Soy Yuca Baccata, estoy plantada en medio de ninguna parte, sin horizonte, con las flores resecas, sin posibilidad de escapar.
Pasan las horas, las semanas y cuando siento que solo soy arena, llega un atisbo de viento. Un viento cargado de todos los abrazos que se quedaron en el aire, de todos los besos fracasados en los labios. Me alcanza, me envuelve y me diluyo entre ellos, con mis flores resecas.
Pero con la esperanza de revivir con el viento... ¡Benditas semillas! Bonito relato Belén
ResponderEliminarBonita metáfora de estos tiempos, Belén. Ya vendrán vientos que nos lleven y nos abracen, y nos iremos con ellos a recorrer los abrazos abiertos. Y ya que estamos, recibe uno bien apretado.
ResponderEliminarGracias de verdad por vuestros comentarios. Esa era la intención, ya que no podemos abrazarnos físicamente, el viento nos los trae. Un beso
ResponderEliminarGracias a ti por traer ese viento cálido que nos abraza y nos llena de esperanza...
ResponderEliminarBs