Blog para enfermos, familiares, voluntarios y miembros de AdEla. El jurado valorará la historia, contenido, imaginación y creatividad y NO tendrá en cuenta la puntuación, ortografía ni formato, pues sabe las dificultades de algunos de vosotros para escribir. También puedes comentar microrrelatos ajenos con respeto y crítica positiva. Lee los microrrelatos publicados para que te anime a empezar. ¡Suerte!

martes, 1 de julio de 2014

Un julio hiperbreve

La hiperbrevedad

Este mes os proponemos otra forma de escribir: el microrrelato hiperbreve. Todos conocemos el de “El dinosaurio”, de Augusto Monterroso, uno de los precursores y más famoso,  pero no es el único. Hay un buen número de microrrelatos de una sola línea, o dos, tres a lo sumo. La característica común a todos ellos, es la  rapidez de la narración, la velocidad que produce sensación de inmediatez, de relámpago ante los ojos del lector. Son relatos vertiginosos, de ficción súbita.

Un ejemplo es el de Miguel Saiz Álvarez:

El globo
Mientras subía y subía, el globo lloraba al ver que se le escapaba el niño.

Para que practiquéis la hiperbrevedad, os dejamos unos consejos de David Lagmanovich, un erudito en el estudio de la minificción, para escribir microrrelatos hiperbreves:

Un título, que se supone significativo y orientador; un comienzo, generalmente in media res; un desarrollo, caracterizado por las nociones de concisión, simplicidad sintáctica y velocidad; y un final, que puede ser conclusivo o abierto.”

Podéis escribir todos los que queráis, del tema que os apetezca. Sólo tienen que ser breves, a ser posible, menos de 3 líneas. Es un ejercicio mental increíble y divertido, ya veréis. Soltad la imaginación y afinad el teclado, las sorpresas irán apareciendo solas, como por arte de magia. La única advertencia que os hago: cuidado, son un vicio y cualquier excusa es buena para soltar el microrrelato de turno.


Aquí tenéis más ejemplos y si queréis:

Prólogo bonsái (Augusto Monterroso)

Lo cierto es que el escritor de brevedades nada anhela más en el mundo que escribir interminablemente largos textos, largos textos en los que la imaginación no tenga que trabajar.

Carta del enamorado  (Juan José Millás)

Hay novelas que aun sin ser largas no logran comenzar de verdad hasta la página 50 o la 60. A algunas vidas les sucede lo mismo. Por eso no me he matado antes, señor juez.

Cruce (Arturo Pérez Reverte)
Cruzaba la calle cuando comprendió que no le importaba llegar al otro lado.

El hombre invisible (Gabriel Jiménez Emán)
Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.

Cuento de horror (Juan José Arreola)
La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones.

La última cena (Ángel García Galiano)
El conde me ha invitado a su castillo. Naturalmente yo llevaré la bebida.

Después de la guerra (Alejandro Jodorowski)
El último ser humano vivo lanzó la última paletada de tierra sobre el último muerto. En ese instante mismo supo que era inmortal, porque la muerte sólo existe en la mirada del otro.

Ardiente (José de la Colina)
¿Quieres soplarme en este ojo? -me dijo ella-. Algo se me metió en él que me molesta. Le soplé en el ojo y vi su pupila encenderse como una brasa que acechara entre cenizas.

Misterios del tiempo (Alejandro Jodorowski)
Cuando el viajero miró hacia atrás y vio que el camino estaba intacto, se dio cuenta de que sus huellas no lo seguían, sino que lo precedían.

Ágrafa musulmana en papiro de oxyrrinco (Juan José Arreola)
Estabas a ras de tierra y no te vi. Tuve que cavar hasta el fondo de mí para encontrarte.

Preocupación. (Orlando Enrique Van Bredam)
—No se preocupe. Todo saldrá bien —dijo el Verdugo.
—Eso es lo que me preocupa —respondió el Condenado a muerte.

El harén de un tímido. (René Avilés Fabila)
Como temía decirles que no, opté por conservar a todas las mujeres que he amado.

Cuento de horror (Juan José Arreola)
La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones.

La hormiga escritora. (David Lagmanovich)
Si una hormiga resultara escritora, ¿qué podría escribir sino minificción?

(Fuente: La extrema brevedad: microrrelatos de una y dos líneas. David Lagmanovich. Universidad Nacional de Tucumán)


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