Ya estamos en febrero, el mes más enamoradizo del año. El problema es cómo hilar, en el mes más corto, un texto con las palabras propuestas: ¿un perro que come hierba y se enamora de una espiga?; o bien ¿un vegetariano que se enamora de un perro?; o tal vez ¿una hierba que acosa, por amor, a un perro?
No sé, no lo tenemos fácil, pero me temo que eso es lo que nos gusta, que nos pongan retos que vuelvan del revés nuestro cerebro y las neuronas, que nos quiten las telarañas y nos pongan, en su lugar, letrarañas. Ya veréis, ya, como nos veremos inundados de imaginación. Estoy segura de que nos vamos a sorprender, como siempre, como todos los meses.
Así que, aquí estamos, esperando al primer valiente que rompa el miedo y nos sirva de modelo. No temáis: prometemos admiración, no crítica.
Nos leemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario