Los pétalos de rosas quedan adheridos a las calles como el papel seda a una lámina de acuarela aún húmeda. Al día siguiente, a las seis de la mañana, Mauricio con su escoba extrae a lo largo de la avenida por donde pasó la comitiva, una especie de churro sucio y viscoso que gira con cada rascada de las cerdas duras como las púas del puerco espín.
Ni rastro del aroma sedoso de las flores esparcido hasta el universo por el vuelo de los vestidos de comunión. Ni rastro de la cigüeña del campanario que, asomada en su nido, oteaba el desfile de marineritos azules y almirantes con cordones y charreteras escoltando a las almidonadas niñas de blanco o beige, con sus bandejitas de resina troquelada trasparente y cestitas de mimbre repletas de pétalos de rosas lanzados hacia los familiares asistentes sin alcanzarlos . Ni rastro de la niña de blanco adornada de tirabuzones, corona y moño, guantes de encaje, rosario y medallita del niño Jesús, limosnera y misalito de nácar. Ni rastro de los miedos por comulgar sin haber confesado todos los pecados.
Nada del corpus christi. Sólo el corpachón de Mauricio con su escoba es consciente de los restos del pasado.
La niña de blanco duerme abrazada al fallecido, pero aún caliente, treinta de mayo, soleado, hermoso, fraternal, con orgullo de madre, presumido, empachado de regalos, primas, tartas y helados.
Qué bien ambientado, Carmen. Me ha recordado a la canción 'fiesta' de Serrat
ResponderEliminar¡Qué recuerdo tan grato, el día de la comunión! En mi casa hicimos una pequeña fiesta y nos dejaron beber Mirinda hasta que se nos salía por todos lados. Qué lejos en el tiempo y en todo... pero qué bien que lo hayas traído aquí. Gracias, Carmen por tu maravilloso relato.
ResponderEliminarUn vergel de palabras y emociones.
ResponderEliminarPues a mí como a Alicia me ha recordado otra canción de Serrat "Todo pasa y todo queda", el poema de A. Machado, y es que se va "haciendo camino al andar", y en nuestra andadura nos has traído esas ilusiones y esos miedos. Gracias Carmen por envolvernos en esas emociones.
ResponderEliminar" La niña marmota duerme cansada de emoción sin saber, aún, de la fugacidad de su día feliz". En realidad así acaba mi relato que se ha debido quedar haciendo camino al andar.Totalmente de acuerdo...todo pasa pero también todo queda. ¡ Qué hubiera sido de nosotras sin Serrat!.Sin " fiesta" ,sin " hoy puede ser un gran día" o " De vez en cuando la vida" o " defended la alegría" ( de Mario Benedetti ).
ResponderEliminarSi algún director quisiera hacer un corto con tu estupendo relato ya tendría el storyboard descrito a la perfección en imagenes. Yo lo veo todo en blanco y negro menos los pétalos de rosa rojos.
ResponderEliminarEfectivamente así son las fotos, en blanco y negro. Los pétalos, en mi caso, eran rosas.Mi madre cultivaba rosales de todos los colores pero los de rosas rosas eran extraordinariamente prolíficos y custodiaban la entrada a la casa a un lado del jardín. Con los pétalos de esas rosas mi madre llenó la bandeja de resina troquelada.
Eliminar¡ Ah, las tarrinas de helado de dos sabores de vainilla y chocolate tampoco son en blanco y negro!