Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

lunes, 30 de mayo de 2016

02. Ida y vuelta. Santa

Pasó toda la noche llorando en el bus de vuelta. En Milán quedó el sueño de la primera copa.
A su lado dormía Ismael, más allá Enrique y Carlos… y Fele. 
- ‘Tendremos más finales y la próxima no se nos escapará’.- Dijo convencido Carlos con la botella de cerveza en la mano. Pero Iñaqui había gastado sus escasos ahorros en este viaje y en conseguir una entrada. Echó cuentas del tiempo invertido en el Vicente Calderón y en estadios de todo el País y parte de Europa; y no le cuadraron.
En Madrid, Mariví trabaja los fines de semana cuidando a personas con dificultades para valerse por sí mismas. Se saca un sueldecito a cambio de no descansar; poco a poco se ha enamorado de Eduardo. Le gusta su voz, cómo encadena las palabras… Aunque en su estado más que escribir; se las tiene que dictar.- ‘Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.’-  esa frase de un libro de Eduardo resonaba en su cabeza una y otra vez.
Cuando el bus dejó a Iñaqui junto al estadio, no le esperaba nadie. Iba a cambiar su vida. No más carnet de socio, ni tardes de soledad. ‘Se acabó el futbol ‘- le diría a su novia.
Al llegar a su casa, había una carta de despedida de Mariví explicando que se había enamorado de un tal Eduardo y no quería esperar más a que un día cambiase todo.
Iñaqui de metió en la ducha destrozado. Al salir, vio en el espejo su piel marcada con rayas blancas y rojas.

3 comentarios:

  1. Actual historía. Si hay algo que pare el mundo parece que es el fútbol, por eso Mafalda como Mariví aprovecharían a bajarse de él y empezar otra nueva historia más gratificante, aunque no sea tan "grandota". Un abrazo por volver a leerte

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  2. Gracias Valentina por tus ánimos... Me merezco una colleja en vez de tanto mimo... jijiji

    Disfruta por esas Tierras Celtas.Bs

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  3. Ja, ja que buen relato Rafa.Dicen que ser del atleti, como de cualquier otro equipo, es como una religión. Yo era futbolero de chaval e incluso llegué a tercera regional, porque en mi tiempo no había mucho más; ahora, miro el fútbol de reojo y, a veces, me duermo delante de la tv, pero entiendo a los "fans", porque alguna vez también yo sentí los colores de lo intangible e irracional.

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