Os proponemos un juego muy divertido: girar el microrrelato alrededor de un/os objeto/s que formen parte de vuestra historia, de vuestra familia, de vuestra memoria; algo que os identifique o que os sirva de talismán; algo que sea importante, aunque sea por lo ridículo, lo estrambótico, lo imperfecto.
Otra posibilidad es sacar de contexto un objeto normal, cotidiano, anodino, vulgar y elevarlo a la estratosfera de los valores más inauditos, o al revés, si os gusta más. El objeto se convertiría, así, en un pretexto, en una coartada capaz de hacer volar nuestra imaginación, un punto de partida para abandonaros a las letras. En definitiva, cualquier cosa puede servir para detonar nuestra fantasía.
Espero que vuestros hallazgos sean divertidos y, sobre todo, que os sumerjan en un proceso creativo que os construya y edifique.
Una favor: procurad ceñiros, en la medida de lo posible, a las 200 palabras, así no quedan textos excesivamente largos.
Aquí os estaremos, deseando leeros.
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