Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

sábado, 23 de junio de 2018

05. Princesa. Marisa Laguna

Hace tiempo se conocieron un príncipe y una niña que no creía en los príncipes, vivían en países lejanos el uno del otro. Ella quería salir de su casa sin ventanas y buscar nuevos caminos y él le ayudó a encontrarlos. Se hicieron amigos, más que amigos y un día decidieron hacer  cosas de novios, pero era secreto, tan secreto que ni ellos se dieron cuenta. Como ella no creía en los príncipes, se cuidó mucho de enamorarse. Se envolvió en una burbuja herméticamente cerrada y guardó sus sentimientos. Dedicó el tiempo que estaba con él a adorarle, cuidarle, mimarle y quererle como nunca antes le habían querido. Al menos eso decía él. Y le hizo su rey. Con el paso del tiempo la niña volvió a reír y a ser feliz. No le importaba no ver al príncipe. Ni que el príncipe se fuera con otros amigos. Tampoco que él no dijera nunca te quiero o te echo de menos. No le importaba no saber cuándo volverían a verse. Ella seguía en su burbuja. Un día, unos amigos les preguntaron si eran novios y el príncipe se apresuró a decir que NO, que eran amigos, porque él todavía estaba buscando su princesa. A la niña se le rompió la burbuja, dejó de reír y se dio cuenta de las cosas que hacía y no hacía el príncipe, aunque no quería vivir con él en su palacio, si quería ser  su princesa. Se lo dijo y el príncipe dijo NO. Y ella decidió no verle más . A él no pareció importarle y la niña, llorando, volvió a su país. Entre lágrimas se pregunta si había hecho bien. Y las amigas de la niña están buscando algo para pegar su corazón  roto y buscan algo para que no le duela. Le han regalado un calendario para que arranque todas las hojas de golpe y que el tiempo pase deprisa y se cure. Y ella, mientras llora, escribe cuentos de princesas que van a la guerra, pero no hay príncipes porque no cree en ellos, solo hay ranas y se cuida mucho de no besarlas…. Por si acaso.  

2 comentarios:

  1. Bonito cuento, Marisa y, sobre todo, gran moraleja. En este caso, el que pierde es el que no es capaz de querer porque nada tiene. Espero que la niña se dé cuenta pronto de lo quién es ella y siga sin creer en príncipes. Gracias por escribir y compartir. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Tienes razón Rosa, él perdió y ella aprendió de su error y fue feliz. Gracias a ti. Un abrazo.

    ResponderEliminar