Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

lunes, 30 de octubre de 2023

06. Una heroína como yo. Rosa Molina

De pequeña admiraba a Conan y a Tarzán. Con su enorme musculatura y exigua vestimenta imponían el orden allá donde estuvieran. En cuanto divisaban al enemigo, iniciaban su lucha con tesón y valentía. Nunca dudaban, jamás flaqueaba su ánimo. Tarzán, además, vivía solo, sin colegio, sin monjas, sin hermanos peleones… Esa era, para mí, la vida perfecta. 

Yo anhelaba ser así, no tener un novio como ellos. Quería sentir su vida, su determinación, su aplomo…  Pero cuanto más leía o más películas veía, más sufría por nuestras diferencias:  yo era una llorica, me enfadaba, cometía más estupideces que aciertos.

Hasta que, un día, leí la Odisea, de Homero.  Odiseo, el astuto héroe de Troya, volvió de la guerra con el único deseo de vivir una vida sencilla, y lloraba contando sus hazañas, las desventuras de sus guerreros, el miedo por las calamidades padecidas. También lloró de felicidad cuando se reencontró con Penélope. 

Su humanidad me conmovió hasta tal punto que me llevó a pensar que, más que la identificación con héroes planos, mi tarea debería basarse en buscar mi propia humanidad, mi esencia, pulir mi insensatez, ganarme mi propia admiración, reconocimiento y respeto.

También decidí estudiar Filosofía. Pero esa es otra historia.


05. Adiós. Alicia del Caz López

La gente formando elipses concéntricas alrededor de los operarios. En primera fila, los rostros más demacrados, los silencios más penetrantes, los cuerpos abrazados… Detrás, caras serias; miradas que observan la primera fila o se enfocan en el suelo, manos que agarran a su contraria por la muñeca, brazos cruzados... Algún susurro.

Resbala la caja sobre las cuerdas. Tras la caja, las flores y la corona: “Tu familia no te olvida”.

De esto hace ya una semana y hoy Claudia ha ido a la casa temprano. Ella sola. Así lo ha querido. Desayunó allí un Colacao con pan frito y eso la hizo llorar. Pasó el día entre cajones y fotos, entre sonrisas y lágrimas, envuelta en sus pensamientos. Por pura necesidad, entró al baño a buscar su perfume. Recordó días dulces y alguno amargo, las veces que ella la abrazó y las que no la comprendió. Revisó su vida; lo que era, lo era por ella, para lo bueno y para lo malo. Nadie es perfecto, ni siquiera una madre.

Anocheció y, ya en pijama, se metió en la cama de matrimonio. Mañana llegarían Pedro y Merce para vaciar los armarios. Claudia cerró los ojos y, casi cuarenta años después, volvió a dormir abrazada a su cuerpo.


viernes, 27 de octubre de 2023

04. El hilo invisible. Gema Herráez

Nunca he tenido problemas para relacionarme. Soy bastante sociable y tengo algunas buenas amigas que han perdurado en el tiempo y a las que me unen muchas cosas. Pero, misteriosamente, el universo a veces te une con un hilo invisible a personas que aparecen en tu vida de forma que, aunque no compartas demasiado tiempo ni vivencias con ellas, se mantiene intacto.

Eso pasó con alguien, diría que, extraordinario, bueno extraordinaria, a quien conocí en uno de los trabajos que he tenido. Estábamos en distinto turno y solo coincidíamos en el vestuario durante el cambio. Un día sonó mi teléfono y tenía como tono el vals de Amelie de Yann Tiersen. Inmediatamente su rostro se iluminó y me dijo que si me gustaba ese compositor y que ella era fan absoluta tanto de su música como de la película, incluso se ofreció a traerme un CD de él. Desde ese momento algo pasó entre nosotras y en esos breves momentos compartidos entre cambios de turno nos dimos cuenta de que éramos almas gemelas con una misma visión del mundo. Yo cambié de trabajo a los pocos meses pero eso no impidió que afianzáramos nuestra relación. Han pasado ya 16 años y no son demasiadas las veces que nos hemos visto, incluso no hablamos con asiduidad, pero cuando lo hacemos o cuando nos vemos es como si no hubiera pasado el tiempo y sigue habiendo entre nosotras una profunda y preciosa conexión. Y casi puedo asegurar que seguirá habiéndola siempre.


miércoles, 25 de octubre de 2023

03. Viaje por un tiempo. Santa

La Luna creciente envuelta en nubes, escondió la tormenta. La noche pertenecía a un verano mágico. Una noche que parecía sin fin. El canto amable de un mirlo anunció el alba.

Despertó con el bosque entrando por el balcón, con el frescor del rocío amante de la tierra.

Desayunó. Bajó a la playa con sus libros. Las nubes sembraban el cielo con el color del deseo.

En la playa, un poema se posó en sus ojos.

"La vida se resume en un viaje de vuelta,

desnuda, como una nómada que acepta su destino.

Mi isla, habitada por dunas y por las huellas

que dejan los náufragos en la piel.

Mis fronteras difusas; donde navegan por mis sueños."

Una figura de mujer, fuego y negro, se acercaba pisando la arena donde mueren las olas.

Su vestido rojo, hecho de espuma de mar, flotaba en el aire. Jugaba con un inmenso paraguas negro. Su pelo gris, alborotado, escondía unos pendientes con forma de luna.

Sus ojos claros, como la inocencia del aguamarina, llenos de un mar en calma, le miraron; como buscando la verdad. La sonrisa de sus labios escarlata quedó esculpida; casi imborrable en la memoria.

Después... o antes... el tiempo; la cuarta dimensión.


 

lunes, 23 de octubre de 2023

02. No importa mi nombre. Julián Rumbero

Alguien quiso llamarle, pero otro aseguró que carecía de nombre, señalando una cuartilla escrita por él: “tener un nombre es importante, pero más aun sea tener todos los nombres”. 

Vivía en el paseo de la playa, en un adosado de cartones y mantas viejas sin otra compañía que la de Penike, un perro chico. Tenía también unos cuadernos de pauta donde escribía con letra precisa y preciosa. Luego rasgaba las hojas con ternura, colocándolas sobre una toalla increíblemente limpia que regalaba a cambio de la voluntad. En mi caso una charla de apenas cinco minutos. Entonces aprendí a vivir sin nombre.

Alguien le preguntó si no temía que la lluvia malograra sus cuartillas. Entonces cogió el lapicero que solía llevar en una oreja y como un director de orquesta sin músicos, comenzó a buscar en el aire las palabras que al hablar vamos perdiendo. 

  Libertad, barca, les dijo a unos niños, perplejos y los ojos como ciruelas, remo, brújula, me vendrán muy bien…Cuando dijo océano, una palabra conocida, los ojos infantiles recuperaron su naturaleza de almendras de colores.

Ahora el hombre de todos los nombres vive allí. Y recuerdo lo que escribió apresuradamente aquella tarde: “todos somos hijos del agua y algún día volveremos al mar”. Allí sobreviven todos los nombres.

martes, 10 de octubre de 2023

01. La trilla. Epífisis

Ese verano iba a ser aburrido, mi padre, me llevaba a su pueblo en la Extremadura más tórrida.


Al día siguiente durante la siesta, estaba yo echado sobre la cama antigua de los abuelos, leyendo al capitán trueno y hazañas bélicas cuando entró mi madre y me dijo mira, tu prima, jugar y no hagáis mucho ruido.


Me quedé con la boca abierta, era su cara, pero había desarrollado. Me besó y se subió con naturalidad, parecía que no habían pasado cuatro años. Merendamos unos bocadillos de Elgorriaga con mantequilla y quedamos para coger higos por la mañana temprano.


Me pilló mirándola cuando estaba subida a la higuera y me sonrió.


Por la tarde me llevó a la era, el sol incidía sobre la parva que refulgía como si fuera un cuadro de Van Gogh. Estábamos solos e hicimos carreras, al poco rato sofocados, nos tumbamos sobre la paja apilada.


Puso mi mano sobre su pecho y sentí su corazón y luego, la llevó hacia sus muslos.


Me bajó el pantalón corto y comprobé que es mejor acompañado que ser un Onán cualquiera.


Ese verano entendí lo que es el aventado, separar el grano de la paja.





lunes, 2 de octubre de 2023

Octubre: la influencia de las personas

Hola a todos.

Este mes, como el anterior, vamos a ver la importancia que tienen las personas en nuestra vida. Algunas personas no solo dejan una huella indeleble en nuestra memoria, también crean un remolino en nuestra vida que nos cambia las rutinas, las miradas, las concepciones del mundo. Y es muy importante agradecer el encuentro, ya sea para bien o para mal. Si es para mal, se aprende, nos hace más sabios; si es para bien, se inicia una nueva vida desde otro punto de vista, otras gafas con las que mirar/nos. 

Ya conocéis las palabras de Epicuro: "lo importante no es lo que te pasa, sino lo que haces con lo te pasa". Debemos disfrutar de lo bueno y aprender de lo malo, si no la vida sería una alternancia entre sufrir y aburrirse, y no tendría ningún sentido.

Ánimo, que llega el otoño, la estación de los paseos bonitos por el monte, la recogida de setas, los aires felices.

Nos leemos.