De nuevo frente a él, su “cuadro mágico”. 15 años había pasado desde el verano del 99, verano en el que sus padres se separaron y pasó en casa de sus abuelos paternos.
El cuadro no era nada especial…… 1’5 metros de alto por 0’80 de ancho…con un marco dorado . El estilo no sabría definirlo se combinaban muchos en uno solo. Lo mismo sucedía con la técnica utilizada. Lo impactante del cuadro era eso sí, lo que representaba, su colorido, sus formas ……….
Este cuadro le hizo más llevadera la ruptura familiar, pues en él podía ver a toda la familia junta, unida, feliz. Ahora, con el paso del tiempo el cuadro ha cambiado, no hay luz, poco colorido, muchas sombras y no aparece la familia.
Tras observar un buen rato y fijarse como antaño hiciera, puede vislumbrar una imagen que cada vez se hace más nítida, más clara, viéndose caminando junto a los suyos, como antes del accidente
Carlos–oyó que decía su padre sujetando la silla de ruedas- Sabía que te encontraría aquí, frente al espejo de tu habitación, como hacías de pequeño.
Así era pasé horas frente a él, con la mirada perdida viviendo mis sueños, en mi “cuadro mágico”.
Me gusta el elemento del espejo, donde podemos recrear “con la mirada del niño que fuimos", momentos importantes de nuestra vida, sueños... Porque como bien dices, en el cuadro familiar, a veces los matices se nos van borrando con el tiempo.
ResponderEliminarMe ha encantado, en especial cuando un cuadro o una foto en la que se recrea un momento feliz de nuestras vidas, como puede ser la reunión de toda la familia, nos ayuda a pasar los momentos tristes.
ResponderEliminarTengo una foto de mis abuelos... muy parecida.
ResponderEliminarGenial!
Un abrazo