Estamos en junio, mes del libro.... y de los apuntes. Ahora toca repasar, sudar y aprobar, que luego viene el verano y la pereza del calor se mezcla con la alegría de los días largos y los amigos animosos y cualquier obligación cuesta el doble.
Pero cuando se pasa la edad de estudiar vienen los exámenes de conciencia, esos que te ponen serio delante del espejo y que se evaporan con tanta facilidad. A modo de ejemplo os dejo este microrrelato genial de Armando José Sequera,
Un individuo humilde, modesto
He decidido dejar de ser pedante y engreído. A partir de ahora, seré un individuo humilde, modesto, ya verán: seré el hombre más humilde y modesto del mundo, triunfaré en los principales torneos internacionales de modestia y humildad, accederé a los más altos estrados para exhibir mi nueva condición y nadie, pero nadie, será más humilde y modesto que yo: lo juro.
Fuente: Por favor, sea breve.
Edición de Clara Obligado. Ed. Páginas de Espuma
Yo soy más modesto que él y, además, he ganado recientemente el campeonato de modestia...
ResponderEliminar