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martes, 19 de octubre de 2021

03. Nosikae. Antonio López de Lerma

Puede que este sea mi último año; este pensamiento invadía el ánimo de Nosikae, no entendía cómo los humanos no apreciaban su trabajo y cómo con su insaciabilidad boicoteaban su labor y la de sus compañeros de especie.

El trabajo de este gnomo de la familia “bonito instante”,  consistía en decidir cuáles y cuándo las hojas debían de caer del árbol en otoño, se pasaba el tiempo diciendo tú sí, tú espera, tú vete cambiando suavemente de color etc.; la comunicación con las hojas y los árboles era un continuo disfrute, con el fin de crear un bello paisaje lleno de color y contrastes, promover la danza de las hojas al caer y que estas tuvieran la textura perfecta para crear una juguetona sinfonía equilibrada que alegraba la vida de los habitantes del bosque, incluidos los humanos, al ser pisadas o movidas por el viento.

Este último año fue el colmo, la sequía hizo que los árboles no pudieran con tanta hoja, el paisaje amarilleaba, y casi no había recursos para el otoño y cuando llegó, lo hizo de una forma extraña.

Su enfado con las acciones de los humanos cada vez era mayor, los responsables de tanto dolor, él que siempre había querido regalar belleza, hoy se sentía agraviado.

Después de un retiro en su refugio, salió con una energía renovada, dándose cuenta que él no podía cambiar a los humanos y dejò a estos la responsabilidad de salir de su propia necedad, abriendo los ojos y oídos a la belleza; él seguiría haciendo su labor con el disfrute del corazón que genera belleza, sin ánimo de enseñanza y confiando en su buen hacer.

3 comentarios:

  1. Buena decisión la de Nosikae.Cuando ni quitando la venda de los ojos la humanidad es capaz de ver, no hay otra opción que hacer individualmente lo que hay que hacer.¡ Y a disfrutar !

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  2. Gran trabajo el de Nosikae, creo que tiene bien merecidas sus vacaciones en la primavera. Y todo un detalle por su parte el que, antes de darles la orden de caer a las hojas, se entretenga en pintarlas con tantos colores.

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  3. Es un placer volver a leerte, Antonio, te echábamos de menos, por las historias que nos cuentas, por recordarnos que nuestra ceguera y pasividad empuja a Nosikae a tomar decisiones que deberían ser nuestras. En fin, a ver cuándo espabilamos. Un abrazo.

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