Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

martes, 17 de diciembre de 2013

07. Desde mi burbuja. Gloria González Ortega

Una amiga genial, que tiene una cometa mágica, me hace volar por donde yo quiera con mi inmovilidad, -eso sí, con un poco de Reiki-.

Me hizo volar a un país donde no existe nada malo, solo existe la felicidad. Y yo, convertida en una burbuja, iba pasando por todas las casas, porque el día de Navidad, en ese país, todas las personas podían pedir un deseo.

Como era Navidad, toda la gente tenía las casas engalanadas y en cada hogar había una paz diferente; unos eran felices comiendo manjares; otros, respirando paz en su hogar; otros, pidiendo dinero; y solo algunos pedían salud, eran los ancianitos (que desgraciadamente ellos entienden mucho de dolores). ¡Qué al final es lo que vale: la salud! Pero eso solo lo valoramos quienes la hemos perdido y algunos familiares también.  

Al final, a todo el mundo se le concedió lo que quería: unos pidieron progreso económico; otros, paz espiritual; otros, muchísimo dinero; otros, joyas…,  A todos, yo vi que se les cumplían sus deseos; yo, dentro de la burbuja les gritaba “¡Pide salud!”. Pero nadie me oía; grité hasta desgañitarme: “¡¡¡Qué con la salud se puede conseguir todo lo demás!!!”. Me quedé un poquito frustrada, pero en el fondo: ¡Era feliz!  Porque todas las personas habían conseguido lo que ellos habían pedido.  

Y luego, poco a poco, volví a mi estado normal, a mi inmovilidad.  
 Le doy las gracias a esa amiga tan genial que se llama Rocío, y que cada vez que viene a mi casa, me da la oportunidad de volar con nuestra cometa mágica y un poco de Reiki.

5 comentarios:

  1. Enhorabuena, Gloria. Gracias por compartirte con nosotros en forma de bella historia.

    Te felicito por ser capaz de seguir viajando con la herramienta más potente que tiene el ser humano: la imaginación. Vuela, vuela, confía siempre en tu grandeza y ten por seguro que eres mucho, mucho, mucho más que ese cuerpo inmovilizado.

    Y esto me gustaría gritarlo a todos aquellos para los que ELA son 3 iniciales crueles que acompañan su existencia: sois enormes, sois LUZ y AMOR que se expande sin límites. Mi eterno reconocimiento...

    Feliz Navidad

    ResponderEliminar
  2. Gracias Gloria por tu historia. La verdad es que solemos echar de menos lo que ya hemos perdido y no valorarlas cosas más sencillas y vitales que tenemos.
    Sobre Rocío, menuda suerte tenemos los que la conocemos. Una gran persona. Y qué cosas más bonitas te pone!!
    Un fuerte abrazo,
    Roberto

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Gloria por tu cuento de Navidad. Que tus deseos se cumplan y la salud no nos abandone para seguir celebrando la vida todos los días con alegría y amor. Feliz Navidad.

    ResponderEliminar
  4. Es cierto, de la salud no nos acordamos hasta que la hemos perdido, pero es una fortuna tener amigos mágicos que nos ayuden a volar. Que sigas viajando con tu particular cometa mágica. Muy bonito.

    ResponderEliminar
  5. Celebro que el cursillo de vuelo de fantasía que hacemos los voluntarios esté dando resultado. Me alegro que Rocío te hiciera subir en la cometa y por un buen rato pudieras volar libre. Bello relato, Gloria.

    ResponderEliminar