Aldo, alias Fran, tenía en 2017 cuarenta y tres años y una enfermiza obsesión. Era Vasco, de padres humildes, criado como se cría al sexto hijo que viene al mundo sin permiso.
Llevaba unos días intentando conseguir una cita con Elisabeth en la web de “Pareja para siempre”. Ella quería darse una segunda oportunidad después de una separación con malos tratos y después que su hijo cumplió los diez y ocho. Ayer se vieron.
Convencida de querer más; quedaron para cenar. En la cena, Fran puso con delicadeza en su cuello un beso y el collar del amor chapado en oro.
Lo siguiente fue fácil. Halagar su persona sutilmente, hacerla creer que era un tipo con status: un velero por aquí, un piso en plena Castellana…
Elisabeth transfirió poco a poco sus ahorros en préstamos seguros de amor: gangas en bolsa, reservas a paradisiacos lugares inventados por El… que la compensarían de tantos trastornos.
Al poco, Fran desapreció de su vida.
En 2020 apareció el cadáver de un hombre. El cuerpo estaba lleno de insectos, al llevar meses oculto en un campo de trigo. La autopsia sorprendió al forense: había muerto a mordiscos como devorado por un zombi. En el pecho encontró un colgante oxidado con forma de corazón.
Ya ves, donde las dan las toman. Los timadores profesionales son expertos embaucadores, así que se merecen ese final tan pasionalmente zombi. Gran historia, Rafa.
ResponderEliminarComo para fiarse de " pareja para siempre". Siempre hay quien se aprovecha de quienes, a pesar de todo, siguen creyendo en el amor. ¡ Qué mala suerte la de Elisabeth!¿no?.Creo que se merecería otra oportunidad en otro relato.
ResponderEliminarGracias Rosa. Oí en la radio la historia de un tipo que se dedicaba a sacar dinero a las mujeres que embaucaba con historias inverosímiles… El daño emocional era tal que apenas hubo denuncias…
ResponderEliminarSí, se merece otro relato Carmen… Muchas gracias por la idea y tu comentario. Voy a escribir… Bs
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