Soy un Nexus 451 de penúltima generación. Convivo con humanos desde que recuerdo. Los recuerdos comienzan a los cuatro años, mi padre era chofer y mi madre trabajaba de criada.
-¡Ah cómo me pican los muslos.. Perdón, esto es el comienzo del final..!
Me casé y tuve varios hijos de cesárea, creo que mi exmujer era una NexuS 402. Me divorcié porque no paraba de chillar y discutir delante de los niños; creo que su software entró en bucle. No la he vuelto a ver.
Descubrí que era un pre-humano al investigar la desaparición de conocidos. Todo empieza por unos picores en las piernas que se extienden por todo el cuerpo.
Los humanos también desaparecen por accidentes, sobre todo de coches. Los hospitales son de la misma corporación que fabrica a los Pre-humanos, allí hay montones que no vuelven.
Según mi memoria tengo ciento noventa y seis años. He visto cómo se exterminaban entre sí los humanos; daba igual que hablasen el mismo idioma, que habitasen la misma tierra e incluso que fueran hermanos.
No valoran la vida que quitan, viven como si no fueran a morir; nos crearon idénticos, pero programados para evolucionar pacíficamente…
¿Podían habernos dado la inmortalidad, o descubrieron que no merece la pena el infinito?
Yo sigo los pasos de mi padre antes de dejarme; estoy con mi hijo de veinte años.
Ahora le pediré que se siente a mi lado, quiero ver su sonrisa… imaginar su futuro y que su mano acaricie despacio mi espalda una y otra vez.
Es un consuelo sentir su calor, luego dormiré este sueño.
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