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miércoles, 21 de abril de 2021

05. El hijo pródigo. Julián Rumbero

            El oso vuelve a la sierra del Courel. Lo dice la nutria del río Lor que ha visto a un joven oso, sorprendido con los peces. El consejo de los árboles se reúne, contento con esa presencia que confirman la garza real y el mirlo acuático.

Hasta el cielo se revuelve con la lluvia en la Devesa de Rogueira, donde concilian la bienvenida al oso los robles, los castaños y las orquídeas silvestres.

Menos alegres andan las hormigas y las abejas, y Andrés se apresura a recomponer el muro de la albariza que protege sus colmenas. Sus abuelos, de niños, recordaban ver el viejo señor del bosque y se emocionan creyendo que algún bisnieto de aquel regresa a la tierra de sus antepasados. El labrador se emociona y ya le ronda en la cabeza un acuerdo con el oso para su consumo de miel.

Al acebo se le ocurre con la gracia suya, que sean las ranas del embalse de Vilasouto quienes anuncien al hijo pródigo. No en vano, los trovadores decían que los coros de los batracios alcanzaban el Atlántico.

Y las ranas y algunos sapos, felices también, ya piensan en engalanarse de verdes listados de amarillos y ocres con los brillos de la pizarra. Esta noche, la lechuza blanca dirigirá su canto.

 

5 comentarios:

  1. Creo Julián que tu relato es la mejor guía de viaje de Lugo. Maravillosa. Estoy deseando ir y encontrarme al señor del bosque.

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  2. Esencial respetar.Llegar al acuerdo y el equilibrio. Regresar a la tierra. Me ha encantado escuchar lo que dice la naturaleza.

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  3. ¡Qué buena noticia la vuelta del oso! No me extraña que toda la sierra lo celebre.
    Y a mi, gracias a tu relato, Julián, me acaban de entrar unas ganas locas de conocerla. Lo apunto para mis futuros viajes post-pandemia

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  4. Mi tío tenía un par de colmenas... qué bonitos recuerdos con Andrés... y la fauna que le acompaña.
    Un Abrazo

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  5. ¡Qué buenos recuerdos por la sierra de O Caurel! Gracias por hacerme revivir tanta naturaleza, tanta soledad acompañada de zumbidos, trinos y olores. Un abrazo, Julián

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