Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

viernes, 30 de enero de 2015

07. Al final del día. Belén Molina Moreno.

Hace frío y llueve. Tiene los pies mojados y le duelen. Quiere llegar a casa, cambiarse de ropa y sumergir los pies en agua caliente para olvidarse del horroroso día de pelea con sus compañeros de trabajo.

Al abrir la puerta  se encuentra con la alegría viva de una respiración acelerada, unos ojos desmesurados de contento, unas orejas en continuo movimiento recibiendo sus palabras y un hocico que le olisquea y da bocaditos de bienvenida.

Lo llevó a su casa hace ya ocho años. Contemplaba a un malabarista y ahí apareció él, desconfiado, flaco, con el pelo estropajoso y lleno de  pulgas. Al terminar, el perrito se acercó al artista como para darle una moneda, pero le ignoró; entonces el animal se sentó manteniendo la mirada muy alerta. Él se acercó y venciendo al batallón de pulgas del pelaje, le acarició detrás de sus orejas tan negras como tiesas, susurrándole su nombre y su intención de llevárselo. 

Ahora, cuando se recuesta en el sofá con los pies calentitos y la ropa seca, se siente como su mascota debió sentirse aquel día; reconfortado  y sin miedo. Alarga la mano y acaricia el pelaje suave de este amigo peludo tumbado a su lado y los dos sienten el placer de estar vivos.

06. La pelota. Beatriz Orquín Calvet

Desde que la vi por primera vez mi vida cambió, nunca había sentido nada igual. Es redonda, de color naranja, con unas bolitas rojas que sobresalen, no me canso de morderla. Y lo más importante, pita. Es un sonido irresistible.
Hoy me la he llevado al parque, es la envidia de todos los perros, ninguno tiene una igual.  Cuando he visto que mi dueño la lanzaba he corrido a cogerla. Corría y corría mirándola brillar en el aire.  He adelantado a Lolo, ese labrador tan perfecto y tan odioso. He saltado y…mía. Cuando he caído de nuevo al suelo había un charco de barro y me ha dolido un poco la pata, no podía apoyarla bien. No importa,  soy un héroe.
Al salir del parque hemos ido al torturador de animales, al que mi dueño llama “el veterinario”. Me ha vendado la pata y me ha pinchado. Yo creo que es envidia por mi hazaña. Luego en casa me han metido en la bañera y me han duchado, creo que también es por envidia. Mientras me enjabonaba oía a mi dueño decir, “este perro es tonto”. Yo por si acaso no la soltaba de mi boca, ella es lo más importante.

05. Tu o yo. Jesús Pulido

La otra noche, como de costumbre, me dieron a Hams, nuestro pequeño y adorable hámster. Movía sus bigotillos rápidamente y sus negros ojos azabache me traían a Platero a mi memoria, su pelo, cortito y gris, sus diminutas patitas y su cortísima cola; me miraba y yo a él, y parecía que ambos nos hacíamos idéntica pregunta: ¿quién es de verdad la mascota?, ¿tú o yo?

04. Querido Mariano. Valentina Velázquez

Todos se empeñaban en que no podía seguir viviendo sola. La familia, los amigos y los compañeros de trabajos repetían siempre la misma cantinela:
-Necesitas alguien que te aporte cariño, alegría y, sobre todo, que te saque de tu ensimismamiento. Una cosa es que seas un poco madurita y esté reciente tu divorcio…, ese pelagatos que no te merecía…, y mira que te lo decíamos… Y tú, ni caso…
Ahí les colgaba directamente el teléfono…, que me tenían frita, parecían loros. Pero estaba claro que necesitaba un cambio…, romper con esta inercia…
Me fui a una tienda de mascotas. Mientras esperaba que me atendieran, alguien empezó a hablarme al oído: “acaríciame, abrázame, bésame, murmura palabras bonitas y yo te acariciaré, abrazaré, besaré, murmuraré palabras bonitas, te cantaré cuando me lo pidas y aunque no me lo pidas... Nos divertiremos, lindeza”.
Me quedé paralizada, notaba unas garras en mi hombro y al volverme…, asustada, grité... y gritó. Inmediatamente salió un señor sonriente que cual pitonisa me auguró cien años de felicidad:
-Si está dispuesta a compartir amor eterno y necesita un compañero, es el ideal, porque es inteligente, divertido, fiel... Cambiará su vida. Ningún día será igual. Ya veo que habéis intimado... Atrévase. ¡Mariano es su loro!

03. El pecado de Gabriel. Santa

La cita era en la estatua del Ángel caído en el Retiro. Eva caminaba con ‘Sonrisas’ su perrito; mezcla de varias generaciones entre Terrier y Shiba Inu japonés… más listo que el hambre.
Gabriel era un chico de la página de contactos ‘Naranjas & Limones’. Tenía cuarenta años, moreno con cuerpo atlético. Un sueño hecho realidad… la única pega era que viviese con sus padres. Todo fue rodado y al cabo de un mes ya vivía con Eva y Sonrisas.
Un cuento de hadas, salvo para Sonrisas. Gabriel decidió que el sofá no era sitio para un perro; Sonrisas tuvo que dormir en el suelo y compartir el cariño de su ama con Gabriel.
Un día, sin consultar con Eva; puso un anuncio en el que regalaba un perro. A su novia le dijo que alguien se llevó a Sonrisas cuando compraba en el super. Eva se quedó en estado de shock. 
Pasado un tiempo Sonrisas se escapó y encontró a Eva en el parque, sentada con la mirada perdida. Saltó a su regazo y comenzó a lamerle la cara, Eva abrazó con lágrimas a su querido perrito.
Subieron a casa y Eva sorprendió a Sonrisas con un exquisito paté: corazón de Gabriel a la fina venganza.

jueves, 22 de enero de 2015

02. Uno más. Pilar Santos Adrados

Aquella tarde de abril Julia regresaba de sus vacaciones, había pasado unos días en compañía de Charo por tierras de Asturias y Cantabria.
Serían las ocho cuando el timbre de la puerta sonó una, otra y otra vez. ¿Quién es? pregunté. Abre mamá, soy Julia y uno más. Al abrir la puerta observé que sólo su maleta la acompañaba. Y… el otro ¿dónde está? Aquí mamá, tómalo, es una cosita muy pequeña.
Julia había embarcado en el tren expreso desde Santander con este pequeño paquete que me ofreció envuelto en una bufanda de lana. Mientras ella cogía la llave para ir a su casa, comprobé que algo se movía dentro de aquel envoltorio. ¡Oh! ¡sorpresa!, era un gatito siamés que apenas empezaba a abrir sus ojitos.
Julia lo bautizó con el nombre  de Azar, lo crió y cuidó como a un bebé.
Azar es el ojito derecho de Julia, por tantas horas de compañía compartidas, ya sea descansando en el sofá, frente a la pantalla del ordenador cuando ella narra algún capítulo de sus novelas, o cuando hablan los dos en un lenguaje que solo ellos entienden.
Azar comparte vacaciones con toda la familia en el pueblo. En el jardín, persigue mariposas y moscardones, a la sombra de los setos, extasiado, contempla el vuelo y el canto de los pájaros.
Uno más en la familia que un día viajó de Santander a Madrid para quedarse con nosotros.

miércoles, 21 de enero de 2015

01. El amor es cosa de dos. Victoria Gómez

Llevaban ocho años gozando de una magnífica relación. Se puede decir que lo suyo fue amor a primera vista. Él acababa de salir de un divorcio. Su matrimonio  se rompió después de muchos años y con el se partió su corazón. Cuando la conoció estaba sediento de cariño y ella deseaba dárselo. Era  agradable despertarse por las mañanas con las cosquillas que le hacía en los pies y con sus ganas de beberse la vida.
Habían compartido cada día durante esos años y llegaron a conocerse tan solo por la mirada. Ella enseguida percibía si él había tenido un mal día en el trabajo, se sentía triste o enfadado. Era entonces cuando le dedicaba todo su afecto y atención. 
Todas las tardes, al escuchar el ruido de las llaves abriendo la cerradura de la puerta de la casa, su corazón se excitaba porque entendía que empezaba su tiempo de disfrute con él. Daban largos paseos juntos y el tiempo parecía detenerse hasta encontrarse con alguna otra pareja. 
Pero, lo más agradable era cuando acababa el día y él decía: “Buenas noches, Tina”, y ella contestaba: “ Guau, guau”.

lunes, 12 de enero de 2015

Últimos ganadores del 2014

Ha llegado el momento de decir quiénes son los últimos ganadores del 2014. Gracias a vuestros microrrelatos, nos hemos sumergido en instantes únicos de nuestra vida y hemos vuelto a sentir aquellas emociones que nos embargaron mirando imágenes entrañables en la pantalla o reviviendo la película de nuestra vida, esos instantes de felicidad con nuestros seres queridos.

Por su sabor entrañable a recuerdos sentidos, las ganadoras son:

Ganadora:  Pilar Santos por "En blanco y negro"
Finalista:    Valentina Velázquez por "Escenario de película"

Gracias por participar y por hacer de este pequeño espacio un lugar tan confortable. Y no olvidéis que este blog es vuestro y que si quieres sugerir, cambiar o mejorar algo, no tienes más que escribir a microadela@gmail.com





martes, 6 de enero de 2015

Feliz 2015

Bienvenidos al 2015

Empezamos un nuevo año, repleto de ilusiones y sueños, de esos que, pase lo que pase y pese a quien pese, nadie podrá borrar, robar o apagar, porque son los que nos apegan a la vida y los que nos mueven, nos hacen mirar hacia delante y no temer a la hora de marchar, querer o darlo todo. Tampoco hay que dudar a la hora de escribir los microrrelatos de este año. Los temas están pensados para que estrujéis la imaginación y os diviertan. Esperamos que os gusten y que animéis a vuestros seres queridos a escribir y participar en este pequeño espacio de letras. 

Ahí va el mío, a modo de modesto pistoletazo de salida. Este mes, como veis, va de mascotas.

Revuelos genéticos 

Juan volvió de Alemania, compró unas tierras en su pueblo de Almería e inició un negocio de exportación de pepinos. Su prosperidad se medía por el tamaño de sus puros, el modelo del Mercedes y el número de visitas al club de carretera. Allí conoció a Marie, una camerunesa que le hipnotizó con sus contornos magnéticos. Él le dio papeles, estabilidad y amor; ella pasión, sensatez y dos hijos, uno que expandió el negocio por el norte y se casó con una sueca, y otro, antropólogo, que un día partió a Camerún, con las lágrimas maternas pegadas en su rostro, donde ejerció como profesor de universidad y tuvo tres hijos con una bengalí colega suya. 

Todas las Navidades hijos y nietos vuelven a Almería. En la cocina, anécdotas y especias aliñan las conversaciones y, en la mesa, los guisos humean como puzles de colores. Este año llevan un regalo muy especial para el abuelo: Cobre, un setter de pura raza porque, y en eso están todos de acuerdo, es importante evitar las mezclas, ya que así la apariencia y el carácter del animal es más previsible, dónde va a parar.