Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

lunes, 28 de diciembre de 2015

06. Conquistando la vida. Valentina Velázquez


A través de la ventana miro los árboles: sobresalen los pinos con el verdor que más luce en este inicio de invierno navideño; un escalofrío recorre mi cuerpo al ver algunos con su pelado esqueleto; otros todavía mantienen sus hojas amarronadas, en un equilibrio estático, a merced de un soplo de viento…. 

Volverán otras hojas a conquistar las desnudas ramas y el árbol recobrará la calidez de su caricia en cada brote. Se dirán: “¡qué bien que volviste!” y “¡qué bueno que sigues aquí!”; el árbol, besando la tierra, tocará el cielo; el viento perfumado de lavanda y hierbabuena, abrazará cada hoja con su aroma y alguna se desprenderá ansiosa por conquistar las estrellas. Todo es una magnífica danza, vibrante movimiento. Me gusta imaginar, en esas pequeñas cosas, que la vida sigue teniendo un aire de conquista, habilidad, seducción, deseo; y en la lucha… mucho empeño.

4 comentarios:

  1. Siempre hay que ir conquistando tal y como hace la Naturaleza.
    Nos parece bellísimo tu micro y como diría nuestro amigo Ramón vas progresando adecuadamente. Feliz año, Valentina.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias y Feliz Año también para vosotros.

      Eliminar
  2. A ti te gusta imaginar y a mí mirar contigo la desnudez de los árboles en invierno y el viaje de la hojas hacia las estrellas. Es verdad: la vida tiene mucho de sorprendente, pero hacen falta relatos como el tuyo para que nos recuerden que tenemos la obligación de gozar con ellos. Gracias por compartir. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. La sensibilidad de la autora es encomiable. Pero ese sentimiento cae en ciertos lugares comunes. Aparte el lenguaje debe ser más exigente.

    ResponderEliminar