¡Empieza el año con falsas promesas...! No, ¡mejor buenos propósitos! Es lo que todos los años repetimos con toda nuestra buena fe y con la casi seguridad de que todo a nuestro alrededor lo vamos a mejorar; al fin y al cabo tenemos que intentarlo.
Me gustaría tener a un amigo mago, o al genio de lámpara que con su varita mágica o sus poderes pudiera modificar alguna cosa que no funciona en el mundo, como garantizar trabajo y casa para todos.
Sí, ya se que es el cuento de la lechera, pero me pregunto ¿dónde se puede comprar esa varita o lámpara de los deseos y llevar a cabo mi propósito? Ya sé que esta idea es muy difícil de conseguir, pero creo que es una idea buenísima.
¡Y tan buena, Almudena!, ojalá que existiera una varita, o una lámpara maravillosa con un genio que no supiera contar y al que le engañaríamos para conseguir mil deseos, jejeje. En fin, mientras llegan los milagros, nos ajustaremos a desear sueños que podamos cumplir. Un abrazo.
ResponderEliminarAyer fui con mi hija pequeña a ver la exposición sobre Auschwitz. No tenían lámparas mágicas ni varitas. Sólo un inmenso vacío. Si veo una lámpara o varita, ¡cuenta con ella!
ResponderEliminarUna idea estupenda, pero mientras tanto, solo tenemos nuestra voluntad... mientras no se vaya a dar un paseo.
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