Hace 16 años leí un libro que dejó una huella muy especial en mí. Hoy termino de leer este mismo libro por segunda vez. La primera vez que lo leí vivía en California, era joven y mi afición favorita era salir con mis amigos e ir de compras. Hoy soy madre de dos niñas, vivo con ellas y mi marido en Austria, hago yoga y me encanta leer. Hace 16 años dejé el libro, lo dejé ir sin más. Hoy después de leerlo os he encontrado…
“Martes con mi viejo profesor” es un libro maravilloso que habla de la vida cotidiana. Del reencuentro. De la casualidad, o quizás deba decir del desino. De nuestro día a día que por culpa de la prisa en la que vivimos, dejamos que pase sin más. Sin prestar atención.
Hoy este libro me ha recordado el placer de parar. De parar y observar. De parar y escuchar.
Cada martes Mitch visita a Morrie, su viejo profesor y va viendo como va apagándose poco a poco. Morrie tiene ELA.
Me quedo con la importancia que da Morrie a los amigos, a las conversaciones, a escuchar. Y lo diferente que sería el mundo si la gente nos dedicáramos más a las personas. A abrir los ojos y mirar. A para el tiempo y escuchar. Sin prisa.
Hace 16 años que no se veían. Hace 16 años de la primera vez que leí este libro en inglés. Hace 16 años me hizo llorar. Hoy me ha hecho llorar. Hace 16 años lo acabé y siempre he tenido un recuerdo precioso del libro. Hoy lo acabo y quiero saber más, quiero aportar mi granito de arena. Quiero parar y observar. Quiero parar el tiempo y escuchar. Quiero dedicar parte de mi vida y de mi tiempo a personas que lo necesitan. Hoy es martes. Tenía que ser martes.
Cristina
Martes con mi viejo profesor, Mitch Albom.
La importancia de parar es indiscutible. No hay pretexto porque es como el comer o el mear( con perdón).Es una necesidad. No importa cuando te percates de ello. Siempre estás a tiempo.
ResponderEliminarMuy de acuerdo contigo, Cristina. Como maravillosamente bien argumenta Julián en su micro, los libros son mejores amigos para siempre. Por eso se les quiere tanto y se les debe un buen lugar con más amigos para cuando hayamos muerto.
Parece que todo lo que me rodea últimamente me sugiere, me invita de manera reiterada y misteriosa a abandonar la prisa, a dar importancia al interior más que al exterior, estar dentro y menos fuera, o al menos concederle la misma dedicación.
ResponderEliminarPerdonar mi pensamiento en voz alta, es que tu relato Cristina viene a recordarme una conversación con una querida amiga en la que también reflexionaba sobre la importancia de cambiar de estilo de vida y parar y mirar y mirarme.
Es cierto que la vida se nos escapa de las manos y con ella momentos irrecuperables porque los dejamos pasar. Todo son elecciones pero debemos aprender de lo pasado para que lo urgente no nos robe lo importante.
Gracias por tu relato.
Un amigo de este blog también me habló de ese libro, de lo que supuso para él, del cambio interior que le provocó y que se puede decir que mejoró su vida y la giró por completo. Hay lecturas imprescindibles, libros que se convierten en amigos, en psicólogos, en pastillas de optimismo y felicidad. Leer es importante. Leer, nos reelabora. Un abrazo fuerte, Cristina.
ResponderEliminarHola, buenos días! Muchísimas gracias a vosotras! Como dice Carmen, debería ser una necesidad. Una tarea que deberíamos hacer al principio y no dejarlo para el final del día. Me encanta tu pensamiento en voz alta Gema. Qué os parece si ponemos como objetivo del mes de Febrero PARAR? Es cierto Rosa, es un libro-amigo y además de los buenos!
ResponderEliminarHooola CRistina pues en Movistar hay un programa dedicado a Juan Carlos Unzúe maravilloso... y cuenta cómo después de tener ELA se encontró con este libro que había subrayado y anotado cosas hace 20 años...
ResponderEliminarBs
Hola!!!! No lo puedo ver...que rabia..pero le he visto en "Aprendemos juntos" y me ha encantado!!! Muchísimas gracias
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