Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

sábado, 25 de enero de 2014

04. Recordando sensaciones fantásticas. Gloria González Ortega

Esta vez mi amiga y su Reiki me ayudaron a convertirme en una niña pequeña; y mira que tengo casi 53 años (que poderes tiene Rocío, ¡jajaja!).   

Yo era una niña pequeña  que quería sentir la agradable -y casi olvidada- sensación de volver a tragar. Y gritando como una loca, bebía y bebía de un arroyo. El agua estaba muy fresquita. ¡Qué placer daba cuando pasaba por la garganta!

Luego me fui a un kiosco cercano; y me pedí todo tipo de refrescos, granizados, helados y todas las cosas frías que había por allí. ¡Qué placer sentía al bajar por mi garganta todo tan fresquito!

Cuando llegó el momento de pagar yo no tenía dinero suficiente e insistía dónde tenían que ir a cobrar, porque mis padres les iban a pagar. Pero los del kiosco me decían que jamás habían visto a nadie que con tanto placer tomara todo; y no como una glotona, ”que es lo propio de la edad”, decían, y decidieron invitarme. 

Cuando me despedí de ellos, les di las gracias por hacerme recordar todo aquel festival de sabores tan fantásticos y aquellas sensaciones tan maravillosas y magníficas. Ellos no podían entender porqué decía eso, pero les impresiono que yo hablara de esa forma. Al despedirnos, quedamos como grandes amigos y me dijeron que siempre que fuera por allí, pasara a verlos.

Cuando me desperté, que fue como siempre al final de la sesión de Reiki, volví a tener otra vez esta saliva espesa y gomosa que se me queda pegada en la garganta. Pero ¡qué feliz fui recordando todas aquellas sensaciones maravillosas y fantásticas que ya casi tengo olvidadas!

5 comentarios:

  1. Hoy me he bebido un vaso de agua en tu honor, Gloria. Cuando uno vive las pequeñas cosas de la vida con la intensidad de quien disfruta de un regalo, mmm, qué delicia... Gracias por tu hermosa historia y por animarte a compartirla con el mundo.

    ResponderEliminar
  2. ESTE RELATO ES TAN BONITO Y LLENO DE SENTIMIENTOS, QUE ES LO QUE HACE QUE ESTA PÁGINA MEREZCA LA PENA CONTINUAR. GRACIAS GLORIA Y ROCIO POR VUESTRA APORTACIÓN QUE ANIME A OTROS ENFERMOS, VOLUNTARIOS Y SOCIOS A EXPRESAR SUS SENTIMIENTOS, SUEÑOS..., A TRAVÉS DE LA LITERATURA Y SIRVA PARA MUCHOS FINES...

    ResponderEliminar
  3. Que bello y que lleno de sentimiento. Era como si recorriera contigo ese mundo de sensaciones. Cosas que cuando las tenemos no prestamos atención... ¡Que suerte con tu amiga de Reiki que te invita a soñar!

    ResponderEliminar
  4. A mi el vino... claro que de pequeño lo que más me gustaba era la Coca Cola, solo se vendía en botellas de cristal como los sueños.
    Por suerte tenemos muchos sentidos... el tacto (tan olvidado) puede llevar a disfrutar de los otros... como nos has enseñado con tu relato.
    Enhorabuena Gloria :-)

    ResponderEliminar