Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

jueves, 29 de marzo de 2018

07. Historia de una primavera. Santa

Pude escapar del convento gracias a las revueltas del grupo de los girondinos.
Me uní a un grupo que marchaba a París… París ojo del huracán, escaparate del hambre; donde los fastos de los opresores no tenían fin. Vagué por la ciudad huyendo del horror. Allí encontré a Pablo, hablaba de libertad, igualdad y fraternidad en la primavera después de liberar al rey.
Fue encarcelado y coincidimos en el juicio donde fue absuelto. No tenía miedo a la muerte, por eso era un hombre respetado y peligroso a la vez. Escribía sin parar día y noche, tenía una rara enfermedad en la piel que le producía sarpullidos y fiebre alta.
Me fui a vivir con él con la excusa de ayudarle a difundir sus proclamas a favor del pueblo. Recuerdo la primera noche que pasamos juntos. Desnudo, parecía una piel pegada a un cuerpo rendido a la enfermedad. Pero su voz templada sonó como una ola rompiendo el silencio, tierna como la de alguien que solo sabe amar:
- Eres la única luz que alumbra este negro ocaso antes de la fría noche. Deja que duerma bajo las caricias de tu pelo, que tus ojos iluminen mi ser; que tus labios vírgenes teñidos de revolución den esperanza a mi boca seca.  –
Respondí entregando mi alma y mi cuerpo como si solo tuviese ese instante para vivir una primavera. Amanecimos desnudos en mitad de la Historia, solos; como únicos supervivientes a la locura de la Revolución. Pablo tosió y manchó el pañuelo de sangre, apenas pude oír sus últimas palabras: - ¡A moi, ma chère amie! -
Comprendí que su corazón no había podido resistir tanta felicidad. Y yo no quería una vida sin él; así que me vengué clavándole mi puñal lentamente hasta llegar a su corazón ya frío. Esperaría a que la guillotina mas pronto que tarde me reuniese con mi amado Jean-Paul.

17 Julio de 1793   Marie Anne Charlotte Corday

miércoles, 28 de marzo de 2018

06. El despertar. Antonio Nieto

Al menos en mi jardín, son los ciruelos los primeros árboles que parecen desperezarse de su letargo invernal. Se asoman tímidamente con unas puntas blancas desde sus herméticos brotes, como los periscopios de los sumergibles, tratando de saber que hay ahí fuera. Después, una vez que se cercioran que el ambiente es el correcto, despliegan  y convierten esas puntas blancas en ramilletes de  pequeñas hojas, configurando una impresionante simetría de formas y colores que atraen a los primeros insectos.
Cuando los observo parecen decirme, con cierto orgullo, que son los “machos alfas” que animan al resto de sus congéneres en el despertar de la vida. Pronto le siguen los rojiblancos almendros, los presuntuosos cerezos o los exuberantes membrillos… El jardín, poco a poco  va cambiando los ocres invernizos en los blancos primaverales y el ciclo vuelve  comenzar, sin tener ni idea del porqué…

05. Colorín, colorado, este cuento ha empezado. Belén Molina

Le voy a dar las buenas noches a mi hijo y me dice:

Mamá, ¿de dónde vienen los colores?

¡Vaya pregunta! -pensé- ¿le cuento lo que le pasa a la luz al cruzar un prisma que le sonará a chino, o le cuento una historia coloreada? Le miro y le contesto que vienen del Arco Iris, que es tan grande para que todos puedan elegir su color.

Pero mamá, ¡si el Arco Iris solo tiene siete colores! y además, no está siempre.

Sí, pero a los colores les gusta bailar y dan muchas vueltas riéndose y mezclándose unos con otros, y en cada vuelta algunos salen disparados cayendo sobre las cosas que así quedan pintadas como las vemos.

¿Y cuando no está, qué pasa?

No pasa nada, es como cuando tú te vas a dormir y sueñas. Él se ha ido a cargarse de colores y así, si alguien le llama porque lo ve todo en blanco y negro, puede ir con todos sus colores nuevos y brillantes  para que quien le ha llamado pinte todo  y lo deje tan colorido como quiera y más le guste. 

¡Qué bien! Buenas noches mamá. Voy a pensar de qué color quiero ser mañana.

martes, 27 de marzo de 2018

04. Rubor. Rosa Molina



“La moral, subyugadora de las pasiones…”, dicta el padre Urbiza, mirando con ojillos de inquisidor a los sumisos novicios. Revolotean los visillos y la atención cuando la fresca brisa se cuela por las ventanas y mete las risas de los chiquillos, las voces de la calle. El padre Urbiza alza su voz al paso del tren, de las cosechadoras, de las vacas con sus apaciguadores cencerros, pero de nada sirven sus gritos, ni la saña desaforada de su voz, para evitar el desorden que provoca el paso de Carmencita, bailarina de largas piernas, falda asustadiza y escaso pudor, con esa bicicleta que, además, chirría desvergonzadamente.

jueves, 22 de marzo de 2018

03. Colores. Julián Rumbero Castro

Balú se acomodó en el Oeste. Su garganta blanca parecía impecable. Perezoso, como una pizarra clara, había preferido colgarse de la rama del arbolillo que decoraba la pared frente al ventanal. Bajo éste, sobre los juncos entre verdes y amarillos de una charca pintados en la pared, vibraba la Libélula con colores metálicos; azules, negros, bermellones. En el Este se había sentado un gato amarillo con rayas negras. Un hipopótamo ocupaba casi todo el Sur, un gordinflón con una sonrisa cómica y bondadosa. Al Norte ,sobre su cabeza, Daniela vería un cielo acrílico tachonado de puntitos fluorescentes y entre ellos, algo parecido a un planeta enano y la Luna en cuarto menguante. El Sol aparecía dormido, sin el color del fuego. Al Sur, un conejito blanco acompañado del mapache y su antifaz.
Al acabar el cuento, Nieves recordó la cuna de su hija y confiaba en que en el mar, cuando la recibiera, se vistiesen de forma semejante sus estrellas y corales, sus peces, las langostas, los delfines y el mismismo tiburón ballena. Incluso el lecho del océano y las corrientes se vestirían con las estaciones y la llevarían de color en color mientras la niña los guardaba en sus acuarelas.

martes, 13 de marzo de 2018

02. ¡Mis sueños son de colores! Josep Rof i Rof

A pesar de siempre tener las puntas rotas, me explico: sueñe lo que sueñe y últimamente cada noche, por mucho de color que le quieras poner… siempre hay lápices con puntas *rotas.
Si sueño como el practicante de ciclismo que fui, en mis sueños aun pedaleo, pero noto una fuerza que no me deja avanzar.
Si sueño en el trabajo, siempre surgen las complicaciones, que no tengo albaranes para facturar.
Si sueño que corto la hierba de mi patio, siempre la maquina se atora y no recoge bien.
Si sueño que estoy en una fiesta, rodeado de compañeros de trabajo en la mesa, sufro el pánico de atraganto y me atraganto.
Si sueño que hago un paseo a buena marcha, al llegar a casa para ducharme, no puedo sacarme la camiseta, me saco una y quedan cuatro.  
Si sueño, lo que sueñe siempre en mi cuerpo hay impedimentos. En el subconsciente y debido a mis perdidas con mi ELA la que no me deja soñar en colores.
Ep! Josep vigila. No vaya a ser, que te hagas añicos algún que otro hueso.
Los colores de la primavera, el estallido en flor. Sus colores. Su olor. En mi casa (un bajo), hace días que salen las hormigas del largo invierno, una explosión de color, yo las contemplo embobado, no paran ni un momento. Les gusta la primavera, sus colores y su SOL como a mí. 
Sed felices.

Josep Rof i Rof
 

…”que tus ansias más soñadas no sean un tormento,
más bien toma con firmeza el corcel de la Vida
y cabalga hacia la meta al paso de tu aliento”…
E. Arís



viernes, 2 de marzo de 2018

Concurso de microrrelatos: La probreza en cien palabras

La pobreza en cien palabras

La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España (EAPN-ES) y Escuela de Escritores convocan el IV Concurso de microrrelatos ‘La pobreza en cien palabras’ con el objetivo de llamar la atención sobre las situaciones de exclusión social y pobreza que sufren diariamente miles de personas en nuestro país.

Buscamos las mejores historias con un máximo de cien palabras que denuncien, describan o llamen la atención sobre esta situación, sobre sus lacras -el rechazo, la marginación, el miedo al pobre- y sus capacidades -la solidaridad, la empatía, el trabajo en equipo-.

El plazo finaliza el 16 de abril y el microrrelato se envía a través del formulario que encontraréis en: 
https://escueladeescritores.com/concursos-literarios/eapn-2018/

¡Anímate y participa!

jueves, 1 de marzo de 2018

01. La primavera. Josep Rof i Rof

Un hola a la Primavera, un hola a sus colores, un hola a todos los que colgáis relatos, un hola a quien solo los lee, un hola a Rosa Molina por enseñarme el camino para colgar fotos, mi gran pasión.
Otra pasión mía es la Poesía, (las dos me distraen) me transportan a un idílico mundo, donde cabemos todos y podemos dejar volar los colores de la imaginación.
Fragmentos de varias poesías de Francisco Espada.

Como surge una planta
por entre las grietas
de un muro de piedra,
con igual robustez
e idéntica fortuna.
***
Ahora, vencido de frío invernal,
mi brazo es la extensión
que acaba en un trozo blanco de celulosa
y ésta en el cesto, salvo algunas
que van al estanque de mármol
como derrotas.
como jirones vencidos,
como evasión que escapa de este encierro.
en el que hago cadenetas fallidas.
***
En el telediario, catástrofes y aguas coléricas;
en mi corazón, intensa inquietud. Tico,
¿cuál es hoy el color de Marbella?
Quietud azul ─me dijo─ azul remansado.

VIVAN los COLORES! VIVA la PRIMAVERA! y la VIDA! 
Josep





Autor: Josep Rof i Rof

Marzo: vistiendo el mundo de color

Ha llegado el momento de elegir los colores con los que vestir el mundo, aunque la mayoría de las veces, las mejores veces, los colores no se eligen, se sienten. ¿No os ha pasado que, en pleno abrazo de un amigo, o después de la risa de tus hijos, sientes en el estómago un arcoíris, mil emociones que estallan felizmente en tu interior? Supongo que sí, que muchas veces. 

Los colores son emociones, es felicidad. Lo gris es lo anodino; lo negro es lo que nos causa malestar, pesimismo; lo blanco es el olvido.... y la felicidad, sin duda, es una bomba de color que revienta en una sonora e inevitable carcajada.

Cuéntanos cómo vives, ves y notas los colores;  qué parte del mundo pintarías y con qué, con brocha, pincel o los dedos, en plan caricia. Dinos dónde colgarías un cuadro abstracto o qué Velázquez retocarías con las caras de las personas de tu vida. Aquí estaremos para contagiarnos y sentir tus colores, sin duda.