Intento seguir las instrucciones de Rosa y se me acumulan las palabras como los nitratos en las aguas residuales, atiendo a los pies y noto la ascensión de las fuerzas telúricas y como llegan al cerebro creando onomatopeyas que resuenan formando imágenes nítidas donde me imagino relatos oníricos.
Esta ligera obligación neuronal posterga el encendido zigzagueante de los pensamientos. De la locura al entendimiento y al fin el remanso creativo. Que magnifica sensación de alegría.
Me encanta ver la felicidad que te proporciona notar tus pensamientos en movimiento. Perfecta gimnasia mental con efectos secundarios gratificantes. Me apunto al gimnasio, jejeje. Un fuerte abrazo.
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