– Te quito el examen de recuperación –le había dicho la profesora de biología– pero te tienes que esmerar.
Eligió el tema: dentro del reino animal, los anfibios; entre los anfibios, los anuros; y con esta clasificación empezaba su trabajo. Las ranas le fascinaban quizás por el misterio de la metamorfosis, ese cambio radical que permitía empezar una nueva vida.
Comenzó por su morfología: boca muy grande, dientes diminutos. Cuando sonrió imaginándolo, notó que las comisuras de su boca le rozaban las orejas. Lengua protráctil; al escribir esto se rascó la nariz con la suya. Explicó cómo las largas patas posteriores favorecían el salto y las piernas le chocaron con la mesa. Los cambios le estaban preocupando, pero no estaba dispuesto a suspender la asignatura, así que continuó con la alimentación a base de insectos y la mosca que pasó a su lado le pareció exquisita. Terminó mencionado las patas anteriores, con cuatro dedos unidos por membranas; al perder su pulgar, se le cayó el bolígrafo. Daba igual, ya no tenía interés por el trabajo y contento empezó a croar.
No pudo evitar ponerse a dar brincos al ver que ya no llovía, el primero hasta el alféizar de la ventana, el segundo a la jardinera del patio. Estaba feliz, tenía la esperanza de que, ahora sí, encontraría alguna princesa que le besara apasionadamente.
Precisamente el proceso de la metamorfosis es lo que falta en los cuentos, el cómo de la transformación, las sensaciones que se producen, el bienestar en los inicios del cambio...
ResponderEliminarEsperemos que al muchacho le dure la felicidad y la esperanza. Los besos hoy en día no abundan y las ancas de rana...ya sabemos...( sin ánimo de aguarle más la charca a la rana�� )
Si pudiera, Kafka aplaudiría
ResponderEliminarSeguro que saltando, saltando llegó a la exclusiva charca donde estaba la rana de Carmen y entonces ya no querrá que le bese ni guna princesa.
ResponderEliminarLo siento por Alicia, pero me gusta más éste "final-inicio" de Gema( aunque a la rana de Carmen le gustan más los torpones sapos).Desde el humor,el cuento y el cariño...Besos
EliminarPues que tenga cuidado con los niños que se dedican a hacer perrerías a las ranas...
ResponderEliminarMuy original la transformación...Bs
Pues que tenga cuidado con los niños que se dedican a hacer perrerías a las ranas...
ResponderEliminarMuy original la transformación...Bs
Nunca se sabe cuándo llega el amor, si como cateador o como rana. Me pregunto si todos los príncipes han sido ranas. Casi mejor me dedico a pensar en otras cosas.... Gracias Alicia por tu fantástico relato. Espero, como dice Rafa, que no le pillen para hacer un test de embarazo, como antes...
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