Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

miércoles, 26 de febrero de 2020

05. Pandora. Santa

Pandora esperó sentada en el suelo, hasta poder abrir la caja. Le temblaban las manos. En el interior, una rosa seca, una foto y una carta ilegible.

 “Te parecerá una locura, pero voy a quedarme en el puente, pase lo que pase. Yo soy el único ingeniero del batallón que sabe reconstruir el puente del ríMiljacka.

Recuerdo como apareciste en el puente mas famoso de Sarajevo con tu rostro escondido tras la cámara y tu melena ondeando como una bandera pirata.

Todos nos fijamos en tu sonrisa y en esos ojos negros que no conocían el miedo; fotografiando la locura de esta guerra entre hermanos. Nunca pude imaginar tanto sufrimiento hasta que lo vi plasmado en tus fotos

En una guardia descubrí un rosal junto al río. Después de la cena te llevé tres rosas con mis manos arañadas, con la ilusión de parar el tiempo y llevarte muy lejos; a un jardín de estrellas fugaces plantadas entre los dos. 

Tú sabías que ese instante, era lo único que teníamos…”

Como cada año Pandora abrazó sus recuerdos con una sonrisa y miró al cielo estrellado.

En la foto  Abdulah ofrecía sonriendo una flor. Detrás una fecha 14-Feb-1995.

viernes, 21 de febrero de 2020

04. El primer ecologista. Julián Rumbero

El origen de nuestro Valentín estaba en un día impreciso de febrero cuando se morían los bosques bajo el hacha de la futura Armada Invencible. Por enésima vez le contaba a sus nietos que su tatarabuelo guardó un manuscrito de origen incierto con la explicación de su nombre.  El primero de su familia fue un romano que no celebraba la fiesta de la fertilidad fustigando con látigos de piel de cabra la espalda de las mujeres. Lo suyo era bendecir el amor en su sentido más absoluto: compasión, dulzura y generosidad hacia todas las criaturas humanas pero sobre todo animales y vegetales. Amar el agua en sus fuentes y cursos, y el sol y a sus primos, incluidos los planetas enanos,  y  las estrellas en el firmamento.
A Valentina, jueza de lo civil, le gustó que el sacerdote Valentín se opusiera al emperador que prohibía casarse a los jóvenes pues eran mejores soldados si carecían de vínculos. Y es que, allá por el año 270, el curita seguía celebrando matrimonios. En cambio su hermano Valentín prefería cuando antes de ser decapitado se despidió de la hija de su carcelero con “tu Valentín”. El padre, según el manuscrito, les decía que su condena se debió a que no renunció a su religión. Por su parte, el abuelo ignoraba el enamoramiento y prefería la cura de la ceguera de aquella muchacha.
Con tantas opciones y alguna más que la Historia recoge, lo cierto es que Valentín viene de lejos y promete vivir mucho tiempo aún, siendo más necesario que nunca pues mueren los bosques y las islas de hielo de los osos blancos.

sábado, 15 de febrero de 2020

03. El amor era eso... Rosa Molina López

Me dijo que nuestro amor sería eterno, que sus abrazos desterrarían mi secreta e insoportable soledad, que la pasión sería ardiente y nuestra vida impermeable a la tristeza. Saboreé sus palabras y me imaginé entre sus brazos, sin tener que resignarme nunca más a mi supuesta incapacidad de amar, a una sexualidad de cópula efímera y vacía. Libre al fin de mi insignificante vida de mosca me posé, plegué mis alas y comencé a acicalarme, mientras la araña, susurrándome su amor intacto, me ataviaba con aquella tela tan elegante y tan parecida a la seda.

02. La hija de San Valentín. Belén Molina Moreno

No le hicieron falta ni dragones ni caballos, tampoco espadas ni ejército alguno para hacerse con el trono hogareño. Le ha bastado el encanto de su sonrisa y la ternura de sus manos regordetas extendidas hacia ti para que la tomes en tus brazos y sientas su calorcito cerca del corazón y así, por el arte de su magia, le susurres todo tu amor.
 
No tenemos la certeza de que la haya enviado San Valentín, pero lo que sí sabemos es que es una diosa del amor.

01. Distopía. Alicia del Caz López

- Abuelo, ¡cuéntamelo otra vez!

- Pues dicen que Cupido y Psique, aunque vivían juntos en el Olimpo, se echaban de menos. Después de tanto tiempo, habían perdido la pasión. Cuando se tocaban ya no notaban esas corrientes que les hacían cerrar los ojos y estremecerse, no sentían urgencia por besarse y recorrerse la piel. Cada vez había más cariño y menos amor. Pero los dos estaban dispuestos a hacer lo que fuera por desearse de nuevo, y a los dos se les ocurrió la misma idea al mirar el carcaj de Cupido apoyado en la pared. Era arriesgado, sus flechas sólo se habían probado con humanos y no sabían qué efecto tendrían en la carne divina, pero se decidieron.

No sin miedo, se colocaron uno frente al otro, cada uno con su flecha en la mano y, apuntando al corazón, las clavaron con fuerza: Cupido a Psique, Psique a Cupido. Cayeron a plomo perdiendo su inmortalidad. Sólo tuvieron tiempo de abrazarse: su mejor abrazo.
 
Hoy continúan abandonados, en aquella pared del Olimpo, el arco y las flechas que nadie ha vuelto a disparar jamás.
 
- Entonces, ¿fue así?

- Bueno, las leyendas inventan lo que somos incapaces de explicar. Ahora, ¡a dormir!

- Vale, pero mientras cierro los ojos, me cuentas de nuevo cómo era antes el mundo, cómo era aquello de enamorarse.

lunes, 3 de febrero de 2020

Febrero: Historias de San Valentín

Este mes toca despertar la vena romántica e inventar historias que nos hagan sentir el amor, el desamor, los sueños amorosos o las pasiones más exageradas que os podáis imaginar. El tema os lo proponemos nosotros, vosotros elegís el formato: puede ser una poesía, un guion cinematográfico, una carta, un diálogo, un microrrelato... las opciones no son pocas, porque cada uno necesita su particular manera de decir a otro lo más importante: te quiero, te abandono, te necesito, ¿te quieres casar conmigo?, ¡ahí te quedas..!

En fin, un mes más, damos las ideas, vosotros ponéis el talento. Esperamos leeros muy pronto.

Feliz febrero.