Un día de invierno bajo un cielo gris y lluvioso, cuando estaba inmersa en mi peor pesadilla, tuve un momento de luz en el que pude ver todas aquellas cosas buenas, que, aunque pensemos que la vida es injusta y cruel en ciertos momentos también hay felicidad y diversión, que había disfrutado tras tantos años de convivencia con él. Y piensas si ha valido la pena todo hasta ese momento y para qué, te cuestionas la existencia y a dónde vamos y si en algún momento lo podré llegar a ver. Por mucha tormenta y tempestad, vientos huracanados y lluvias en barrosas que podamos pasar, hay que tener en cuenta que siempre hay que luchar por seguir hacia delante, por todos aquellos que queremos y los que tenemos a nuestro alrededor y que basta un simple acto que pueda ayudar a otro, para que sea motivo suficiente para continuar y afrontar viento y marea. Tod@s tenemos esa capacidad de lucha por vivir y por auto conectarnos para dejar pasar aquello que el viento se llevó sin olvidar y mantener en el recuerdo, de alguna manera, lo que deseamos y lo que vivimos en un momento dado.
POR MUCHO QUE EL VIENTO SE LLEVE LA ESENCIA PERMANECE, QUÉDATE CON ESO.
Claro que sí, Cristina. Hay que resistir, porque no hay otro camino que tirar hacia delante. La vida nos empuja, así que ¡allá vamos! Gracias por reflexionar con nosotros. Un abrazo.
ResponderEliminarAsí es Cristina... La vida solo se vive una vez, es corta y luego te mueres... como dice un escritor.
ResponderEliminarEsa esencia que siempre estará ahí, eso jamás podrán quitárnoslo ❤️
ResponderEliminarMe ha gustado tu reflexión sobre la esencia de la existencia.
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