Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

martes, 27 de diciembre de 2022

05. Mi familia. Gema Herráez

            Mi familia es de lo más habladora y disfrutan con las controversias. Sobre todo cuando nos juntamos en navidades. La tía Marta hace el pavo cada año y todos opinan sobre cómo se debe hacer y de cómo ella no sigue la receta ortodoxa. El tío Manuel dice que ni ortodoxa, ni ortodoxo, que cada uno hace la receta como le da la gana. El tío Félix dice que donde se ponga un buen cabrito que se quite el pavo, que, además, es una receta importada de los Estados Juntitos, como él llama a los EEUU. En fin, que la polémica está servida y que, como todos hablan a la vez, no hay manera de enterarse de nada.


         Todos los años también discuten sobre el canal de televisión que se pone. El tío Pedro, que es un republicano de pura cepa, se niega a que se ponga el discurso del rey. Mi madre quiere ver el vestido de la Pedroche y mi tía Alicia, que es una hippy, aunque mi padre dice que en realidad es una pija, dice que todo eso es marketing. Mi abuela, la pobre, ya no tiene fuerza para intervenir. Tiene una artrosis galopante y no puede mover sus manos porque las tiene deformadas. Yo la verdad es que me lo paso muy bien viéndoles discutir todos los años por el mismo tema. Los quiero mucho. Un año que vino una amiga a cenar en nochebuena comentó: “menos mal que casi todos sois sordomudos, porque si no el follón sería morrocotudo”.

2 comentarios:

  1. ¡Qué buen relato, qué buenos recuerdos y qué gran final, Gema! Como es una escena que hemos vivido todos, penitente y repetidamente año tras año, ya creía escuchar los gritos de cuñados y tíos, jajajaja.
    He recordado un bar que había cerca de mi trabajo anterior. Era un centro de sordomudos y me gustaba ir al bar porque, aunque estuviese lleno, siempre estaba en silencio. Pero cuando mirabas a tu alrededor, veías discusiones encendidas: los gestos se exageran más cuando pones énfasis a tus opiniones y las caras se enrojecen. ¡Qué bien leerte, Gema! Feliz 2023

    ResponderEliminar
  2. Gracias Rosa, es un placer compartir mis textos y leer los demás. ¡FELIZ 2023!

    ResponderEliminar