Continuamos nuestro viaje con la tranquilidad de noviembre. El otoño comienza a envejecer y cada vez más hojas tapizan los suelos. Nuestros paseos huelen y suenan como si anduviéramos por las copas de los árboles, como si nos moviéramos por sus ramas.
Este mes toca descansar, toca serenidad, bonanza, calma. En diciembre volveremos a la actividad frenética de las Navidades, de las reuniones con amigos y familia, al desmadre de las vigilias divertidas.
Y aquí os esperamos, para leeros y acompañaros en esta aventura literaria que hacéis vosotros, para vosotros, para todos nosotros.
Nos leemos.
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