Se acababan de conocer y lo que les unía era la ilusión. Él quería que ella aprendiera inglés cantando y ella pretendía desempolvar esa asignatura pendiente.
Como era Navidad su profesor le regaló un gorro de Mamá Noel de trenzas mágicas. Tanto le gustó el gorro que olvidó quitárselo a la hora de dormir. Sucedió que durante sus sueños la magia de las coletas comenzó a funcionar y le permitió volar como un pájaro. Pasó toda la noche haciendo lo que más deseaba: repartir regalos entre sus seres queridos. Su fantasía y el gorro le trasladaron a distintos lugares, calles, plazas…;y a pesar de su inmovilidad no sintió cansancio alguno después de la ardua tarea.
Como era Navidad su profesor le regaló un gorro de Mamá Noel de trenzas mágicas. Tanto le gustó el gorro que olvidó quitárselo a la hora de dormir. Sucedió que durante sus sueños la magia de las coletas comenzó a funcionar y le permitió volar como un pájaro. Pasó toda la noche haciendo lo que más deseaba: repartir regalos entre sus seres queridos. Su fantasía y el gorro le trasladaron a distintos lugares, calles, plazas…;y a pesar de su inmovilidad no sintió cansancio alguno después de la ardua tarea.
Al despertar creyó que todo había sido un bonito sueño. De repente el teléfono sonó insistentemente y su amigo Antonio le agradeció el obsequio que encontró en su mesilla de noche.
Victoria, no se me ocurre mejor manera de empezar el día que leyendo tu relato. Es emotivo, casi te diría que cariñoso. ¿Si fuera amiga tuya tendría un regalito en mi mesilla de noche? Pues deseando estoy conocerte,jajajaja. De verdad que me ha encantado y espero volver a leerte muy pronto. Un abrazo.
ResponderEliminarMe ha encantado tu vuelo mágico, Victoria y la imagen de esas trenzas mágicas capaces de crear fantasía.
ResponderEliminarUn beso,
Belén
Me ha encantado tu vuelo mágico, Victoria y la imagen de esas trenzas mágicas capaces de crear fantasía.
ResponderEliminarUn beso,
Belén
Hermoso relato; no debemos olvidar que siempre todo es posible. ¿Por qué no pensar que incluso lo imposible es posible? A veces ha ocurrido, y quizá el error no esté en la dificultad de algo, sino en usar la palabra "imposible". ¡¡Eliminemos la palabra imposible de los diccionarios!!
ResponderEliminarHay algo extraño en tu relato que me tiene sorprendido. Esta mañana encontré un regalo en mi mesilla de noche, le pregunté a mi perro si había sido él, pero negó su participación...
ResponderEliminar¡Cómo se nota la buena energía que transmites! Leyendo tu relato me has puesto una sonrisa en la cara.
ResponderEliminarGracias!!
Tu relato es muy tierno y ayuda a volar con la imaginación, como tú con las trenzas mágicas. Me ha encantado.
ResponderEliminarTu relato es muy tierno y ayuda a volar con la imaginación, como tú con las trenzas mágicas. Me ha encantado.
ResponderEliminarPorque la magia existe!!! Enhorabuena, precioso relato que invita a volver a ser como niños, que son los que de verdad saben de estod e la vida... Un abrazo
ResponderEliminarEstupendo cuento del canto a la Navidad. Que la magia que encierra nos envuelva a todos.
ResponderEliminarFue el primero que leí y me encantó. Tiene magia, ritmo, es ligero. Y me dejó con una sonrisa en la cara que es para agradecerte. A seguir escribiendo.
ResponderEliminarA veces, la ficción y la realidad no están tan lejos, mi querida Victoria ;-). Esas coletas nos las deberíamos hacer todos. ¡Fantástico relato!
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