Sonó el despertador y me levanté con la pereza de los lunes.
Sin apenas darme cuenta, aseo, desayuno ligero y a las 7,30, como siempre, cogí el 9 para ir a la oficina.
Tuve suerte y me pude sentar. Iba dando cabezadas cuando, en la parada de López de Hoyos subió una anciana y le ofrecí mi asiento. Con una voz tan dulce como temblorosa me dijo: “gracias hija, que Dios te bendiga”.
A partir de ese momento todo fue genial, no sé, fue como un nuevo despertar.
Trabajé con alegría, me sentí a gusto con los compañeros, la comida me supo riquísima, por la tarde compré un libro que me enganchó desde la primera página, en fin, me sentía tranquila y todo me parecía bien.
Fue un día estupendo.
Al acostarme, recordé a la ancianita y le di las gracias.
Esa noche soñé que los Angeles también viajan en autobús.
Sin apenas darme cuenta, aseo, desayuno ligero y a las 7,30, como siempre, cogí el 9 para ir a la oficina.
Tuve suerte y me pude sentar. Iba dando cabezadas cuando, en la parada de López de Hoyos subió una anciana y le ofrecí mi asiento. Con una voz tan dulce como temblorosa me dijo: “gracias hija, que Dios te bendiga”.
A partir de ese momento todo fue genial, no sé, fue como un nuevo despertar.
Trabajé con alegría, me sentí a gusto con los compañeros, la comida me supo riquísima, por la tarde compré un libro que me enganchó desde la primera página, en fin, me sentía tranquila y todo me parecía bien.
Fue un día estupendo.
Al acostarme, recordé a la ancianita y le di las gracias.
Esa noche soñé que los Angeles también viajan en autobús.
Qué bonita manera de decir que, cuando hacemos las cosas bien, nos sentimos felices. Gracias por esta magistral lección de humanidad. Un placer leerte, Chus. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Rosa, un placer compartir
EliminarA mi me pasó lo mismo hace poco con un chaval que me cedió su asiento en el metro, y a poco lo mato ja ja.
EliminarBonito relato, Chus, diría de cuento de Navidad.
Qué bien se siente uno cuando ayuda a hacer la vida más amable! Gracias por expresarlo tan bien en tu relato.
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