Mirando la secuencia de las fotos que había hecho ese día, algo llamó mi atención.
Habíamos quedado para ver un espectáculo novedoso de ballet, en un escenario de realidad virtual.
Antes de entrar estuvimos tomando fotos de las dos juntas y también te hice algunas a ti sola Bromeamos de nuestro aspecto ya que nos vestimos con un equipamiento que nos proporcionaron para la función que resultaba un tanto futurista.
El espectáculo fue increíble y lo disfrutamos plenamente.
Me pediste que te enviara todas las fotos que tuviera. Y al revisarlo fue cuando hice el descubrimiento inquietante. En todas las fotos tomadas en el interior eras una figura alargada desdibujada y etérea.
Llevé a revelar las fotos y pedí que lo hicieran con la máxima calidad de imagen que fuera posible.
Las recogí nerviosa. El chico que me las dio, me miró extrañado y me dijo que no había podido revelarlas con más nitidez de la que ya tenían.
Llegué a casa, saqué y dispuse las fotos sobre la mesa. Reconozco que sentía algo parecido a la premonición de una certeza. Cuando las miré de cerca con una lupa, ahí estaba el motivo de mi inquietud, lo que realmente sospechaba desde hacía tiempo pero que no quería reconocer.
Clara y nítidamente pude ver tu verdadera cara y no era la de una humana.
Eras un ser de otro mundo que no sé si desde siempre o tal vez en algún momento de nuestra, ya larga, amistad habías tomado el cuerpo de mi amiga como vehículo de tu estancia en la tierra.
¡Soy la amiga de una extraterrestre! Creo que ahora nuestra amistad va a enriquecerse aún más.
No te inquietes, no temas y presume de esa amistad que no te dejará indiferente ni dentro ni fuera de este planeta. Tienes la oportunidad de visitar otros mundos y estoy segura que el destino ha preparado una larga y hermosa andadura juntas.
ResponderEliminarTienes razón Gema, es una amistad inquietante, aunque no sabría muy bien si es una extraterrestre o la rana Gustavo con un gorro de cocinera. En cualquier caso, seguro que se trata de una buena amistad ;)
ResponderEliminarJajaja, jajaja. Sea una extraterrestre, sea la rana Gustavo, yo la aceptaré siempre.
EliminarPuedo decir por experiencia que las amigas raras, excéntricas, extravagantes...son las más interesantes y a las que más cariño se coge. Claro que yo lo digo, también, desde mi condición de marciana. Jajaja
EliminarPues sí, todo lo que se salga de la normalidad siempre es interesante, entre otras cosas, porque nos obliga a ser distintos, a cambiar de registros, a esforzarnos en facetas nuevas y, todo eso, nos enriquece. Revisaré mis fotos antiguas, a ver si yo también tengo una amiga así y no me he dado cuenta. Hay qué ver, qué cosas se aprenden aquí, en este blog. Me encanta tu imaginación. Un abrazo.
ResponderEliminarQuien sea normal que levante la mano y se vaya al médico para que lo vuelvan extraterrestre...jajaja
ResponderEliminarBs