Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

domingo, 29 de mayo de 2022

10. Había una vez. Alicia del Caz López

Había una vez un pedazo de cartón que quería ser cometa… ¡Qué tontería! Los pedazos de cartón no tienen sueños, solo esperan, paciente y dependientemente, que alguien decida qué hacer con ellos. Así, la mayoría de ellos alcanzarán forma de caja, una caja grande, o pequeña, rectangular,… caja de zapatos o de televisor. Alguno, con suerte, terminará guardando recuerdos; pero solo a una insignificante minoría el azar les pintará colores y les pondrá cintas y un cordel para volar.

Este pedazo de cartón renegaba de un destino no elegido, deambulaba por calles y por parques, cobijándose en marquesinas con la lluvia, diciéndole a todo el que pasara que quería ser cometa. Hasta que dio con Toni. Toni y sus amigos hicieron con él la cometa más bonita del mundo, la volaron y, como sabían que las almas soñadoras no pueden estar atadas, cortaron la cuerda y subió más allá de las nubes.

Hoy vuelvo a leer este cuento desportillado y reencuadernado con tiras de celo, “Senda 1º” se titula. Busco los restos de betún que me hicieron llorar cuando cayeron sobre la página 57, ahí están,  el tiempo no borra las cosas que emocionan. 

Me pregunto en qué otro sueño se reciclaría el pedazo de cartón después de llegar a la China… Cierro el libro y sus desgastadas tapas duras me hacen un guiño.

09. La bota de Charlie encontrada por Barba Blanca. Carmen Cardeña

Barba Blanca es mi mejor amigo. Es un collie pelirrojo casi más alto que yo y le quiero mucho. Su olfato es fuera de lo común. El otro día escarbó muy hondo en el parque y sacó la bota de payaso. Estaba muy sucia y su suela despegada parecía una larga lengua con ganas de contarnos su historia. Cayó de alguna caja aquella mañana que tocaba quitar la carpa del circo. Todos metieron sus cosas en cajas de cartón  bien cerradas menos Charlie, tan despistado en la realidad como cuando actúa en la pista central. En una  ocasión hasta salió sin su nariz roja.

Al subir las cajas al furgón la bota cayó a tierra y ahí quedó hasta que Torrebruno, el pekinés de la señora Teresa, que sale y entra de la casa libremente,  vio aquel objeto precioso y decidió enterrarlo entre los setos de aligustre del parque del torbellino.

No contaré nada de esto en el cole. Supongo que tengo que comportarme como una buena pirata cuando descubre un tesoro escondido. Solo Barba Blanca y yo cuidaremos del botín.

Mañana quitaré el barro para que luzca su color carmesí. Lavaré los cordones azules y los entrecruzaré flojos sobre la lengüeta de la bota para que calce fácilmente en cualquier momento. La suela la dejaré despegada para que siga contándonos  historias como una lengua desbocada. 

Ya solo nos falta encontrar el cofre adecuado y dónde guardarlo hasta que Charlie regrese.

martes, 17 de mayo de 2022

08. Amigo de madera. Julián Rumbero Castro

 

Fue asiento, juguete, mesita, macetero, incluso un lienzo de madera donde se pintó un pajarillo con antifaz y cresta. Acogió una mancha amarilla con motitas de pintura blanca. Mario dijo que era el Sol que lloraba lágrimas de nieve. Subidas en él, primero su hija y después su nieta, acariciaron el cielo enmarcado en una preciosa buganvilla violeta cuando acogió a Plutón y las constelaciones de las osas.

Pero Mario cometió el error de descolgar unas cortinas subido en ese universo polícromo y ya deslucido. Le advirtieron que sería castigado si lo hacía, como si hubiera un código penal doméstico.

 No vuelan sus ojos hasta ese techo y la resignación le arruga como la peor de las derrotas, no tanto por su cadera, maltrecha como su orgullo, sino porque sabe que serraron el taburete, haciendo lumbre con sus astillas. ¿Por qué tanta crueldad?, murmura.

 Algunos disculpan su melancolía mientas otros no compadecen ese apego por quien fuera el primer objeto de casa.   Lo consideran cosas de viejo. Hasta su hijo parece haber olvidado que, sentados en ese taburete, mamá le dijo sí.

 Laura fue el sol que escampó una tarde lluviosa. Sus manos, dos pinceles dibujando una caricia en los labios de Mario. El taburete los sostenía a ambos.

lunes, 16 de mayo de 2022

07. Sonrisa vertical (A propósito de un caso de cuando trabajaba). Epífisis

Cuando entró en la consulta perdí los papeles. Era una mujer muy guapa y alta, con una minifalda de cuero negra muy corta, medias caladas a medio muslo y de la blonda salían unos ligueros que se perdían.

Tenía una boca color rojo cereza muy perfilada y al abrirla, la punta de la lengua se movía inquieta. En ese momento, sólo vi su sonrisa vertical ladeada.

Tenía una mancha de carmín en uno de los incisivos que limpié con una gasa, demorándome más de la cuenta. Me dijo que le tapara un agujero que tenía, con mi aparato.

Al poner la anestesia apretaba la boca sobre mis dedos, yo me estaba poniendo malo, menos mal que la bata me tapaba.

Un movimiento de su codo y lo colocó sobre mis partes.

Mientras trabajaba en su caries, no paraba de mover su brazo, de lamerme los dedos enguantados y me hacía mohines y morisquetas.

Me caía el sudor por la cara y terminé como pude.

Ya sentados en el despacho, al recetar y preguntarle su nombre, me dijo que se llamaba Agapito Fernández.

Involuntariamente apreté la estilográfica y un borrón de tinta cayó sobre la receta tapando Aga.



miércoles, 11 de mayo de 2022

06. La Biblia pudiera estar equivocada. Antonio Nieto

El Pico de San Pedro, se encuentra a pocos kilómetros de Colmenar Viejo. Mi amigo Enrique y yo solíamos patearlo un par de veces al mes, mientras nos contábamos nuestros problemas o alegrías.  Ocurrió que un día, una vecina me regaló un esqueje de encina para que la plantara, y contribuyera a la forestación de la zona. 


Era un día primavera y provistos de una pequeña azada, un puñado de abono natural y una botella de agua nos dirigimos a la cima de “nuestro monte”


Buscamos una zona apropiada y comenzamos a cavar, con tan mala fortuna, que topamos con un objeto duro de raras aristas, que llamó nuestra atención. Después de mucho esfuerzo logramos sacar una caja metálica oxidada. Nuestra curiosidad y asombro fue en aumento y decidimos ver su contenido. No hubo más remedio que romper el sistema de apertura con la azada y encontramos otra caja, esta vez de madera muy dañada. La abrimos con cuidado y apareció un extraño papel enrollado parecido a un viejo papiro, con signos indescriptibles y un dibujo parecido a una barca. Aquel hallazgo nos desconcertó, pero decidimos entregarlo en el cuartel de la guardia civil, no sin antes dejar plantada nuestra encina.


Dos años más tarde, recibimos la llamada de una persona, que dijo ser la ministra de cultura y nos rogaba tuviéramos un encuentro. Un día nos recibió la ministra y nos informó que el pergamino encontrado tenía más de 4.000 años, y en él pudieron descifrar la palabra Noah, que significa Noé.

martes, 10 de mayo de 2022

05. Lonely planets. Santa

El día de San Valentín de 2022 alcanzó el puesto doce del tenis mundial femenino. Es la mayor de cinco hermanos, su padre Terrence Peluga es un famoso magnate de los negocios en los EEUU.

No le hacía falta montar su propia empresa de comida sana en Búfalo, NY, con su hermana pequeña; ni pasar por la dura vida de una jugadora profesional hasta llegar a lo más alto.

En el Masters 1000 de Madrid, cuando enfocan al entrenador o entrenadora; se ve también siempre a algún familiar; padres, pareja, hermanos…

En el lado de Jessica, aparecen los asientos vacíos; salvo el de su entrenador. Es un planeta casi deshabitado; raquetas, bolas, entrenador.

Vivo en otro planeta parecido. En mi casa camina mi perro viejito; cautivo de los achaques de su edad. Novelas y libros de poemas con los que alimento mi alma. Hay unas cuantas bolsas con desahuciados de futuro incierto; Henry Miller, Cela, Gala, Coelho... no faltan de auto ayuda y aburrimiento.

En la vitrina hay dos tomos del Quijote, ilustrados por Vierge. Mi tía Cane me los enseñaba a mi, como si fueran un tebeo. Resisten cada día la embestida del tiempo en soledad, como el Quijote; como Jessica.

viernes, 6 de mayo de 2022

04. La visita. Belén Molina

Hoy es día de visita en la residencia y voy a pasar la tarde entera con mi padre. Mira sus manos, las mueve sin reconocerlas y confunde las palabras con la música, los peces con los pájaros, los libros con los paisajes; confunde también su corazón con su razón y el sol con la luna. Como canta Serrat, cree que el mar es el cielo y la noche, la mañana.

El alzheimer le ha quitado todo, pero no ha podido arrebatarle sus objetos preciosos, aunque los confunda.

 

03. La comunidad del anillo. Rosa Molina

Mi tatara-tatarabuelo encontró una piedra brillante que pulió, horadó y regaló a su novia. Ese anillo, como si de un tosco talismán se tratara, lo heredaron todas las mujeres de mi familia, hasta que mi hermana, tonteando con un noviete en la cueva del pueblo, lo perdió.

Años después, unos arqueólogos encontraron restos en esa cueva. Excavaron, zanjearon y barrieron con pincel hasta la última grieta. Hallaron colmillos, huesos, abalorios, utensilios arcaicos, herramientas de piedra... Parecía no tener fin. Pero, el día que encontraron el anillo de mi familia, alucinaron. Fue un gran descubrimiento y mi pueblo apareció en todos los periódicos del mundo, pues era el pequeño lugar de un descomunal hallazgo: un anillo atemporal y enigmático, de mineral desconocido y tallado de forma inaudita.

Como el trasiego de científicos y turistas era incesante, el alcalde nos juntó a los pocos habitantes y repartió negocios: uno abrió el restaurante; otro, el hotel; otros, tiendas de recuerdos, quesos, alimentación o baratijas. Por fin, la prosperidad llegó a la comarca.

Nunca desvelamos la procedencia del anillo, pero nos sentíamos muy orgullosos de haber insertado un pequeño tesoro familiar en la historia de la humanidad.

  

jueves, 5 de mayo de 2022

02. El alma de los objetos. Gema Herráez Peñas

  Helena llevaba viendo ese colgante, guardado en un joyero, desde que era niña. No formaba un círculo perfecto, ni un óvalo, sino que, más bien, estaba entre esas dos geometrías. Tenía  un color plateado pero sin brillo y una especie de flor rara grabada en su superficie. Al cabo de los años descubrió que se abría en dos y que era un guardapelo. Curioso nombre. Esos objetos albergaban un espacio para guardar fotografías o, quizá, por qué no, el mechón de pelo de un amante. De ahí su nombre. 

Una vez preguntó a su madre sobre la procedencia de ese objeto. Ella  le contestó que se lo habían regalado las monjas cuando estuvo sirviendo en Toledo. Helena se preguntaba por qué las monjas le habrían regalado ese objeto. En un momento dado decidió pedírselo a su madre y llevarlo a que le pusieran una cadena para poder usarlo como colgante. La verdad es que llamaba la atención pero Helena tuvo siempre la sensación de que no le pertenecía y que, de alguna, había usurpado su posesión. Era algo que siempre la tuvo intrigada. Llegó a imaginar que había acabado en manos de las monjas por algún triste u oscuro motivo y que a quien perteneciera no lo dejó o donó de forma altruista. Por eso, cuando lo perdió en un viaje a Bélgica mientras visitaba Brujas, tuvo conciencia de que siempre fue una dueña provisional. Quizás los objetos tienen alma, pensó Helena, y la de este siempre sería, en esencia, de sus dueños primigenios.


miércoles, 4 de mayo de 2022

01. La guardiana de los secretos. Cristina Ramírez Arteaga

 El viaje fue muy largo y el barco que nos traía se movía muchísimo. Me trajeron junto otras piedras en una caja enorme. Cuando ya por fin parecía que el viaje había acabado nos separaron y nos dividieron en pequeñas bolsas. A algunas compañeras y a mi nos metieron en una bolsa de lino, suave y de color beige. Yo estaba asustada, pero también tenía curiosidad por saber dónde nos llevaban. 


Cuando nos sacaron de esa bolsa creí estar soñando. Era un espacio enorme y lleno de objetos que no había visto nunca. Olía a incienso, eso lo aprendí después, y la música que se escuchaba en este lugar hacía que uno se sintiera tranquilo, en calma. Me colocaran junto a otras piedras en una cesta de mimbre. Poco a poco fui conociendo a mis nuevas compañeras. Cada una con un nombre, de un color, con un poder. Rosas, rojas, negras, azules. Había de todos los colores y cada una de nosotras transmitía cosas extraordinarias a las demás. Juntas nos sentíamos muy fuertes. 


De cuando en cuando alguna de nosotras era elegida. La elegida. Pensábamos que ese era nuestro final, pero la piedra más anciana nos contó que ese era solo nuestro principio. La escuela de conocimiento de cada una de nosotras. Nos contaba que un día, cuando estuviéramos preparadas, también nosotras seríamos elegidas. Entonces conoceríamos nuestra verdadera razón de existir y conoceríamos a la persona que sería nuestra compañera en el mundo. 


Hoy tengo ese lugar. Vivo en una casa con mucha luz y mucha alegría. En ella vive la persona que me eligió junto con su familia. Siempre que hace yoga me deja muy cerquita de ella. Meditamos juntas y nos transmitimos todas nuestras preocupaciones, sueños y energía. Juntas hacemos que la paz entre en nuestras vidas. Ya me lo decía la piedra anciana, eres una piedra de meditación y un cristal excelente que actúa como conductor de paz. Ella, tiene dos hijas muy bonitas que de vez en cuando me cogen con mucha fuerza y me cuentas secretos o me piden deseos. 


Yo que pensaba que solo era una piedra y resulta que soy una portadora de calma. Mi nombre es Amatista y soy de color púrpura. Una guardiana de secretos


lunes, 2 de mayo de 2022

Mayo: objetos preciosos

Os proponemos un juego muy divertido: girar el microrrelato alrededor de un/os objeto/s que formen parte de vuestra historia, de vuestra familia, de vuestra memoria; algo que os identifique o que os sirva de talismán; algo que sea importante, aunque sea por lo ridículo, lo estrambótico, lo imperfecto. 

Otra posibilidad es sacar de contexto un objeto normal, cotidiano, anodino, vulgar y elevarlo a la estratosfera de los valores más inauditos, o al revés, si os gusta más. El objeto se convertiría, así, en un pretexto, en una coartada capaz de hacer volar nuestra imaginación, un punto de partida para abandonaros a las letras. En definitiva, cualquier cosa puede servir para detonar nuestra fantasía.

Espero que vuestros hallazgos sean divertidos y, sobre todo, que os sumerjan en un proceso creativo que os construya y edifique. 

Una favor: procurad ceñiros, en la medida de lo posible, a las 200 palabras, así no quedan textos excesivamente largos.

Aquí os estaremos, deseando leeros.