Dando un paseo esta mañana, con mi silla electrónica y observando a los
paseantes y/o transeúntes, todo el tráfico en la zona peatonal, que
pueda generar un pueblo pequeño, en ellos he visto “seres mágicos”.
Si más no rutinarios, cada uno va a su bola, además de cada tres, uno con el móvil, la magia que nos depara un móvil. Nos absorbe, nos come, nos esclaviza, nos distrae, abducidos cruzamos la calle en ámbar o en rojo, siguiendo con la magia “tecleando a dos manos”.
Todos, abducidos por la magia del móvil, vienen rectos hacia mi silla, los espero parado, se dan un susto, e incluso piden disculpas, me doy la vuelta y siguen, siguen entregados a su móvil.
Están pringados por la magia de su móvil, jóvenes, de media edad y algún que otro mayor. En las terrazas, en los restaurantes, primero es su móvil.
En abril cumplí los setenta y cuatro años.
En mayo diez y seis de mi convivir con la ELA
74 años o 16 ganados a la VIDA!
Por cierto yo también lo llevo, escondido en lo más profundo de mi bolsa.
Que las magias de mayo el mes de las flores os sonrían siempre.
¡Sed felices!
Josep
Si más no rutinarios, cada uno va a su bola, además de cada tres, uno con el móvil, la magia que nos depara un móvil. Nos absorbe, nos come, nos esclaviza, nos distrae, abducidos cruzamos la calle en ámbar o en rojo, siguiendo con la magia “tecleando a dos manos”.
Todos, abducidos por la magia del móvil, vienen rectos hacia mi silla, los espero parado, se dan un susto, e incluso piden disculpas, me doy la vuelta y siguen, siguen entregados a su móvil.
Están pringados por la magia de su móvil, jóvenes, de media edad y algún que otro mayor. En las terrazas, en los restaurantes, primero es su móvil.
En abril cumplí los setenta y cuatro años.
En mayo diez y seis de mi convivir con la ELA
74 años o 16 ganados a la VIDA!
Por cierto yo también lo llevo, escondido en lo más profundo de mi bolsa.
Que las magias de mayo el mes de las flores os sonrían siempre.
¡Sed felices!
Josep
Este mes me has ganado, Josep, has sido tú el primero del mes con este delicioso relato sobre la magia de la vida, de la gente que nos rodea, de lo que nos hace fuertes. Un placer tenerte en este rinconcito de letras. Un abrazo.
ResponderEliminarEn efecto, Josep, los móviles tienen magia, pero parecen a la vez hechizos que nos van controlando y provocando otra forma de vivir. Por ello te atropellan, porque al observarlos parece que nada más existe a su alrededor. Yo también lo tengo pero procuro que no me venza, Un saludo por tu buen relato.
ResponderEliminarYo también me he agarrado a alguna que otra farola, por miedo a que me tiraran esos seres mágicamente groseros que no levantan la mirada del móvil. Es un placer leerte. Feliz nuevo día abrazado a la vida.
ResponderEliminarhay humanos que solo ven la vida a través de unas pocas pulgadas.
ResponderEliminarun relato que invita a levantar la mirada y verse en lo que nos rodea
Gracias por este relato