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jueves, 9 de junio de 2022

03. Se ha acabado este cuento colorado y colorín. Cristina Ramírez Arteaga

En una bonita aldea vivía un pequeño lobo que trabajaba limpiando los tejados de sus vecinos. Un día barriendo un hermoso tejado de ladrillos rojizos, se tropezó y se cayó por la chimenea al guiso que hacían 3 cerditos. El pobre lobo se quemó el trasero y los cerditos en vez de ayudarle se rieron de él. 

 

El lobo muy triste se fue corriendo y no paró hasta que llegó a su casa. Vivía en una casa de madera y ladrillo en el bosque. El techo era de paja y en todas las ventanas había macetas con flores de colores. Sus padres que le vieron llegar corriendo y llorando fueron hacia él para ver qué le pasaba. 

 

- ¿Qué te pasa cariño?, pregunto mamá loba. 

- Limpiando el tejado de unos cerditos me he resbalado por la chimenea y me he caído en una sopa ardiendo que estaban cocinando. 

-Ya te hemos dicho muchas veces mamá y yo, que procures no acercarte a la casa de los cerditos…ya sabes que tus abuelos tuvieron muchos problemas con esa familia…

-De todas formas, papá lobo, deberíamos solucionar esto de una vez por todas, no podemos seguir así…

 

Al otro lado del bosque, llegaron los padres de los tres cerditos a casa y la mamá les preguntó si ya estaba hecha la cena. Los tres cerditos contaron lo sucedido a sus padres y estos muy enfadados, porque la sopa se había echado a perder, fueron a pedir explicaciones a la casa de los lobos. 

 

Llamaron muchas veces a la puerta y nadie les abrió. Insistieron y volvieron a insistir. Pero no hubo respuesta. Muy enfadados decidieron echar la puerta de madera abajo. Cuando estaban dentro se dieron cuenta de que no había nadie en su interior. 

 

De vuelta a su casa empezó a anochecer. Los cerditos estaban furiosos y muy hambrientos. A lo lejos, vieron que en su casa había luz y salía humo de la chimenea. La familia cerdito fue corriendo hasta su casa y cuando abrieron la puerta, se encontraron a la familia lobo preparando un festín maravilloso para la familia de los cerditos. Las dos familias cenaron juntos y pasaron una noche inolvidable. 

 

Desde ese mismo día las dos familias fueron amigas y felices y también comieron perdices… Y colorín colorado, ahora ya sí que este cuento se ha acabado. 

 

7 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Me ha encantado tu reverso del cuento Cristina. ¡Ojalá todos los conflictos se resolvieran haciendo una comida al enemigo y compartiéndola con el!

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  3. Si es que al lobo solo hay que darle oportunidades y tratarle amigablemente para que pueda integrarse. Aunque yo de él tampoco me fiaría mucho...
    ¡Muy bien puesto del revés el cuento, Cristina!

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  4. ¡Qué importante es la actitud! Si se hubieran enfadado todos con todos hubiera acabado en una tragedia innecesaria. Así, todos contentos y repletos. Qué ingenioso, Cristina. Un reversa nada tenebroso.

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  5. No sé qué tiene más fantasía, si el cuento en sí o el reverso que propones. Muy esperanzador tu relato, Cristina.

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  6. Acabo de ver reflejados en los papás cerditos a ciertos padres que acuden al colegio a enfrentarse con los profes y defender a capa y espada a sus pobres hijitos después de ser castigasdos por meterse con algún compañero, normalmente el más tímido o solitario. Auténticos criadores de matones.

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  7. Deberían leer esta delicia la mayoría de sus señorías del Congreso y del Senado. Y ahí lo dejo.

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