Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

lunes, 28 de diciembre de 2015

06. Conquistando la vida. Valentina Velázquez


A través de la ventana miro los árboles: sobresalen los pinos con el verdor que más luce en este inicio de invierno navideño; un escalofrío recorre mi cuerpo al ver algunos con su pelado esqueleto; otros todavía mantienen sus hojas amarronadas, en un equilibrio estático, a merced de un soplo de viento…. 

Volverán otras hojas a conquistar las desnudas ramas y el árbol recobrará la calidez de su caricia en cada brote. Se dirán: “¡qué bien que volviste!” y “¡qué bueno que sigues aquí!”; el árbol, besando la tierra, tocará el cielo; el viento perfumado de lavanda y hierbabuena, abrazará cada hoja con su aroma y alguna se desprenderá ansiosa por conquistar las estrellas. Todo es una magnífica danza, vibrante movimiento. Me gusta imaginar, en esas pequeñas cosas, que la vida sigue teniendo un aire de conquista, habilidad, seducción, deseo; y en la lucha… mucho empeño.

sábado, 26 de diciembre de 2015

05. Conquistando al hada. Almudena Verdejo

No sé qué maldición cayó sobre mí: alguien me convirtió en una ranita verde y estaba tan asustado que me puse a llorar y a pensar. ¿Será como el cuento, y vendrá una princesa que al besarme me convertirá de nuevo en persona?, me pregunté preocupado. Estaba en estas cavilaciones cuando se acercó un sapo, me contó sus penas y me aconsejó que fuera más optimista, pues vendría un hada que nos ayudaría si fuéramos capaces de contentar a su exigente jefa: el hada mayor.

Cuando llegó me puse a dar volteretas tan espectaculares que la dejaron entusiasmada y perpleja. Después me senté junto a su falda y le canté una linda canción que me cantaba mi madre para dormir. Noté en su cara lágrimas de emoción y me dio un beso que me convirtió en una pequeña niña pecosa más fea que la rana que era anteriormente.
!Porras!, ¿Para eso me he pasado yo el día intentando conquistarte?, grité malhumorada.

viernes, 25 de diciembre de 2015

04. Los sensatos y el loco. Antonio López de Lerma


- ¿Tenemos casa?
- ¡Siiiiiiiiiiiii¡
- ¿Tenemos dinero?
- ¡Siiiiiiiiiiiii¡
- ¡Pues vayamos a la conquista del amor!
Mientras todo el ejército, con su líder al frente, lanzaban la ofensiva, el loco, intentando evitar el desastre, gritaba desde el árbol: ¡Parad sensatos, se os olvida el corazón!

domingo, 20 de diciembre de 2015

03. Siempre conquistando. Antonio Nieto



Cuando era un adolescente soñaba con conquistar a Inés, una preciosa pecosilla de quince años que me robaba el corazón. Después, ya más mayor, quise conquistar el mundo hasta que me di cuenta que este era demasiado extenso. Hoy me conformo con conquistar cada día de la vida…

viernes, 18 de diciembre de 2015

02. El mes de las conquistas. María Pulido Cortijo

Diciembre, el mes de las conquistas. Mes de conquistar sueños, ilusiones, esperanzas, alegrías, amistades, amor y felicidad .Te replanteas todo lo que ha sucedido en este año pasado, todo lo bueno que has hecho, todos los sueños cumplidos junto a tus seres queridos y piensas si lo que estas haciendo te hace realmente feliz. En este mes de diciembre también empiezas a pensar en el año que viene, a planear lo que harás y las esperanzas en el futuro año que vendrá. Todo lo que pasará en otros trescientos sesenta y cinco días que terminarán en otro bonito diciembre.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

01. Un viernes hace 36 años. Asdrúbal Sasamendi

Era un viernes, tenía 60 años, cuando me topé con mi profesora de francés dirigiéndose al ascensor. Me quedé sorprendido por su invitación a tomar un café. Bajamos a la cafetería y ella me empezó a preguntar con discreción sobre mi esposa fallecida.

Me satisfizo tanto poder contar con alguien que parecía entender lo que yo sentía en el interior, y me hizo mucha ilusión el poder reencontrarme con ella el lunes y poder invitarla esta vez yo a tomar un café. Por primera vez sentí que esa persona entraría en mi alma y en mi vida y que durante muchos años me trajo la paz y la felicidad que yo tanto necesitaba. Hoy lloro su pérdida mientras vivo el vacío que su ausencia me produce desde que falleció el año pasado. 

Conquistando a mi alma, esa mujer me devolvió la vida y la esperanza, y su nombre era Renée. Teniendo casi 97 años, sigo con la esperanza de que algún día no muy lejano pueda reencontrarme con ella.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Charla y presentación en el Herbolario Doemi



Ayer, 10 de diciembre, a las 19:30 horas, Valentina Velázquez y Antonio Nieto presentaron el libro de cuentos de La Gallipata y el pequeño glotón de libros y otros cuentos para soñar, escrito por ella y por Victoria Gómez, y el libro de los microrrelatos que aparecieron en este blog en 2014 Microrrelatos 2014, en el Herbolario Doemi, Avda. de Canillejas a Vicálvaro, 63 (Madrid). Fue una charla interesante y amable en la que, además de hablar de la importancia y la necesidad de escribir, no sólo como motivación, sino también para aprender a mirar y sentir el mundo que nos rodea, informaron a los asistentes sobre qué es la ELA y sus necesidades y del apoyo que se obtiene a través de la asociación adEla. 


El herbolario pondrá a la venta ambos libros para colaborar así a recaudar fondos que ayuden a un mayor número de pacientes.

También nos invitaron a participar en su Concurso de microrrelatos en verde que hacemos extensivo a todos vosotros:  

http://herbolariosdoemi.com/prensa/129-i-concurso-microrrelatos-en-verde

¡Anímate y participa!

Av. de Canillejas a Vicálvaro, 63
28022 Madrid.
Av. de Canillejas a Vicálvaro, 63
28022 Madrid.

Ganadores de noviembre 2015

Encendidas ya las luces de Navidad, adornados los arbolitos e iniciadas las copiosas comilonas con amigos y familiares, vamos a hacer un pequeño paréntesis entre digestión e indigestión, para abrazar un gran microrrelato, el que, a nuestro juicio, reúne mejor concisión, mensaje y emoción y merece alzarse el premio del mes de noviembre:

Ganador: Jesús Pulido "Mamuts"
Finalistas: Asdrúbal Sasamendi "Silencio después de cenar" y José M. Nieto "Ya no estás".

Cada vez que leo el relato de Jesús Pulido, el estruendo de los mamuts me deja aturdida durante un rato y me distrae de mi preocupación por su hija. Es lo que tiene un buen microrrelato: profundidad, una historia vista y otra oculta. Y gancho para su relectura.

Gracias por participar y regalarnos estos agradables momentos de lecturas inquietas y placenteras. Gracias Jesús, Asdrúbal y José M. y a los demás participantes por estar mes a mes contándonos vuestros cuentos. Y a vosotros, lectores, por acompañarnos.





jueves, 3 de diciembre de 2015

Diciembre: el mes de las conquistas



Según el diccionario de la Real Academia Española, conquistar:

Del lat. *conquisitāre, de conquisītum 'ganado'.
1. tr. Ganar, mediante operación de guerra, un territorio, población, posición, etc.
2. tr. Ganar, conseguir algo, generalmente con esfuerzo, habilidad o venciendo algunas dificultades. Conquistar una posición social elevada.
3. tr. Dicho de una persona: Ganar la voluntad de otra, o traerla a su partido.
4. tr. Lograr el amor de alguien, cautivar su ánimo.

Es decir, que este mes podemos conquistar territorios inexplorados, sueños imposibles o el amor de una persona que nos obsesiona pero no sabe que existimos. También, como el personaje de este excepcional microrrelato de Ana María Shua, podemos conquistar una vida propia y nuestra propia familia muchos años después. Todo es conquistable, basta con soñarlo. Ya estamos deseando saber qué vais a conquistar vosotros.


Equilibrista nato

A pesar de su evidente aptitud, el hijo del equilibrista se resiste al oficio que pretende imponerle su padre. En la gran ciudad, seducido por la muchacha del público, el adolescente huye con una familia de abogados.
Muchos años después, exitoso y agradecido, visita el circo para reconciliarse con su padre y para compartir con su familia la fortuna que ha logrado reunir haciendo equilibrio en el filo de la ley.

Fuente: Ana María Shua  
Fenómenos de circo
Ed. Páginas de Espuma

jueves, 26 de noviembre de 2015

06. Ya no estás. José M. Nieto

"“Qué idiota”,  pensé mientras contemplaba el segundo par de cubiertos que se acostaba sobre el mantel. Hacía dos semanas ya, pero seguía repitiendo el mismo error una y otra vez, como si mi mente fuera incapaz de aceptarlo.
Dos semanas en las que vivía por inercia, donde cenar se había convertido en un mero trámite, una absurda burocracia que seguía llevando a cabo por simple supervivencia. La verdad es que no sé qué me daba más miedo, si la terrible observación de su silla vacía o lo grande que se me había vuelto la cama desde que ella no estaba. Solo lo superaba el vértigo de volverme a enfrentar al teléfono sonar, a las explicaciones a medias y a las excusas baratas.
La vida había perdido la gracia, como un chiste viejo, como un humorista de los 90. Ahora en mi cadena perpetua solo quedaba un pasillo a oscuras, una entrada individual y la única compañía de ese asfixiante silencio después de cenar. 

miércoles, 25 de noviembre de 2015

05. Mamuts. Jesús Pulido

Comentamos lo ocurrido, cenábamos charlando sobre aquello destacable, sin sesudas charlas sobre nada, aquellas pequeñas cosas que llenan el día a día eran el motivo de nuestra atención, recordábamos lo pendiente del mañana para que todos lo tuvieran presente y no afectase a su cotidianedad en demasía. Terminamos y fui al salón, reinaba el silencio después de cenar cuando un estruendo arrasó la tranquilidad: un rebaño de mamuts iba despavorido por la calle y mi hija mayor no me lo había dicho.

martes, 10 de noviembre de 2015

Ganadores de la vuelta al mundo de octubre



Después de miles de kilómetros recorridos, de todos los aires que hemos respirado, de viajar alrededor de la inmensa galaxia que es nuestro mundo interior, sólo tenemos palabras de agradecimiento hacia todos vosotros, por evocar, a través de vuestros microrrelatos, la inmensidad de la vida contenida en los sentimientos y emociones que nos conforman. Gracias por recordarnos que el mundo es más pequeño que nuestra necesidad de ser felices, mucho más, aunque en ocasiones haya que viajar, lejos, muy lejos, para descubrir el rincón más valioso de nuestro yo.

Hacía mucho que no teníamos dos finalistas, pero este mes de viajes lejanos, nos ha devuelto pequeñas historias dignas de volver a ser leídas una y otra vez. Por ello, creemos que los ganadores son:

Ganador:  La vuelta al mundo. Asdrúbal Salsamendi
Finalistas: La caída de las hojas. Antonella Brunetti
               Volviendo a gatear. José M. Nieto

Enhorabuena y gracias por compartir con todos nosotros vuestra imaginación y ofrecernos esos viajes tan gratificantes que tanto bien nos han hecho.

lunes, 9 de noviembre de 2015

04. El telediario. María Jesús Silván

En casa de mis padres se cenaba, ineludiblemente, a la misma hora, a la hora del Telediario. Entre charla y bocado, el murmullo de las noticias.
También ineludiblemente, ya a punto de terminar, había un momento en el que mi padre, tintineaba en su vaso con el cubierto y decía con autoridad: Ahora silencio, que van a dar el tiempo.

sábado, 7 de noviembre de 2015

03. El olvido. Antonio López de Lerma

Al llamar a la puerta del caserón esta se abrió, el artista dolorido entró refugiándose de la fuerte lluvia y viento, a la izquierda de la estancia vacía una amplia escalera se alzaba, él siempre había querido subir a lo más alto como cuando se aprovechó del amor de la marchante de arte, que nunca se recuperó del abandono una vez que él consiguió la fama.
Ahora sentado en el suelo apoyado en la pared, qué lejanos le parecían los aplausos recibidos en la cena de su homenaje, en su mente resonaba la nefasta decisión por no haber dicho que no al ofrecimiento de esa última copa.
Fuera, la tormenta ha dejado paso a la calma y el coche calcinado es ya solo una mancha negra junto al árbol destrozado. Dentro, sus costillas rotas por el impacto con el volante han destrozado sus pulmones, notando cómo la vida se escapa así recordó su lucha por ser valorado y cómo en la batalla olvidó su verdadero valor, ese valor intrínseco que nadie le puede dar ni quitar, el valor que tiene todo ser nacido solo por ser, el valor de un bebé.
Con la conciencia de ser, escuchó el silencio de los no aplausos y el sonido de su mente se unió a ellos.

jueves, 5 de noviembre de 2015

02. Incertidumbre. Antonio Nieto

Nuestro amigo Yordi había venido a cenar aquella noche a casa. Hacía tiempo  que no lo veíamos y su presencia siempre fue gratificante. Poseía el don de la palabra y sus conversaciones siempre  llenaban un espacio de interés, donde otros lo hacen de estupideces. Nuestras conversaciones siempre fueron constructivas, llenas de puentes por donde llegar al razonamiento del otro y admitir lo coherente; ¡no había mejor conversador que Yordi!
La cena empezó como siempre: chistes blandos que no hieren a nadie, pensamientos donde el absolutismo de la razón está ausente y por supuesto las bromas típicas del fútbol. Todo se desarrollaba felizmente y según lo previsto. Saboreábamos un buen Napoleón en copa caliente, tal y como le gusta a mi amigo. Ana, mi mujer, encendió el televisor del salón con el ánimo de crear ambiente. Apareció la cara del presentador de la Cinco y las primeras imágenes que mostraban el parlamento de Cataluña. La presidenta acababa de anunciar la República catalana. De repente se hizo un silencio; nos miramos de forma incomprensible y el tiempo se hizo eterno. Se excusó y salió de la casa: desde entonces no he vuelto a saber de él.

lunes, 2 de noviembre de 2015

01. Silencio después de cenar. Asdrúbal Salsamendi

El silencio después de cenar se continuó en el salón. Nadie quiso romperlo y todos se mantuvieron en un silencio profundo. ¡Era como todos los días! El ambiente frío y casi de lucha se mantenía de forma constante. No había manera de convencer a esa familia de que sólo hablando se podían solucionar sus problemas, pero nadie cedía ante esta posición, quizás porque si hablaban se consideraban perdedores y el silencio los mantenía unidos y en una paz más o menos aceptable. Todos sin embargo esperaban que alguien se lanzara a combatir ese terrible y espeso silencio en el que vivían...

En noviembre..... un silencio después de cenar

Llega noviembre sigilosamente, escondido tras una densa cortina de agua, intentando que el frío que viene detrás pase desapercibido. Y llega con ese silencio sospechoso que preludia una cascada de acontecimientos inevitables,  como el que se produce antes de un maremoto o, para poner un ejemplo más conocido, el que se palpa en una cena familiar, después de un comentario tan inadecuado como inoportuno, y que detiene el entrechocar de los cubiertos, convierte el masticar en un nervioso rumiar, y las miradas acechan las reacciones ajenas. Ese silencio, denso, casi sólido, es el que queremos que agarres, moldees y nos cuentes. Como siempre, apelamos a tu imaginación y buen hacer, y nos callamos para dejarte pensar.... en silencio.

Mientras, lee este silencio chino:

EL EMPERADOR DE CHINA - MARCO DENEVI
Cuando el emperador Wu Ti murió en su vasto lecho, en lo más profundo del palacio imperial, nadie se dio cuenta. Todos estaban demasiado ocupados en obedecer sus órdenes. El único que lo supo fue Wang Mang, el primer ministro, hombre ambicioso que aspiraba al trono. No dijo nada y ocultó el cadáver. Transcurrió un año de increíble prosperidad para el imperio. Hasta que, por fin, Wang Mang mostró al pueblo el esqueleto pelado, del difunto emperador. ¿Veis? -dijo - Durante un año un muerto se sentó en el trono. Y quien realmente gobernó fui yo. Merezco ser el emperador.

El pueblo, complacido, lo sentó en el trono y luego lo mató, para que fuese tan perfecto como su predecesor y la prosperidad del imperio continuase.

miércoles, 28 de octubre de 2015

07. Y.... Beatriz Calvet

No entendía porque teníamos que haber discutido esa noche, justo antes de su gran viaje. 
Por la mañana cuando me desperté ya se había ido, no podía dejar de darle vueltas. ¿Y si ya no me quería? ¿Y si todo se hubiese acabado? No lo pensé, me fui directa al aeropuerto mientras con el móvil lograba sacar un billete, con suerte podría encontrarle en Londres antes de que tomara el segundo avión. 
Mi vuelo se retrasó, cuando aterricé en Heathrow su móvil daba señal de apagado. Miré su vuelo y ya había despegado. Cada vez estaba más nerviosa y decidí seguir. No podía  creer que estaba volando a Japón, era la locura más grande de mi vida y había momentos que no sabía si reír o llorar. Después de más de 11 horas aterricé en Tokio. Le llamé y casi no me lo podía creer cuando contestó al teléfono. Cogí un taxi y fui a su hotel. Vi cómo se le llenaban los ojos de lágrimas.
- Lo siento, te quiero. ¿Quieres casarte conmigo?
- Si, claro
- ¿Nos vamos a Las Vegas y nos casamos?
Y nos fuimos a Las Vegas. Y nos Casamos. Y volvimos a Madrid.
Habíamos dado la vuelta al mundo.

lunes, 19 de octubre de 2015

06. Volviendo a gatear. José M. Nieto

Mucha gente piensa que viajar es elaborar un álbum de fotos con el que luego poder alardear en las redes sociales o es una forma de parecer sofisticado en tu círculo de amistades. Pero hay algo ello que lo hace más refrescante y profundo.  Viajar es hacer una cesárea a la rutina, a la lista de la compra, a las zapatillas de andar por casa o a él café de máquina.  Cuando uno viaja se separa del cordón umbilical de su zona de confort, como el niño que asalta al mundo exterior después de un largo tiempo en la seguridad de su madre. Ese astronauta que abre bien los ojos para recoger todo un escenario nuevo para él, ese niño que se da de bruces con un montón de personas que hablan un idioma que desconoce. Cuidando cada uno de nuestros inseguros pasos en el nuevo territorio, completamos el álbum de nuestra existencia con nuevos sabores, olores, lugares y personas. Al mismo tiempo aprendemos, porque nos damos cuenta que viajar es descubrir que lo desconocido no tiene por qué ser malo y que lo diferente no tiene que ser incorrecto.  

Ganadores de septiembre

Después de cosechar y meter en barricas el vino joven, lo hemos envejecido para bebernos, con profundo deleite y placer, el mejor de todos que, a nuestro juicio de catadores expertos en vinos hechos con racimos de letras son:

Gran reserva: Valentina Velázquez con La vida es un tesoro
Crianza: Chus Silván, con Común-unión

Gracias por compartir con todos nosotros vuestra imaginación y ofrecernos esos magníficos tragos literarios que tan bien nos han sentado.


domingo, 18 de octubre de 2015

05. Viaje digital plus. Antonio Nieto

Viajar y conocer gentes y culturas es el sueño de casi cualquier mortal. Sin embargo, no es fácil sin medios darse una vuelta por el globo terráqueo para conocerlas, salvo que quieras darte de baja del Canal +. Entonces uno empieza a conocer personas con diferentes acentos, a veces difíciles de entender, a través del número de atención al cliente. Una joven peruana, dos colombianos, un costarriqueño y un paraguayo han sido mis últimos interlocutores con los que he tenido la suerte de dialogar en las dos últimas semanas. Ninguno de ellos me ha resuelto el problema, pero  su manera de ver la vida y el sentido de los razonamientos de cada uno de ellos para no poder acceder a la baja, me ha permitido ampliar mis conocimientos en especial en el campo de la psicología y, además, saborear las distintas  culturas.  Teniendo en cuenta que, según los expertos, me quedan al menos un par de meses para lograr mi objetivo, me emociona saber que me queda al menos una parte de gentes de otras tierras lejanas con las que podré dialogar, razonar, e incluso sentir emociones como la ira, la cólera y la risa floja y todo a”lowcost” 

martes, 13 de octubre de 2015

04. Últimas voluntades. Valentina Velázquez


Era su última voluntad y, para mí, un anhelado proyecto al que renuncié cuando nació nuestro primer hijo: la vuelta alrededor del mundo. El sueño que abracé siendo estudiante de antropología ya lo creía enterrado bajo mil tumbas de historia; pero Mario descubrió su latencia en mil pliegues de mi cuerpo, porque con el tiempo habíamos aprendido a descifrar el mapa de los gestos.
Día tras día susurraba, como una letanía, que era la última oportunidad de renovar nuestro amor y reencontrarnos; me apremiaba a empezar el viaje antes de su muerte, con una pasión que parecía propia de otro mundo.
Después de una noche de confidencias inconfesables, me puse en marcha con la incomprensión de mi familia pero acatando nuestras últimas voluntades.
Desde cada lugar significativo, enviaba una carta a Mario, y a medida que leía, su cara recobraba un brillo, una expresión entusiasta, desaparecían las arrugas de su piel, movía su cuerpo… Cuando yo recibía sus cartas, me sentía transformada y el espejo me devolvía la juventud perdida. Un buen día, terminado ya el recorrido, nos encontramos: jóvenes, ágiles, entusiastas, amando la vida de nuevo. No reconozco el lugar pero es hermoso…

Dicen que nunca encontraron nuestros cuerpos, pero siguieron llegando cartas; y como nadie supo hallar los lugares descritos, terminamos siendo leyendas de cuenteros.


jueves, 8 de octubre de 2015

03. La vuelta al mundo. Astrubal Salsamendi

Yo era un cirujano plástico y tenía una sola aspiración: casarme con la mujer más hermosa que yo era capaz de concebir. Busqué la estructura ósea de esa mujer que me pudiera servir para transformarla en la mujer más hermosa de todas. Solo tenía un problema: por la noche cuando se iba a dormir, desaparecía todo lo que yo había hecho; su cara obtenía un color gris pálido y triste y en la mañana siguiente, con el maquillaje, se volvía a la belleza que yo había logrado. Consulté con las flores del sur, del norte, del este y del oeste y no obtuve los resultados esperados. Estaba bien lo que había hecho como cirugía, pero yo quería que desapareciera ese retorno al gris opaco de su piel. La naturaleza me jugaba una mala pasada; nunca pude llegar a crear un producto del cual podía alcanzar el fin que perseguía. Decidí hacerme una vuelta alrededor del mundo para ver si con las distintas tecnologías hubiera algo que me pudiera ayudar. Hoy estoy sin esperanza de lograr el éxito que busqué.

domingo, 4 de octubre de 2015

02. De camino. Antonio López de Lerma

Iban la mar de bien, cuando Lentisco le dijo a Concha que hacía tiempo que no visitaban su playa favorita, ella le miró con asombro pues  solo hacía 30 años que salieron, empezaron a hablar de cómo estaría ahora, si sus arenas serían tan blancas y suaves, recordaron sus palmeras y la selva al fondo y aquellos momentos de tensión que pasaron en ella, donde por poco se salvaron de aquellos seres que les persiguieron e intentaron arrebatarles todo lo que tenían; de pronto un golpe de mar les sacó de sus recuerdos para darse cuenta de que se estaban perdiendo, las aguas ya no eran tan cálidas y su velocidad de crucero había bajado; así que observaron el entorno y por fin pudieron retornar a la cálida corriente del golfo en las que sus compañeras tortugas viajaban; y es que hay veces que no hay nada mejor que dejarse llevar por la corriente. 

viernes, 2 de octubre de 2015

01. La caída de las hojas. Antonella Brunetti

Llega el otoño. Momento en que la naturaleza deja caer sus hojas. No puede evitarlo porque tienen que aligerarse. Al contrario no hay espacio para las hojas nuevas que tocan llegar. A veces nos toca hasta podar ramas, para que los arbustos y árboles puedan resplandecer mejor todavía el año siguiente. Esto me deja reflexionar. Doy una vuelta alrededor del mundo que tengo en mi interior. ¿Que hojas quiero soltar? ¿Que es lo que ya no me sirve? ¿De qué peso me quiero liberar? ¿Cuántas hojas secas tengo ya desde hace un tiempo y es hora de dejar caer? La tierra está esperando para que caiga todo esto y las pueda acoger, reciclar y devolverlo a la vida para que se crea lo nuevo. ¿Y las ramas secas? Que me ayuden a podarlas con cariño y apoyo. El viento me da una sacudida y empiezo a dejar caer unas hojas. Sin miedo. Me libero y me tomo el tiempo con que quiero llenar mi vida de nuevo. Me tomo el tiempo para dejarme sorprender de la vida. Pero sobre todo me tomo el tiempo para descansar. El invierno invita a eso. ¡A un viaje interior alrededor del mundo interior!     

Octubre: mes viajero

Este mes emprenderemos un viaje largo e intenso. Apretaos los cordones, meted en la mochila sólo lo imprescindible y preparaos para iniciar un periplo alrededor del mundo. Atravesaréis valles con bosques tan espesos que las hierbas no conozcan la luz del sol; montañas coronadas por enormes neveros que añoran un poco de calidez; países en los que el aroma a especias es tan intenso, que casi chorrea en el aire. El mundo es diverso, variado, único. Y vamos a conocerlo entero.

En esta ocasión os voy a escribir el cuento La muñeca de Kafka, escrito por Jordi Serra i Fabra, a quien supongo que conocéis. Es un poco largo pero merece la pena ser leído. Es una verdadera maravilla y, estoy segura, que lo valoraréis en su justa medida. Si tenéis niños cerca, invitadlos a leerlo. Veréis cómo se abren sus ojos ante esta maravillosa historia.

LA MUÑECA DE KAFKA
Aquella mañana del 2 de diciembre de 1923 Franz Kafka volvió a despertar con fuertes dolores de cabeza. Al pie de su cama, tratando de ocultar su preocupación, le observaba Dora. Desde hacía algún tiempo a Franz le costaba mucho conciliar el sueño y cuando por fin lo conseguía se levantaba con terribles jaquecas que le incapacitaban para sus obligaciones de escritor.
-Franz, creo que deberías salir al parque. Te vendrá bien tomar algo de aire fresco.
-No creo que mis pulmones atacados por la tuberculosis se merezcan ese aire fresco del que hablas, pero por ti y por este dolor de cabeza que me atormenta bien merece la pena intentarlo… -Convencido, se levantó de la cama limpiándose la boca con su pañuelo carmesí.
Ya en el Tier Garten, le asaltó una de sus frecuentes lúgubres visiones. Podía verse a sí mismo tumbado en un ataúd. A su lado, Dora lloraba desconsoladamente mientras veía cómo el cuerpo de su amado se descomponía. Su piel se iba difuminando y detrás comenzaba a aparecer un grosero monstruo de piel oscura… En ese momento los llantos de Dora en su imaginación se fusionaron con los de una preciosa niña que apareció a sus pies.
-¿Qué te ocurre pequeña? -Le preguntó conteniendo un nuevo acceso de tos.
Corriendo se acercaba la madre de la niña. Ésta se disculpó y le explicó que su hija había perdido su muñeca, un regalo que su padre le dio el mismo día que les abandonó para ir a luchar en la Gran Guerra. Su marido había fallecido un año después en las trincheras de Rusia, dejando a aquella muñeca como el único recuerdo que le quedaba a Erika de su padre.
Tras escuchar la historia, Franz sintió una gran compasión por la niña y su madre. Conmovido, supo de inmediato lo que debía hacer.
-Supongo que tú eres Erika, ¿verdad? -gritó Franz para hacerse oír por encima del llanto de la niña, que sólo en ese momento fue consciente de la presencia de aquel hombre.
-Sí…-balbuceó mientras dirigía una mirada interrogante a su madre. ¿Quién es usted?
-Espera… mejor me aseguro, no sea que me vuelva a equivocar…-Erika contemplaba con ojos vidriosos y expectantes a aquel extraño que parecía conocerla-¿Cómo se llama tu muñeca, Erika?
-Matilda señor, se llama Matilda, ¿la ha visto usted?-La esperanza inundaba ya el rostro de la niña.
-¡Vaya! Pues resulta que traigo un mensaje importante de Matilda…
Franz le explicó a la niña que su muñeca había tenido que emprender un inesperado viaje y que sentía mucho no haber podido despedirse de ella. Además, Matilda le prometía que iba a escribirle una carta cada semana contándole sus aventuras.
Al terminar aquel encuentro fortuito, y sin que la niña se percatara, Franz pidió la dirección a la madre y se comprometió a escribirle semanalmente firmando con el nombre de Matilda.
Desde aquel día Dora quedó maravillada por la influencia que aquella niña tenía en el estado anímico de Franz. A pesar de los persistentes dolores y problemas de insomnio que le atormentaban, siempre conseguía sacar fuerzas para redactar sus cartas. Entre Franz y la niña había nacido un fuerte vínculo que le ayudaba a luchar contra su enfermedad. Erika se había convertido así en la hija que nunca tuvo.
Muchas de las cartas eran cuentos infantiles con alguna moraleja impactante, otras eran sencillos relatos con pasajes autobiográficos de la vida de Kafka narrados por Matilda. Sólo durante dos semanas no pudo cumplir con su promesa: la primera fue la semana de Navidad en la que Franz sufrió una fuerte pulmonía y tuvo que volver a Praga. La segunda fue la última semana de marzo, cuando la tuberculosis le afectó a la laringe.
Cuando leas esto Franz ya estará conmigo y no podrá volver a llevarte mis cartas. Por eso te pido Erika que no te preocupes, estaremos bien juntos jugando todo el día. A los dos nos gustaría que fueras feliz y nos recordaras con alegría en lugar de con aquellas lágrimas que tenías cuando Franz te conoció.
Siempre tuya,
Matilda
Praga, 3 de junio de 1924


miércoles, 30 de septiembre de 2015

04. La vida es un tesoro. Valentina Velázquez

Era frágil. Pero hubo un tiempo… Así se podrían contar las historias que fue desgranando Rogelio, al calor de la compañía de unos cuantos extraños, que dejaron de serlo entonando varios brindis con un cálido vino de Ávila. 
Al recuerdo de la fragancia de magníficos vinos de su terruño, debió asociar la alquimia de los perfumes de la India y de Egipto y otras hierbas…, que sacó rápidamente del maletín de su andador. A medida que nos interesábamos por él y lográbamos descifrar con dificultad, aunque con empeño, los sucesos de su vida, seguía mostrando tesoros. Tesoros de una vida. La vida que es un tesoro, tan importante para cada uno; tan frágil, quebradiza como las palabras sin sonido, como los sonidos rotos que salen de las tripas para hacerse oír, sentir. Ahí estaba: nuestra atención y la sonrisa de Rogelio como premio. Y como premio también el frasquito de perfume de la India y el poema recitado a Pilar, de la que quedó prendado. 

sábado, 26 de septiembre de 2015

03. El extraño y la envidia. Antonio López de Lerma

Cuando él llegó, el ambiente estaba espeso, un monstruo verde invadía los corazones de los cuatro individuos; sus frases, llenas de razones, pujaban por conseguir la aprobación y el elogio de los otros, aunque en el fondo cada uno pretendía ser aquello que anhelaba de sus compañeros.
Buenas tardes, dijo el extraño; callaron y con curiosidad, salieron de la oscura y banal charla. El extranjero, dando titubeantes pasos, se apoyó en la mesa para suavizar su caída, quedando tendido en el suelo.
Los cuatro contertulios, se apresuraron a auxiliarle, uno se quitó la chaqueta y se la puso de almohada, otro puso su mano sobre el hombro del desconocido que con sus ojos, ya abiertos, agradecía el contacto, el más bajito le dijo “no temas”, produciendo un suspiro de tranquilidad en el yacente, y el cuarto le poso sobre los labios un vaso de vino.
Ya recuperado, y sentados los cinco en la mesa, donde cinco vasos rodeaban una jarra de vino, el recién llegado se dispuso a contar su historia,  y una lluvia de aventuras y relatos ocurridos en tierras lejanas empaparon el ambiente; y el monstruo verde se transformó en azul.

02. Común-unión. Chus Silván

La tradición de mi familia era formarse para llegar a ser un buen vino;  a mí me comió un mirlo glotón. Al principio me asusté muchísimo, sin embargo, enseguida empecé a sentirme muy muy a gusto, vamos como si llevará allí toda mi vida. Volaba con el mirlo, notaba el aire,  si él tenía frío, sentía el frío,  si era feliz, felicidad,  si miedo, también me asustaba,  ¡su alimento me alimentaba! ¡Que placentera comunión! 

sábado, 19 de septiembre de 2015

01. Vino celestial. Antonio Nieto

Mi profesión de enólogo empezó cuando terminé el bachillerato y comencé a reflexionar sobre lo que haría con mi vida. No me gustaban ni las matemáticas, ni el arte, ni ser soldado,  los deportes y mucho menos político corrupto. Nada en mi corta vida me había llamado en exceso la atención. Bueno, sí, cuando fui monaguillo y tramaba probar el vino que  D. Anselmo guardaba celosamente en la Eucaristía. Mis compañeros no se atrevían hacerlo, por aquello de que podría tratarse de  la sangre del Señor. Un día lo degusté, a pesar de las advertencias y consecuencias funestas de mi recordado sacerdote, y  todavía recuerdo aquel  reguero de placer  recorriendo mi garganta.  He hecho decenas de cursillos, paladeado centenas de catas y estoy considerado una eminencia en testar los caldos de tan noble fruto. Sin embargo, todavía no he llegado a reconocer aquel vino de mi niñez. Me he preguntado mil veces de qué clase de uva se trataría: Garnacha, Mencía, Monastrell, Cabernet Sauvinon, Merlot…, hasta que me di cuenta que aquello que tomé por primera vez a escondidas y de forma delictiva, no debería ser de este mundo, sino que era vino celestial. 

jueves, 10 de septiembre de 2015

Premios fresquitos de agosto

Este agosto nos hemos refrescado con el calor del desierto. Parece una locura pero, precisamente por eso, se han creado corrientes fresquitas que nos han aliviado el alma.  Ha habido historias divertidas, otras misteriosas y todas apasionantes. Y de entre todas ellas, la más curiosa y sorprendente, nos ha parecido que se merece el premio de este mes:

GANADOR: Por el desierto calentito de Antonio de Lerma
FINALISTA: Mi niño rosa de Valentina Velázquez

Enhorabuena a los ganadores y gracias por compartir con nosotros vuestros fresquitos desiertos. Ahora toca beber un buen vino para inspirarse adecuadamente.


Animaos a participar. Quien escribe disfruta el doble.

Resultado de imagen de desiertos frios

jueves, 3 de septiembre de 2015

En septiembre: un buena cosecha

Hola a todos y feliz vuelta a la normalidad, el orden y los horarios. Seguro que las vacaciones han enriquecido vuestra vida y han alimentado vuestra imaginación, así que ya es hora de cosechar los frutos de las lecturas, paseos y baños en playas y lagos. Para este mes os proponemos que hagáis vendimia y que produzcáis el mejor vino, uno joven, crianza o reserva, como queráis, pero a vuestro gusto, con matices que lo hagan inconfundible, entrañable y que os evoquen recuerdos y sensaciones para los que tengáis que inventar palabras.

Pero envasadlo con cuidado, no os vaya a suceder, al abrir una botella de vuestro vino, lo que al hombre de este micro de José María Merino:

AGUJERO NEGRO

El hombre pasea por la playa solitaria y encuentra, depositada en la orilla por las olas, una botella de cristal negro, con una señal muy extraña impresa en su tapón. Mientras lo desenrosca, el hombre piensa en sus lecturas de niño: el genio cautivo, los mensajes de náufragos. Abierta, la botella inicia una violentísima inhalación que aspira todo lo que la rodea, el hombre, la playa, las montañas, los pueblos, el mar, los veleros, las islas, el cielo, las nubes, el planeta, el sistema solar, la Vía Láctea, las galaxias. En pocos instantes, el universo entero ha quedado encerrado dentro de la botella. El movimiento ha sido tan brusco que se me ha caído la pluma de la mano y han quedado descolocados todos mis papeles. Recupero la pluma, ordeno los folios, empiezo a escribir otra vez la historia del hombre que pasea por la playa solitaria.

Fuente: Antología del microrrelato español. 
Edición de Irene Andrés-Suárez. 
Cátedra- Letras Hispánicas

sábado, 22 de agosto de 2015

05. Mi niño rosa. Valentina Velázquez

Dicen que se me metió una niebla, negra y esponjosa, en el corazón. Tan negra que empapaba mi entendimiento. Tan esponjosa que inundaba todo mi cuerpo como de gelatina al sol.
Recuerdo aquel viaje, perdido en el abrasador desierto del Sáhara, con el niño guía tuareg. Un lugar donde las nubes pasan de largo; los lagartos salen al mediodía a calentarse; y el viento, liso y delicado, con su soplo lánguido, dibuja formas diferentes en las suaves dunas, bellas e interminables. El niño guía no sabe su edad, ni le importa: vive, sólo vive.
Y es que, ahora, la risa fresca de mi niño rosa recorre mi cuerpo calentándolo, casi quemándolo. Salgo como un lagarto a absorber su luz, y dejo que mi niño con su piel de rosa descargue una nube de pétalos aterciopelados con su alegría y enjuague mi sudor con su ternura, reanimando mi espíritu hasta alejarme de este desierto que es más que un recuerdo en estos días.
Y me empuja a ver en la niebla y a sentir la cálida frescura en el desierto y a vivir como el niño guía: contemplando el inmenso horizonte donde todo es posible.

jueves, 13 de agosto de 2015

04. El desierto fresquito. Belén Molina Moreno.


Por más años de convivencia que hubieran transcurrido, las discusiones no habían hecho más que aumentar y siempre acababan en el rojo desierto de la ira. 
Ahí no se ve ni se siente nada, absolutamente nada más que el calor abrasador del furor. Ni los párpados hacen lágrimas, ni la nariz segrega mocos, ni la boca puede salivar. 
Es el desierto absoluto y la lucidez está tan aplastada como el resto del cuerpo, aunque cuando alcanza una brizna de razón, salen las lágrimas, los mocos, la saliva y un chorro de gritos que señalan el horizonte y alivian el calor abrasador. 
La travesía no ha terminado, pero ahora el desierto está fresquito y es más fácil avanzar. 

lunes, 10 de agosto de 2015

Ganadores de junio y julio

Con mucho retraso debido a las vacaciones estivales pero, por fin, vamos a proclamar a los ganadores de los meses de junio y julio.

JUNIO: Los exámenes finales
Ganadora: Belén Molina con La pluma que no sabía escribir
Finalista: Valentina Velázquez con Y tú ¿en qué espejo te miras?

JULIO: Naufragios 
Ganadora: Valentina Velázquez con El náufrago
Finalista: Almudena Verdejo con El náufrago

Como sois pocos, podemos leer y releer vuestros relatos con la suficiente atención para percatarnos y disfrutar con la evolución de vuestro talento. Se nota que cada vez exigís más a vuestras pequeñas historias, huis de las repeticiones y se hace visible vuestra maestría a la hora de escribir. Desde microadEla os animamos a seguir participando y compartiendo con todos nosotros vuestros microrrelatos.

Y, aunque no hace falta que nadie os lo diga y más a estas alturas de las vacaciones: ¡FELIZ VERANO!


jueves, 6 de agosto de 2015

03. En el desierto calentito. Chus Silván

Benu es una nube regadora, una de esas nubes que alimentan los campos y  limpian  pueblos y ciudades  con su agua regeneradora.
Un día, iba con sus compañeras, cumpliendo su función, haciendo su ruta de riego;  en esta ocasión le tocó depositar su agua en un jardín tan hermoso que se entretuvo más de la cuenta,  disfrutando con los brillos que producían sus gotas; ella dejaba caer una suave lluvia y las gotas quedaban suspendidas en las hojas, en las ramas, parecían perlas con las que el sol jugaba a hacer pequeños arcoiris.
Tan ensimismada estaba, que no se dio cuenta de que sus compañeras, las otras nubes, habían seguido su camino.
Se encontró sola, no sabía por dónde seguir; sin saber qué hacer avanzó sin rumbo. Pronto encontró bajo ella un terreno desconocido, ¡nunca había visto una tierra tan amarilla, y que calor! Exhausta empezó a sudar, desconsolada lloró y lloró. Por suerte un viento amigo le echó una mano y pudo reunirse de nuevo con sus compañeras.  ¡Uf, gracias amigo viento, de no ser por ti me hubiera evaporado con tanto calor!
Lo que nunca supo Benu, nuestra nube, es que casi casi había hecho un milagro, había sobrevolado un desierto y ahora, gracias a su sudor y a sus lágrimas, ese desierto se había convertido en un hermoso jardín. Gracias Benu!