Cuando Carlota nació el campo se pintó de nuevo de amapolas. Esas flores que no gustan al labrador porque germinan cuando los cereales. A Juan, que le dicen viejo loco porque le falta una oreja como a Vicent Van Gogh, y tiene en su casa una copia de su cuadro de lirios, sin embargo sí le gustan, y pide paciencia al trigo, consciente del miedo de sus raíces.
Para él, esos campos rojos son la sangre de la Tierra, que se muestra a principios de mayo para que quienes tienen la suerte de verlas, sepan que es como la niña, con sus humores y sueños particulares.
La niña ha aprendido también que cuando las cigüeñas mueven sus cabezas adelante y atrás y sus picos parecen unas castañuelas, no sólo la hembra se prepara a dejar huevos en su nido, sino que anuncia la floración de las amapolas. Mayo es muy hermoso, dice a sus amigos de la escuela rural, y al cartero que todo el año trae flores en sus cartas, según cuenta su tía Adelina que tiene los ojos grandes siempre que lo ve.
Y todos saben por qué lo dice la niña. Nació como una amapola, cuando nacen las cigüeñas y además se llama Carlota, como bautizó Juan a la mamá cigüeña del campanario.
Un amigo agricultor siempre dice una frase muy particular: "ese campo está sucio de amapolas". Donde los de la gran ciudad vemos belleza, un agricultor ve una plaga que pelea con su trigo por el espacio y el sol. Mayo es un mes de luz, de lluvia, de temperatura templada. Es un mes de gala. Carlota será muy muy feliz. Un abrazo, Julián
ResponderEliminarA mi me pasa como a Juan, me encanta que el campo se llene de amapolas, se nota que el trigo ya lo traigo molido del super.
ResponderEliminarMe encanta cómo has descrito lo que siente Adelina por el cartero, espero que a él también se le pongan los ojos grandes cuando la lleva las cartas
Lo veo todo como fotogramas de cine.Las amapolas, el trigo, las cigüeñas...y sobre todo a Carlota en la escuela rural hablando de mayo y al cartero y a Adelina...Entrañables imágenes para recordar y un final muy poético y hermoso.
ResponderEliminarMuy poético y entrañable Julián.
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ResponderEliminarJulián tu cuento mayea esplendorosamente.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato repleto de ternura, Julián. Un placer leerte!
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