Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

miércoles, 28 de mayo de 2014

07. A fantasmear. Jesús Pulido


Ellos no querían beber nada. Los fantasmas nunca tienen sed pero le gusta jugar a las cartas. Llevábamos jugando 3 horas y mi montón de monedas estaba incólume: jugaban igual de mal que yo. Mis fantasmas del pasado y del futuro trataban de ganarme pero me defendía como podía: sus cartas las tenía que levantar yo al carecer ellos de manos, y eso, querid@s amig@s era mi gran baza e interiormente sentía una explosión de júbilo, pensad lo que os plazca pero yo era honrado, como tod@s nuestr@s dirigentes.

¡Y ahora me toca irme de boda, se casa el fantasma más joven con una fantasma de buena familia!, o de eso presumen aunque sea innecesario. ¿Luna de miel?, ni idea, a cualquier isla a fantasmear un poco más.

06. Sinapsis. Santa


De vuelta a casa, vi el recordatorio pegado en la nevera: ‘Relato de mayo, con tres palabras’.

Joder, las tres palabras… Salí de la cocina al salón para buscar las bases en Internet.
La clave del portátil… fecha de nacimiento…, la de mis hijos tampoco…
Llamaré a mi amiga Isa, clave pin ok; dibujo de bloqueo de pantalla…Z, V…, M…no.

Suena el fijo. Lo cojo, llaman para confirmar una reserva en Isla Margarita, Venezuela.
Le explico que se ha equivocado que yo no he pedido presupuesto ni viaje a Venezuela.

Voy a prepararme una infusión, necesito relajarme; luego recordaré las claves y asunto resuelto.
Llaman al timbre, cartero comercial. Ahora llaman a la puerta. Abro. Un tipo trajeado me abraza. Le separo de un empujón.

- Quién coño eres?- Dije.
Pablo, joder estás sin vestir…- dijo el trajeado.

Su cara me suena de algo.
–De qué nos conocemos, es una broma de cámara oculta…?-
Algo explota en el microondas.
–¿Has vuelto a tomar pastillas para dormir?-
-Creo que no…-
- ¿Sabes qué día es hoy…?-
- Miércoles veintiocho de mayo.-
- Exacto, el día de tu boda. –

En ese momento recordé lo que me dijo el doctor:
- Cada día usted pierde cincuenta mil neuronas; las restantes crean nuevas conexiones, sinopsis; para comunicarse.-
- Entonces no hay que preocuparse.- dije yo.

lunes, 26 de mayo de 2014

05. Tsunami. Belén Molina

Ha llegado la hora tan temida  de escuchar el grito de su nombre “Ahíra, te esperamos”. Ella, ataviada con un traje de seda bordado de oro y con el perfume dejado por  todos los cuerpos femeninos que lo vistieron antes, al escucharlo siente el mismo vacío que si hubiera recibido el impacto de una explosión.
Sabe que su vida ha llegado a su término. Se va a casar con el hombre que pujó más por ella. La boda se pactó hace un mes, tiempo en el que ella se ha instalado en una isla interior. No le hace falta ningún muro, el mar que la rodea es más que suficiente para hacerla  inexpugnable.
A su isla, esta afrenta no ha podido llegar porque el mar de lágrimas que la rodea la ha arrastrado como un tsunami  y la ha engullido, dejándole dibujada una expresión inexpresiva.
Ya sale con el brillo que le otorgan sus verdaderas joyas y su falsa sonrisa.

jueves, 22 de mayo de 2014

04. La vida. Antonio Nieto



Llevo sesenta y cinco años mirándome al espejo del cuarto de baño y no me reconozco. Pero ¿quién es ese individuo de cara triste, pelo gris, repleto de arrugas y papada? No hace sino un “rato” que aparecía aquel otro más alegre y de interesante aspecto: fue el día que nació Carlitos; lo recuerdo como una explosión de alegría. Y no digamos el individuo de pelo largo negro como el azabache, que se preguntaba si hacía bien en casarse con Ana, con boda de postín y luna de miel en la isla de Menorca.

El que más me gustó fue el del joven que se echaba gomina en grandes cantidades y retocaba su cabello una y otra vez hasta sentirse atractivo: era su primera cita y estaba delgado como un fideo. !Ah, casi lo olvido! También estaba aquel mocoso que abría la boca como una rana para ver como se le caían los dientes; después de aquello no recuerdo a nadie más.

Me pregunto si la próxima vez que me mire al viejo espejo aparecerá alguien. 

domingo, 18 de mayo de 2014

03. La superfamosa. Victoria Gómez

“Mama, me han seleccionao para participar en el concurso La isla perdida” - gritó la princesa del pueblo  tras recibir la llamada en su iphone.
Su participación en el programa le daba una gran tranquilidad ya que últimamente andaba pelada de dinero y para colmo había recibido una carta de Hacienda donde se le invitaba a pagar una importante cantidad.
Su curriculum le avalaba como una posible ganadora: su maternidad con el torero, la separación, sus  idas y vueltas, y el morbo que generaba hacían de ella la perfecta chica de barrio del papel cuché. Pensaba darlo todo ahora para escalar de nuevo a lo más alto.
Cuando llegó a La isla se encontró con el resto de sus contrincantes: ex-novios, titiriteros, chiquilicuatres y grandes hermanos. Ella estaba por encima de todos , pero tenía que sobresalir aún más para  ganarse los cien mil euros del premio.
La tribu de los Surama vivía en ese paradisíaco lugar. Así es como conoció a Tinei, un nativo de metro setenta y cara pintada.  De repente supo como vencer el concurso. Se casó con él, la boda se celebró por el rito local y fue una explosión en la audiencia. 
Una vez  mas fue portada en todas las revistas.

miércoles, 14 de mayo de 2014

02. Un corazón muy humano. Valentina Velázquez

Mi novio me plantó el día de la boda. No tuve tiempo de reaccionar, pues mis amigas me regalaron un crucero, con paradas en islas exóticas, para “gente aventurera”, o eso decía el folleto que dejaron en la habitación que compartía con Lola. ¡La alocada Lola!

En el trasatlántico conocí a un hombre dulce y amable que me hizo sonreír. Entablamos una curiosa conversación sobre lo divino y lo humano. Tocaron un tango y lo bailé hipnotizada entre sus brazos. Había pasión en nuestras miradas y química en nuestros cuerpos.

De repente una fuerte colisión me lanzó al cuello de Hugo que empezó a nadar como un campeón. Cuando llegamos a la isla, exhaustos, yo me incorporé y le vi una especie de espina en su cabeza que, aunque la quité con mucho amor, salió disparado y la explosión me dejó paralizada. No resulté herida... físicamente, debía estar programado para no causar daño..., pero me rompió el corazón que creía ya roto, y llena de culpabilidad abracé su palpitante corazón que cayó entre mis manos con una nota que decía: “Me crearon los humanos a su imagen y semejanza, aunque ellos no lograron serlo. Donde empieza mi evolución, acaba la suya”. Así rezaba el epitafio donde enterré su corazón. Y lloré por la pérdida de lo humano.

martes, 6 de mayo de 2014

01. Los zapatos del ahorcado. Juan José García Alcañiz

La primera vez que iba a una boda sin ser invitado.
La hija menor del influyente clan de los MacArthur se había casado con un truhán de medio pelo que había hecho algunos “trabajos” para la familia.
Se casó con el consentimiento del padre y contra la voluntad del resto del clan, especialmente de sus hermanos mayores.
Cuando entré en la propiedad vi la isla en medio del estanque con la orquesta muda. Creo que ya sabían que después de la marcha nupcial tocarían  una marcha fúnebre.
Fui conducido al despacho donde el recién casado colgaba del gancho de la pared como un trofeo de caza.
Resultaba patético ver al pobre infeliz colgando descalzo dos horas después de haber dado el “braguetazo” de su vida.
¿Dónde  estaban los zapatos? ¿Homicidio o suicidio “inducido”? qué más da. Yo sabía que nunca llevaría ante el juez a ningún miembro de aquella familia.
La noticia fue como una explosión cuya onda expansiva estremeció los pilares de la ciudad.
Un periódico daba la noticia con una foto del desdichado con los pies descalzos, el titular decía: Hay gente que hace cosas difíciles con la misma facilidad que quitarle los zapatos a un ahorcado.

Cosechando premios

En abril vimos paisajes entrañables, recordado experiencias inolvidables, olido la primavera e, incluso, hemos asistido al despertar de Iris y su familia. Así que, desde nuestro trono de flores, podemos anunciar los premios del mes:

Ganador: Trenes. Santa
Finalista: Poesía de primavera. Victoria Gómez

Enhorabuena a los ganadores y muchas gracias a todos por compartir con nosotros vuestras pequeñas historias. Recordad que cualquier cosa que queráis sugerir, cambiar o informar podéis hacerlo a través del correo: microadela@gmail.com


jueves, 1 de mayo de 2014

Para mayo, un reto.



Ya estamos en mayo, mes de las flores, las bodas y las comuniones. Como hemos visto que nadie anda escaso de talento ni imaginación, queremos proponeros un reto: escribir un microrrelato, de tema libre y más o menos 200 palabras, usando obligatoriamente estas tres elegidas al azar: boda, isla y explosión, en la posición que gustéis, en singular o plural, diminutivo o aumentativo, pero no valen sinónimos, deben ser esas tres. 

Ánimo, que es muy divertido. Ya veréis que, cambiando el orden de las palabras, su situación en el texto, la historia gira sola ante vuestros atónitos ojos. A modo de ejemplo, os dejo uno mío que espero os entretenga.


El paraíso

Cásate conmigo y te llevaré a la constelación que dibujan tus pecas, me dijo mi novio, de rodillas, regalándome un anillo con una esmeralda tan grande como una isla. Tal era nuestra felicidad que, a los pocos meses, él tenía lista la nave y la plataforma de lanzamiento y yo la ceremonia y el banquete. Al finalizar la boda, una enorme explosión cegó los emocionados ojos de mi madre, mientras yo arrojaba el ramo desde la ventanilla del cohete.

Después de atravesar galaxias, nebulosas y agujeros negros, aterrizamos en un planeta con aire limpio, frondosos bosques y océanos transparentes. Al principio nuestra vida era perfecta, los dos solos y enamorados en aquel paraíso fértil y solitario. Pero ahora vivimos escondidos, aterrorizados, sin apenas comer ni dormir, mientras ella sigue ahí fuera, al acecho, con su lengua viscosa y bífida, ofreciéndonos una inquietante y jugosa manzana. 

08. Los olores. Beatriz Calvet

Había sido un día como todos, en la oficina a las 9, el teléfono, los mensajeros, el ordenador. Menú del día con los compañeros, vuelta a casa, el metro, compra rápida en el súper y planchar la ropa para el día siguiente. Se metió en la cama cansada, pensando que no había pasado nada extraordinario aquel día, había sido uno como tantos.
Cuando se despertó por la mañana notó enseguida el olor. Con los años nos damos cuenta de que vamos asociando los olores a las personas, las cosas y las épocas de nuestra vida. Como aquel perfume que usaba su amiga cuando eran jóvenes, siempre que lo olía por la calle se acordaba de las largas noches de discoteca, la música, los chicos…O como el olor de los jazmines por la noche que había en los apartamentos que sus padres alquilaban todos los años en la playa, siempre que pasaba por un parque y los olía, automáticamente la cabeza se le llenaba de las tardes por el paseo marítimo, la visitas a la heladería y el cine de verano.
Aquella mañana el olor que entraba por la ventana era inconfundible y sin pensarlo sonrío, era el olor a primavera.