Este mes nos toca acordarnos de esas cosas que descubrimos gracias a cotilleos, noticias cazadas al vuelo, dichos que vuelan por el aire y se meten por las orejas, bulos divertidos que nos cuesta creer que son falsos… en fin, las cosas que nos enseñan o nos divierten de/ sobre/ gracias a hechos, relatos, anécdotas, cotilleos.
En el pueblo de mis padres, en Rioja, se decía que, en las noches de difuntos, los muertos se acercaban a los viñedos a contar los racimos y a comer todas las uvas que pasaban de una cantidad, porque, decían, el vino de más sabe agrio. Cuando, muchos años después, la Comunidad Europea impuso restricciones a la recogida de uva para la cuota de elaboración de vino, los viejos del lugar se acordaron de esa historia, “¡anda, eso ya lo decían nuestros muertos!”, y se reían. Desde entonces llaman a la UE la comunidad zombi.
Bueno, cada uno tiene su fuente de aprendizaje. ¿Y vosotros?
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