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jueves, 27 de mayo de 2021

09. Desolación. Valentina Velázquez Hontoria

Las cigüeñas no anidan en los países en guerra, ni las flores crecen entre la hierba, ni hay hierba acariciando la tierra, ni tierra queda para sus muertos… La esperanza se subasta y nadie puede comprarla. “Un mundo sin esperanza está derrotado”, algo así debió decir alguien en la tele cuando Omar salió a la terraza a desenfundar su rabia, gritando hasta enmudecer el alma.

Desde hace unos días no hay colegio, sólo se oyen las bombas y no hay sitio seguro donde refugiarse; su hermano de dos años llora asustado porque tiembla la casa. La pantalla habla del problema de la pandemia que es terrorífico en la India; en Europa están abriendo los bares por los buenos resultados de la vacunación y piensan en donar vacunas a los países pobres.

Omar se dice que tiene que llegar a esos países tan ricos, que allí se recargará de esperanza y podrá aprovechar su talento; que si su mundo está derrotado, él no… De repente una lluvia sorda de cascotes funde en negro sus sueños, antes de empezar a creer en ellos.

8 comentarios:

  1. No se puede decir más claro, Valentina, ni mejor. Es una pena que haya gente que no lo entienda, y que otros los manipulen para ganar votos. Deberían leer tu micro, a ver si así, de una vez, se ponen en la piel de esos millones de personas que vienen a vivir, porque en sus países no hay vida posible. Gracias Valentina por poner palabras a millones de personas que las necesitan, tanto de aquí como de allá.

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  2. El baño de realidad de tu relato es desolador Valentina. La gente que se queda sin sueños y sin vida por un puñado de euros está viva en tu relato.
    Un beso enorme.

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  3. Cigueñas, heraldos de los mejores sueños: paz, bienestar...

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  4. Hace tiempo leí " nuestra incierta vida normal" de Luis Rojas Marcos.Éste decía que la capacidad de superación del ser humano no es un mito, ni un don divino ni un misterio sino un atributo congruente con las ganas de vivir y que tenemos la obligación y el derecho de recuperar. Con otras palabras lo corrobora Omar..."Si su mundo está derrotado, él no" .Me quedo con la esperanza en medio de la desolación.

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  5. Gracias por recordar lo afortunados que somos y lo mucho que hay que agradecer a la vida…
    Dicho esto, me vienen imágenes del 15M … que con tanta ilusión nos manifestamos… y el tiempo y los poderes fácticos han difuminado…

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  6. Qué tristemente real es tu relato, Valentina, los sueños de los pobres se suelen quedar en eso, en sueños en el mejor de los casos y en cascotes, como bien dices, la mayoría de las veces.

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  7. Dicen que las palabras se las lleva el viento. Por suerte tenemos escritores como tú Valentina con un don para plasmar hechos y emociones dejando huella en los afortunados que podemos leerte. Quedo a la espera de más ��

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  8. No se porque he tenido que meterme en la página y leer tu relato Valentina. Precisamente hoy que me he levantado desolada, anemica de ánimo y de ilusión. Tu " Desolación" me ha abofeteado en la cara y he sentido lo que ya llevo sintiendo muchos años, la tremenda injusticia y desigualdad del mundo en el que vivimos. Pero a la vez, como bien dice Carmen, me siento en la obligación de agradecer que de momento en mi "incierta normalidad" no me caen bombas encima.

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