Nunca sabremos si esa rana pudo ser príncipe o solo feliz.
Hubo besos desde que pudo recordar su niñez, pero ninguno le convirtió en príncipe.
Con el tiempo descubrió su vocación de artista. Tenía un tono de voz grave y pausado.
Optó por dedicarse al periodismo y así alcanzó la fama con sus reportajes más dicharacheros. Tuvo ofertas de la BBC, CBS la FOX...
En la TV formó un equipo llamado Barrio Sésamo y entrevistó a una cantante emergente Miss Peggy; cerdita cinturón negro de kárate con un temperamento que no acepta que le lleven la contraria.
Gustavo quedó impresionado por ella, él hubiera deseado tener esa carrera de estrella del rock. Ella quedó prendada por esos ojitos negros rasgados y esa voz tan sensual.
Pronto empezaron los problemas a causa de la cancelación de una gira por la costa oeste. Su mal carácter la alejó de Hollywood y de Gustavo.
Tras salvar su piel milagrosamente después de una discusión con Peggy; decidió desaparecer de los EEUU.
Se dice que ahora vive en un pueblo de la Mancha. Campillo de Ranas, allí canta canciones de Bruce Springsteen, rodeado de fans.
Organiza todos los años la fiesta del orgullo; con canciones de Elton John.
¿Se puede pedir un final más feliz para una rana rockera? Seguro que se está mucho mejor en la Mancha que en Hollywood, al menos, se croará mucho mejor.
ResponderEliminar¡ Qué recuerdos más gratos me has traído!. Conocí a Gustavo y a Peggy de chiquitines, cuando eran " los pequeñecos" junto a Fozzie, Gonzo, animal... No sabía de ellos desde hace mucho. Me alegra saber que Gustavo lleva una vida apacible. Si te enteras de qué ha sido de los demás, cuéntame Santa, cuéntame por favor.
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