El sábado 27 de mayo me fui a correr la maratón popular, a la semana siguiente tendría los exámenes finales de quinto de Arquitectura.
Nunca había corrido 42 km. Miguel Ángel, compañero desde 1º de BUP fue quien me inscribió.
Empezamos a las 9h. Cada uno se fue situando en la carrera según sus fuerzas. Miguel me dejó atrás. Un par de chicas me pasaron en el km 10, yo intenté seguir sus pasos.
Ellas sonreían al ver los esfuerzos que hacía por disimular el sufrimiento para seguirlas. En el Parque Tierno Galván le di una rosa a una.
- Es para que te encuentre el mes que viene, cuando llegue a meta- Grité.
La perdí al poco en el km 35. En la cuneta había una ambulancia con un corredor desfallecido, al acercarme; vi que era de Miguel.
Él me dijo: - Solo es una bajada de glucosa, termina la carrera por mí.-
Llegué exhausto a meta a las 14h. Un médico me pinchó para que se me pasase el mareo.
Cuando recuperé la consciencia vi la cara de un ángel con una rosa en el pelo.
No acabé Arquitectura; dando un disgusto a la familia. Tras un cuarto de siglo sigo felizmente enamorado y tomando cañas con mi amigo Miguel.
Tu relato me recuerda mi primera maratón, en los tiempos cuando la gente te insultaba por ir en pantalones cortos en medio d e la urbe. !Qué tiempos aquellos...!
ResponderEliminarCorrer una maratón sin preparar es una imprudencia. La próxima vez necesitas , al menos, tres meses de preparación y entonces gozarás d e l a carrera y te sentirás como una rosa; eso si, una rosa cansada pero satisfecha y seguirás estando enamorado y bebiendo cervezas.
Un abrazo
Gracias Antonio por tus consejos. De momento hace muchos .. muchos años que no corro una carrera. La cerveza la estoy dosificando...Solo me queda la bici... jejeje
ResponderEliminarUn abrazo