Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

martes, 30 de junio de 2020

06. Motín a bordo. Valentina Velázquez Hontoria

Mis recuerdos brotaban como un géiser violento, agitando las velas de mi barco, ya maltrecho por la tempestad de los años; menos mal que era un bajel de altura y su fuerte caparazón podía con todos los piratas que se acercaran, o eso quería creer yo...
Se amotinaban mis pensamientos: por un lado aparecían los deseos no realizados, con un regimiento de piratas reclamando su botín, y yo sólo sabía disculparme; los proyectos llevados a cabo, los importantes, me habían dejado jirones en la piel y todo eran reproches.

Ya estaba pensando que este combate no lo iba a ganar, cuando se me ocurrió la firma de un armisticio, buscar otro momento más propicio, donde ganar o perder no fueran términos absolutos ni excluyentes. Quizá cuando las olas no fueran tan salvajes y me hubiese desprovisto de mi sutil armadura, podría navegar hacía un puerto seguro.

miércoles, 24 de junio de 2020

05. Hacker. Alicia del Caz López

Quizás otro no hubiera soportado mantener en silencio su hazaña, pero él se encontraba a gusto en la discreción; estaba acostumbrado a esconder su cara entre el teclado y la capucha de la sudadera que habitualmente le cubría la cabeza; con ella se había sentido siempre protegido en su burbuja, pues los demás sólo veían el reflejo de la luz de la pantalla en su rostro, nada de gestos, nada de expresiones que delataran su pánico a las miradas y a los comentarios.
Haciendo honor al tópico de persona antisocial, era informático y, como buen solitario, siempre fue autodidacta.
Cuando le contrataron, su presencia desentonaba entre tanta corbata y tacón, pero el banco no quiso prescindir de su talento, por lo que le reservaron un rincón de poco tránsito, cosa que él agradeció.
Ahora guarda su secreto en silencio, nadie sospechó de él. Cuando se produjo el desfalco ya llevaba un año en el Caribe después de despedirse; lo dejó todo programado para que arrancara el 15 de septiembre, como regalo póstumo de cumpleaños a su madre.

En contra de lo esperado, no se fue a disfrutar del lujo. Cubagua, la isla que lo acogió, tenía una población de dos cifras  y allí, entre pescadores, se quitó la capucha y se lanzó a nadar.

jueves, 18 de junio de 2020

04. Descubriendo a Sarah. Santa

En 1914 una mujer conocida en Estados Unidos y Europa sufre un accidente interpretando a Tosca. Cuando salta al vacío al final de la obra; tiene una grave rotura en su pierna derecha.

Un año después pierde la pierna. Comienza la Primera Guerra Mundial.  Ella la dura rehabilitación. Tiene cincuenta y ocho años, un hijo de veintiuno y un amante.

No hay tiempo para sentarse. Los hombres mueren de verdad en las trincheras y el dolor es la peor de todas las epidemias que se esparcen por Europa. Decide hacer la guerra por su cuenta.

Organiza giras con su compañía por toda Francia. Freda, Las mujeres sabias, La dama de las camelias, Macbeth... Las tropas nunca olvidarán a esa mujer, que sentada en movimiento y proyectando con su voz su alma; daba sentido y esperanza donde habitaba la sinrazón y la locura.

En 1923 deja su aliento lleno paz encima del escenario, feliz con su pierna de madera, con tiempo aún para despedirse de su hijo Maurice.

Le faltó esa palabra, ese gesto de amor que nunca había tenido de su madre... y conocer a su padre. Le faltó quizás, el príncipe de Linge que eligió seguir en la nobleza y olvidar a Maurice; el fruto del amor de Sarah.


En la tumba de Sarah Bernhardt lucen flores, las del cariño de los franceses; canta un mirlo y los piratas con pata de palo esconden las lágrimas con una máscara.

martes, 16 de junio de 2020

03. Un nuevo oficio. Julián Rumbero Castro

Medio adormilado aún por la anestesia exclamó ¡vive dios!, como los piratas cojos, tuertos, crueles, con loro o sin él. 
Tragó como tiburón la mayoría de las palabras de Rosa y descartó el nombre por recordarle el suyo, Hermenegildo.
También naufragaron las palabras de los colores, de las criaturas transparentes, de las enormes o del nácar. Pobre como era ya antes del covid no necesitó ningún cofre.
Su soledad recordaba que sus ojos no conocían otros, que nadie le esperaba en un puerto seguro, no sabía de ninguna isla ni tenía tesoros. Tampoco una sirena que amar ni un horizonte donde vislumbrar su destino y remar hacia él. Carecía de un mapa. 
Era su propia red, estaba sediento y recordó que el mar sólo le acogería cuando fuese la hora de regresar al agua, ya que todos somos dos tercios de ese elemento.
Se palpó la cara. Le faltaba un ojo cubierto su lugar con un apósito. La operación había sido un éxito y como no esperaba la visita de ninguna mujer se conformó con la gaviota posada en el alfeizar de su ventana.
Se palpó la pierna, el accidente laboral había seccionado su compañera, Bueno, se dijo, puedo utilizar el palo de la escoba y hacerme una pata de palo, estoy tuerto y ese pajarote podría amistarse conmigo como el loro de John Silver el Largo.

En cuanto salga de aquí buscaré trabajo de pirata. Sobrevivía.

sábado, 13 de junio de 2020

02. El bucanero reconvertido. Antonio Nieto

En la escuela de piratas y bucaneros, situada en la República de Liberia, se enseñaba todas las materias necesarias para pasar el examen y enrolarse en un navío, con el fin de hacer las prácticas y obtener el diploma correspondiente. 

Las cuatro reglas más importantes para obtener tan deseado título eran: tener una pata de palo o un garfio en una de las manos, un ojo de vidrio y, sobre todo, cara de malo. Aquellos que fueran capaces de llegar a tener esas hermosas cualidades acompañarían en su primer viaje de prácticas al capitán Garfio. 

Yo era joven, pero apasionado con mi sueño de llegar a ser incluso un bucanero, mucho más peligroso que un pirata, al agregarse la cualidad de falta de escrúpulos. Pasé las dolorosas pruebas de hacerme con un ojo de vidrio y una pata de palo sin problema, pero el profesor Drake, me aconsejó dejara la carrera que tanto me ilusionaba, porque, según él, jamás conseguiría quitarme esa cara de bonachón, que me hacía perder toda fiereza posible.

Así que, siguiendo las recomendaciones de mi enseñante me metí a banquero y le empecé a coger gusto. Más tarde la política fue mi pasión y a pesar de mi ojo de vidrio no se me escapaba una. Ahora comprendo por qué todo el mundo me hablaba tan bien de esta carrera con sus múltiples salidas.






lunes, 8 de junio de 2020

01. Un pirata del Índico. Belén Molina

No permite a nadie entrar en su territorio. Si algún osado o despistado se acerca demasiado, él se le enfrenta con toda su artillería. Es su razón para vivir, más que hacerse con cuantiosos botines. De vez en cuando hace prisioneros, aunque nunca pide rescate. 
Quien le conoce queda cautivo de su decisión, su belleza y su entorno. No es Sandokan; el verdadero pirata del Índico es el Pez Payaso.

martes, 2 de junio de 2020

Junio: una de piratas

Este mes nos toca embarcarnos para ir de puerto en puerto atesorando tesoros hasta llenar el cofre que luego enterraremos en una isla desierta. Por el camino, batallaremos con otras naves, esquivaremos los peligrosos bajíos y arrecifes de las costas y nos defenderemos de los crueles ataques de los ejércitos que, desde sus barcos,  defienden las costas de los distintos reinos. 
Si te parece más sencillo todo eso que escribir una historia de piratas, te lo vamos a poner fácil: aquí te dejamos cien palabras que tienen que ver con el mar y los piratas. Pertenecen al mismo campo semántico y puedes usarlas para describir, relatar, proporcionar visibilidad a tus historias y crear las atmósferas más adecuadas. Aquí las dejo, para que te sirvan de inspiración: 
mar · olas · arena · marea · tormenta · barco · pirata · capitán · marinero · grumete . viento · brisa · vela · babor · estribor · galeón · camarote · sal · barcaza · gaviotas . encabritarse · embravecerse · hundirse · azotar · tragar · desbocar · navegar . nadar · isla · tesoro · sirenas · océano · Neptuno · puerto · tritón · encresparse  amainar:  submarino · marítimo · profundo · acantilado · sal · maniobra · timón  timonel abordaje · naviero · navegante · tripulación · equipaje · barlovento ·naufragio salvamento · encallar · costa · tripulante · cachalote · ballena · tiburón  barquero  rancho · horizonte · brújula · cofre · faro cuaderno de bitácora · travesía  ancla levar · avería · remos · bogar · carga · zafarrancho · boya · deriva · azul . proa · popa · calma · gaviota · botar · bandera · cañones · galeote . remar · borrasca · lobo de mar · bitácora · espuma · red · pescador · pesquero bruma · sedal · pesca · caladero · mapa · arpón · estela · salobre · peñón · islote . sol · sed · soledad · pareo · conchas · cocoteros · cabestrante · lino · algas . medusas · Herman Melville · lecho marino · abisal