Hermosa palabra llena de dulces y mágicos añadidos, de gente buena y cristiana, desechando a áquellas que, manipularon en beneficio propio. Tengo ideas encontradas sobre ella pero la celebro pensando en que, hace 2000 años, más ó menos, empezaron algunas personas buenas a creer que su prójimo es importante, todos somos prójimos de alguien y a todos hemos de respetar.
¿Cómo serían estas fechas antes de que Jesús naciera?, luces no había, ni deslumbrantes regalos, ni opíparas cenas; sólo compañía con tus seres queridos a la luz del fuego, pronto recogimiento al acostarse el astro rey y aquella frugal cena que permitía pasar tranquila las largas horas de la noche. Y al día siguiente la vida continuaría.
Paz y convivencia familiar: Navidad. Y besos a Teresa, 12 años y amiga de mi hija que nos dejó sobrecogido el corazón al irse con el Supremo Hacedor.
Tienes toda la razón Jesús: antes había más corazón que luces. Gracias por recordarnos qué es la Navidad con tu precioso relato. Un abrazo.
ResponderEliminarLa verdad es que no sé lo que había antes, pero en ocasiones las luces de hoy ciegan la realidad. Se nota tu fuerte relación familiar en tu relato y te felicito por contarlo. Felices fiestas
ResponderEliminarMe recordó al gran poema de Carl Sandburg "A un embustero de hoy en día" que trata sobre Jesús.
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