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jueves, 18 de agosto de 2022

06. Un viaje que nunca sería noticia. Gema Herráez

Este verano sería diferente. Ningún viaje programado. Las últimas fotos de Kiev no se las había comprado ninguna agencia porque la guerra de Ucrania ya no era relevante. La actualidad lo fagocita todo. Los incendios son los protagonistas y Sonia no está por la labor. ¡Maldita sea! Y ahora, ¿qué podría hacer?

Llevaba tiempo pensando en revisar y seleccionar fotos para esa exposición que le habían propuesto en su pueblo natal.

De vez en cuando salían reportajes suyos en algún telediario, así que creían que tenían a una celebrity. "¡Qué ingenuos!", pensaba Sonia, "si supieran lo precario de mi profesión". Freelance desde hacía ya 20 años, compitiendo con otros por vender las mejores fotos.

En fin, de todas formas iba a intentar ordenar un poco su material fotográfico. Tantos viajes, tantos países, tantas personas a las que, quizás, tan sólo había mirado a través del objetivo de su cámara, buscando el mejor encuadre, la mejor luz. Después seleccionando las fotos más vendibles. Ahora era como si los viese por primera vez, deteniéndose en los detalles de los rostros y en las escenas. Todo el horror, toda la belleza, la barbarie. Mirándolas hizo de nuevo esos viajes situando cada imagen en su contexto y recordó y lloró y rio.

Esta vez no le hizo falta un gran angular. Miró con los ojos de su interior.

 

3 comentarios:

  1. Pues sí, Gema, la mirada interior cambia de color, de perspectiva. Profundiza y argumenta de otra manera. Es la única forma de vivir de otro modo lo ya vivido.

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  2. Las fotografías parece que no cambian. Las de papel nos parecen aún más imperturbables. Si están encerradas en álbumes, son casi pétreas. Pero nos cuentan cosas muy diferentes según la forma en la que las escuchemos. Tu relato, Gema, lo describe a la perfección y es que el alma de los recuerdos está en la mirada de nuestro corazón.

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  3. Como creo que hay un tocayo Anónimo por ahí, quiero aclarar que el anterior comentario es mío. Saludos. Carmen

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