El cuerpo de mi madre me sirvió de armario calentito durante nueve
meses. Acabo de nacer, oigo a mis padres “ ¡madre mía, qué bonita!, la
pondremos Elvira, ¿te gusta?”.
Yo, aunque chiquitita, ya sé
pensar… “¡pues no te digo!, ¡ Elvirita!, ¡pues no, seré Manolo!”. Miro con algo
de rabia las puntillitas rosas, los patitos de mi sábana rosa y también con palpitaciones los muslos de una
chavala impresionante.
En fin, creo que desde que
nacemos, nuestro cuerpo, las sensaciones, todo va unido y cuando llegue su tiempo, tendré mi D.N.I. con Manolo y seré
un buen chico que haré felices a mi familia.
Sencillamente "genial". Querida Almudena, querida suegra, no dejas de sorprenderme. Cuanta sabiduria adquirida en esos 98 años. Gracias
ResponderEliminarDe todos los armarios que hubiera pensar, jamás se me hubiera ocurrido en este tan original. Al igual que Chus tu sabiduría y fantasía no deja de sorprenderme.
ResponderEliminarFabuloso, me ha encantado!! Enhorabuena por esa creatividad.
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