, que el susodicho me saludó cuando fui a coger una cerveza para amenizar el tiempo de espera hasta que llegara el resto de invitadas.

 Él, rodeado de tanta delicatesen parecía el primo hermano de algún Liliputiense. Aunque su pico anaranjado le ocultaba la sonrisa, sus ojos eran la viva imagen de la felicidad. Vestido con su frac impecable cualquiera diría que le tocaba ir de boda, tal vez la suya. Si fuese así, meteorológicamente no era un buen día pues fuera la nevada era monumental. A decir por su compostura el pingüino no tenía prisa por llegar a sitio alguno. Más bien se diría que esperaba que llegase la novia.

viernes, 17 de diciembre de 2021

03. Sesenta anillos de madera. Antonio Nieto.

Un frío día de invierno, mi padre y yo plantamos un pino joven en un terreno que hacía poco habíamos adquirido. Aquello representaba la primera piedra de un sueño que, años más tarde, terminó convirtiéndose en realidad.

Yo estaba en la edad del porqué; así que el me respondió que poner un árbol como aquel sería algo muy valioso en mi vida. “Por qué, repetí”

  • “Mira hijo, los árboles son los seres más sabios del mundo; porque cuando se cruzan sus raíces se pasan información. Viven cientos de años y al llegar a la edad de adultos son fuertes, ilustrados, sensibles…”
  • “! Pero no pueden hablar, así que más me da!”, exclamé.
  • “Cuando me haya ido y te encuentres en dificultad, rodea esté árbol con tus brazos y cuéntale tus problemas; ya verás como te aconsejará bien”

El pino formó con el tiempo 30 anillos en su tronco y comencé a abrazarlo y a contarle todo lo importante de mi vida; sentía su sabia corriendo por mis venas y me calmaba.

A esos 30 anillos se añadieron treinta más y sucedió que, un gran temporal llamado Filomena, depositó tanta nieve en sus ramas que arrancó gran parte de su ramaje.

Volví a arroparle con mi cuerpo y experimenté su dolor por sus “brazos” destrozados. Entonces sorprendentemente escuché “GRACIAS”. Pensé que aquello era producto de mi imaginación, pero en aquel momento se acercó Kino, levantó su pata derecha posterior y echo una gran meada en el tronco del árbol. “¡KINO, GUARRO, ¡VETE A MEAR A OTRA PARTE!, apareció de nuevo la voz.

No he vuelto a oír nada desde entonces, pero mi perro hace sus necesidades ahora en un pequeño ciruelo.

lunes, 13 de diciembre de 2021

02. Los años pasados, venideros y perdidos. Gema Herráez Peñas

             Llegaba el 2022 y el 2021 se sentía triste como un pingüino sin una nevada. Se resistía a tener que marcharse al país de los años pasados sin haber conseguido demostrar de lo que era capaz. Cuando se estrenó sus intenciones eran ambiciosas. Darle a la gente todo eso que piden cuando va a comenzar un nuevo año: felicidad, prosperidad y, sobre todo, salud.

            ¿Que pensarían de él cuando le recordasen? ¿Que no consiguió sus objetivos? ¿Que repitió los errores de su antecesor, el 2020? Se preguntaba una y otra vez que podía hacer con tan poco tiempo como quedaba para dejar huella y perdurar en la memoria de todos los que habían depositado en él sus esperanzas, sus ilusiones, su confianza en un año mejor.

            Solo se le ocurrió una cosa: entrar en el almacén de los años venideros y coger el traje del 2022. Se cambiaría rápidamente el día 31 de diciembre a las 12 menos 1 minuto de forma que nadie se diera cuenta. Un año más le daba la oportunidad de desplegar toda su maestría. Se iba a emplear a fondo esta vez para conseguir hacer realidad todos esos deseos incumplidos. Y sobre todo se iba empeñar en uno, la salud, aunque procuraría también proporcionar felicidad.

            Cuando llegó el fin de año un desconsolado y desnudo 2022 tuvo que quedarse en el almacén de los años pedidos.

sábado, 11 de diciembre de 2021

01. Navidades particulares. Margarita Dacal

Eran unas navidades atípicas, con confinamientos, restricciones, un virus que deambulaba por las calles, e impedía hacer planes, con la familia, y los amigos. Pero, Mireia y Salomé, hermanas gemelas de 12 años, y con la ilusión y la magia, que en estas fechas, sobrevolaba e inundaba cualquier estancia, con luces, guirnaldas, y acebos. Después de merendar, un riquísimo bocadillo de nocilla, y sin poder salir a jugar, decidieron sacar toda la colección de bolas de nieve, que poseían. Las colocaron todas juntas, encima de la mesa de castaño del comedor, y las movieron todas a la vez, el espectáculo era dantesco, sus caritas de felicidad, eran envidiables, y la imaginación comenzó a hacer de las suyas. Cada bola, era diferente , con osos, pingüinos, papá Noeles, trineos tirados por renos, que bailaban bajo los copos, como si estuvieran en una fiesta navideña, en la que los animales reían a carcajadas, y hasta dirían qué hacían ojitos, entre ellos. Y no se equivocaban, porque de allí salieron varias parejas. Cuando se dieron cuenta, ya era hora de la cena, y la madre con un chillido, les alertó para que recogieran las esferas y volvieran a la realidad.

jueves, 2 de diciembre de 2021

Diciembre: nevada, pingüino, felicidad

Empezamos diciembre el mes más frío y festivo del año. El mes en el que cosemos las ganas de terminar con las malas costumbres con el inicio de nuevas costumbres sanas.  El mes en el que combatimos el frío con fiestas por doquier con familiares, amigos, conocidos, compañeros. ¡Qué más da lo que haya que celebrar, el caso es celebrar!

Aprovecho para daros las gracias por estar aquí dentro, escribiendo; ahí fuera, leyendo; alrededor, apoyándonos. Gracias por hacer de este espacio TU espacio, por hacerlo importante con tu presencia. 

Deseamos que terminéis el año con sabiduría y empecéis el siguiente con pasión, porque de eso va la vida.

Mario Benedetti lo dice mucho mejor que yo. Aquí os dejo un poema suyo.

No te rindas

No te rindas, aun estas a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.