Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

miércoles, 30 de diciembre de 2020

10. Cruce de estrellas. Valentina Velázquez Hontoria

Era fácil sentirse deslumbrada por ella, yo la miraba y me quedaba con la boca abierta; luego me veía a mí y…, bueno, no me veía, sencillamente no me veía. Mariana, mi hermana, era la estrella, allá donde íbamos, triunfaba: elegante, lista, ocurrente, guapa, lo tenía todo; yo era como el patito feo, siempre detrás, a su sombra: me fijaba tanto en ella que casi desaparezco. 


Un día decidí liberarme de su presencia, siempre he sido un poco drástica en mis decisiones: cuando algo me preocupaba, buscaba una solución que me permitiera explorar otros caminos. Empecé a estudiar Bellas Artes; cambié mi vestuario, al principio punk, pero luego derivó en un hibrido entre hippy y punk; solía ir a conciertos y conferencias que parece que sólo me interesaban a mí. Así que empecé a ser la rara, la extravagante, y mi familia terminó por dejarme en paz. En plena crisis existencial, buscaba inspiración en todo lo que fuera contrario a ella porque me parecía banal y conformista. Conseguí descubrirme, reconocer la luz que había en mí, mi singularidad, y también la de mi hermana. Sentir un puntito de dolor y no sucumbir a él me convirtió en otra estrella, nueva y reluciente.

lunes, 28 de diciembre de 2020

09. Lecciones desde la NASA. Rosa Molina

Cuando una estrella agota su combustible nuclear, su parte central se contrae y su estallido origina una onda que arrastra consigo la materia estelar. Así explota una supernova.

 

Mi primera supernova la vi de pequeña, en la cocina de mi casa. Fue el día que a mi madre se le agotó su paciencia, que también era nuclear, acorraló a mi padre en un rincón y le dijo, en un estallido descomunal, mira, ya no puedo más, no soporto otra borrachera, ni un grito, ni tus broncas por nada y aunque no tenga dónde caerme muerta, y sea una inútil, como te gusta decirme, debo hacer lo más importante, ser un ejemplo para nuestra hija, quiero que aprenda que, cuando es necesario, se puede y se debe cambiar de vida.  

 

Y la onda expansiva nos arrastró a casa de mi tía María. Así aprendí que, para ser quien eres, a veces hay que deshacer tu mundo.

 

De mi padre no he vuelto a saber nada. De las estrellas lo sé todo. Sé que evolucionan pacíficamente durante millones de años, y que nunca, nunca, merece la pena agotar su paciencia. 

 

sábado, 26 de diciembre de 2020

08. Ha nacido una estrella. Alicia del Caz López

         El martes Elena llegó a casa después de la academia de inglés, subió las escaleras a saltos y abrió la puerta canturreando. Soltó sus cosas en el pasillo y, ya en el baño, subió el volumen de su canto mientras bailoteaba y preparaba las cosas de la ducha.

         Óscar le gustaba desde principio de curso y, tras casi un mes planteándose decírselo, se había decidido el último día de clase antes de Navidad. Pensó que si la decía que no y hacía el ridículo como tanto temía, tendría las vacaciones por delante antes de verle de nuevo en el instituto. Pero nada de eso ocurrió y ahora era capaz de comerse el mundo mientras sentía aún en su boca el sabor de la de él.

         Se metió bajo el agua caliente cantando a Kase O. a voz en grito, con la alcachofa de micrófono, la chulería que da el rap y la energía de su triunfo. Cuando cerró el grifo descubrió lo finos que eran los tabiques al escuchar los aplausos y las risas de sus vecinos al otro lado de la pared. Por unos segundos, tapó su cara avergonzada con las mangas del albornoz, pero inmediatamente se repuso, pulsó la flecha de “siguiente” en Spotify y respondió a los aplausos con un bis para despedirse de su público.

lunes, 21 de diciembre de 2020

07. Eris. Santa

         Había pasado el confinamiento buscando en paginas web al hombre de su vida. Tras contactar con varios candidatos, tomó la decisión final.

 

         Un viernes sonó el timbre de su casa, aún seguía el toque de queda por cuarto mes y no parecía tener fin esta soledad que la estaba volviendo loca.

 

          En la puerta, sin moverse, apareció Eris. Vestido únicamente con un pantalón corto. No pudo calcular su edad, escondida en un cuerpo de proporciones áureas. Misterioso, como un retrato de Dorian Grey. 

 

         Lo pasó al salón, se miraron, y sin dar tiempo a más acabaron en el sofá. No hubo palabras; solo jadeos hasta el éxtasis final.

 

         A sus cincuenta tres años, Nashira, había recuperado el brillo perdido en la soledad de su vida. 

 

         Se dio por vencido al virus y tuvo que viajar promocionando su última novela: ‘Amor en tiempos de pandemia’.

 

         De vuelta, ya en casa, Eris la esperaba impasible. Cogió en brazos a su amante y lo tumbó en la cama, deseando volver a saciarse con su cuerpo.

 

         No funcionó, la batería estaba descargada. Aprovechó para ducharse. La cara de silicona de Eris, mantenía una sonrisa pícara. Mientras se cargaba, sus ojos verdes brillaban viendo desnuda a Nashira.

 

miércoles, 9 de diciembre de 2020

06. Hoy nace una estrella. Lina Eusebia Albornoz Chirinos

EN LA SIERRA, VIVíA MATEO, QUE TENíA COMO AMIGO A UN PATO, LLAMADO LUCAS.

CIERTO DíA LUCAS EMPIEZA A CANTAR CUA CUA CUA CUA CUA CUA … 

LA GENTE DECíA QUE ESTABA MALITO PORQUE HACíA ESE SONIDO.

MATEO LES DECíA A TODOS QUE LUCAS CANTABA DE ALEGRíA, DE ESPERANZA EN UN MUNDO MÁS HUMANO,  DONDE EL HOMBRE BRILLE CON UNA LUZ PROPIA, YA QUE HOY NACE  EL NIÑO DIOS QUE VIENE A ILUMINAR EL CORAZÓN DE TODA LA HUMANIDAD,  CON FE, PAZ, SALUD, DAR Y RECIBIR, UNIÓN, VIDA, AMOR Y FELICIDAD.

ASI MATEO Y LUCAS IBAN POR LAS CALLES CANTANDO, CUA CUA CUA, CUA CUA CUA, CUA CUA CUA …

ALEGRAOS TODOS LOS HOMBRES, YA QUE HOY MACE UNA ESTRELLA.

FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO 2021

martes, 8 de diciembre de 2020

05. Una estrella para el abuelo Juan. Julián Rumbero

Hay promesas que no se pueden cumplir. Por ejemplo, extender una alfombra hasta la Luna y una tarde irse allí a zamparse una merienda. Todo el mundo sabe que, a causa de las leyes de la gravedad, los bocadillos echarían a volar. 

Las promesas hay que intentar cumplirlas, decía el abuelo Juan, así que cuando la abuela Estrella se fue, y Juan dejó de hacer promesas que convertían los ojos de la mujer en bombillas porque le iluminaban la cara, su nieto decidió que ya era hora de empezar a prometer cosas además de las tareas escolares o cepillarse los dientes.

El niño prometió que traería una estrella. Su plan era muy sencillo. Buscaría una caracola lo bastante grande para acogerle. Luego se haría amigo de un cangrejo ermitaño porque, según mamá, son seres muy capaces para cumplir promesas. Y, por supuesto, le pediría consejo al tiburón ballena que tiene la espalda moteada de estrellas, una historia que papá le contaba con frecuencia. 

De esto hace ya mucho tiempo. En la actualidad Gabriel es piloto de batiscafos. En casa conserva una maqueta del primero que tripuló. La llama Caracola. Y en cuanto a las estrellas, siguen todas en el mar. Al abuelo Juan, el plan de Gabriel le pareció siempre una linda y suficiente estrella.

04. Levedad lechera. Antonio López de Lerma

Caminando por la plaza mayor, bueno, caminando, no sé, más bien estaba flotando en mis pensamientos, cuando la puntera del pie derecho se engancho en un pequeño reborde de la baldosa.  

Mientras mis pies se movían descontroladamente y el resto del cuerpo los seguía,  intentando evitar el golpe,  pensaba, que leche me voy a dar y seguro que veo las estrellas,  y recordé que la Vía Láctea tiene más de 10 mil millones de estrellas, el Sol es una de ellas y no de las más grandes, y 200 mil años luz de diámetro, es la leche; que nombre más curioso el de vía, es como una línea de aprendizaje o desarrollo; no nos acordamos pero cuando nacemos tenemos una fuerza interior que nos hace tomar como vía alimenticia la vía láctea; por eso en esa época de nuestra vida es la de mayor experimentación y aprendizaje, cada momento es único, no comparamos,  y el asombro está en todo instante en nuestra mirada, es lo que la naturaleza nos pide, después que si la osa mayor, la menor, ponemos nombres a las cosas y creo ilusamente que lo controlo.

Un dolor de cabeza me saca de los pensamientos, primero me parece estar en un quirófano, no, las mascarillas son de distintos colores y están a la distancia de seguridad, estoy sentado en el suelo apoyado en la farola en la que seguramente aterricé.

Desde entonces miro al cielo como si fuera la primera vez y cada día tengo más presente la sensación del bebé que fui y retomo mis ganas de descubrir. 

03. Nuevas estrellas. Antonio Nieto

Hace ya unos años que, a Rosa Molina y a mí, se nos ocurrió crear este espacio de adElamicro para un grupo de estrellas que sentíamos se asomaban tímidamente a la escritura. Aquellos primeros astros luminosos, como fueron:  Vicky, Juanjo, Valentina, Jesús, Gloria…que, a pesar de sus dificultades aparcaban por un momento la ELA, nos obsequiaron con unos relatos llenos de sentimientos, imaginación y poesía, los cuales dejamos plasmados en un par de libros para la eternidad.

 

Recuerdo con cierta nostalgia, el primer cuento de Juanjo titulado “El arbusto que quería ser árbol” y que escribió palabra a palabra con sus ojos. E, igualmente, el de Gloria “Desde mi burbuja”. Algunos de aquellos primeros seres siderales hoy brillan en el firmamento como estrellas de primera magnitud, y que algunos llaman: Sirius, Betelgeuse, Antares o Vega…

 

Ahora, siete años después, aparecen otras tímidas estrellitas lideradas por nuestra Valentina, la estrella Polar, que nos deleitan con sus creativas narraciones, repletas de luz literaria. A todos vosotros/as, Rosa y yo, os agradecemos vuestro esfuerzo y os deseamos que sigáis iluminando este espacio de fantasía e ilusión. Ahora más que nunca, necesitamos esos soplos de imaginación que nos ayuden a seguir con el día a día y sugeriros que, cuando os sintáis de bajón, alcéis los ojos al cielo en una noche oscura y ”habléis” con Sirius, Betelgeuse, Antares o Vega.

 

¡Feliz Navidad, estrellas nacientes!

sábado, 5 de diciembre de 2020

02. Detrás de las puertas. Carmen Cardeña Hernández

Mi madre sabía que la escuchaba detrás de las puertas.

Me resultaba divertido oírla habla con el jarrón del saloncito” Estás pálido ¿no te gustarían unas margaritas silvestres? ¿Eres más de rosa roja? Vaya, no sabía que te hubieras vuelto urbanita…” También solía conversar con el olmo, la escoba, el libro…

Mamá no me veía aunque, a veces, me decía que si nos lo proponemos podemos ver con los ojos cerrados. Yo no la creía. ”Cuando nazcas una estrella, Rocío, lo creerás”. Yo la reprendía como buena estudiante de lengua de quinto de primaria. “El verbo es dar a luz, mamá”

En una de mis escuchas clandestinas oí a mi madre hablar con La Wikipedia:

-       “El acto de dar a luz se llama parto"

-       ¿Ya está? Wiki ¡dame otra definición! (alzaba la voz enfadada)

-       “Parir es expulsar la hembra de los vivíparos el feto que tiene en su vientre”

-       ¿Cómo? ¡Que les corten la cabeza! Me gustaría ser la reina roja en el país de las maravillas de Alicia! ¿No figuran nuestras palabras?, ¿las tuyas y las mías, Wiki, que sabemos de esto?... y no las de…¡sabe Dios! (mi madre estaba indignadísima)

-       Por ejemplo (empezó a relatar más calmada): “Dar a luz es nacer a una estrella a la que nunca dejarás apagarse”.

 

…Y… ¿sabes Estrellita? Tu abuela tenía toda la razón.        

 

viernes, 4 de diciembre de 2020

01. Estrella fugaz. Gema Herráez Peñas

          Juana coincidía en su trayecto de ida y vuelta al trabajo casi siempre con las mismas caras.

           Pero esa tarde se rompió esa monótona secuencia. En la estación de Cruz del Rayo, ella entro en el vagón Juana advirtió su luz nada más verla.

          Era pequeña y menuda,su sonrisa de esas que irradian autenticidad. Tras mirar con desparpajo eligió sentarse justo a su lado.

         - ¿Sabes?, a mi me gusta mucho la música. Vengo de un concierto.  Mi padre me deja que vuelva sola a mi casa.

            Prácticamente no tomó resuello, contó su vida en dos estaciones.

         Yo salí en un anuncio de la ONCE. Es que vinieron a mi colegio y me eligieron a mí, porque saco muy buenas notas ¿sabes?

           Juana estaba fascinada con su espontánea verborrea.

          Quiero trabajar de ujier en el auditorio porque así puedo escuchar todos los conciertos. Y me voy a ir a vivir con mi novio, pero todavía no ¡eh! ¡Uy! Esta es la mía.

Se levantó con esa vitalidad que derrochaba dijo adiós y se bajó.

         Cómo decirlo, fue cómo si se apagara el vagón. Pero Juana dio gracias por haber sido testigo de esa estrella fugaz.

martes, 1 de diciembre de 2020

Diciembre: Ha nacido una estrella

No sé si sirve de algo alegrarse de que acabe el 2020, pero alivia pensar que se va por donde ha venido: por el tiempo, ese que fluye, que engulle, que olvida y nos recuerda que debemos estar despiertos para que no vuelva lo peor, las pesadillas pasadas. 

Hay que tener creatividad para inventar la vida, para vivir nuevas emociones, para sentir que somos únicos pero que todos somos personas. Por eso, necesitamos historias nuevas, que nos recreen, nos enseñen nuevos caminos, que adivinen nuestro destino y nos abran un camino entre la maleza. 

Y tenemos la grandísima suerte de estar en el lugar oportuno: en el blog de las microhistorias intensas, originales, creativas, deliciosas. 

Mientras afiláis los teclados, espero que tengáis la mejor Navidad de vuestra vida, que os sirva para coger carrerilla y empezar el nuevo año así, explotando de vida, como si quisierais crear una nueva estrella.  

Nos leemos.