Ha llegado la hora tan temida de escuchar el grito de su nombre “Ahíra, te esperamos”. Ella, ataviada con un traje de seda bordado de oro y con el perfume dejado por todos los cuerpos femeninos que lo vistieron antes, al escucharlo siente el mismo vacío que si hubiera recibido el impacto de una explosión.
Sabe que su vida ha llegado a su término. Se va a casar con el hombre que pujó más por ella. La boda se pactó hace un mes, tiempo en el que ella se ha instalado en una isla interior. No le hace falta ningún muro, el mar que la rodea es más que suficiente para hacerla inexpugnable.
A su isla, esta afrenta no ha podido llegar porque el mar de lágrimas que la rodea la ha arrastrado como un tsunami y la ha engullido, dejándole dibujada una expresión inexpresiva.
Ya sale con el brillo que le otorgan sus verdaderas joyas y su falsa sonrisa.
Muy buena propuesta Belén: un núcleo duro, como el diamante, indestructible, infranqueable, a pesar de todo. Qué bueno.
ResponderEliminarMe gustaría saber a cuanto llegaron la puja antes de opinar. Mi pregunta sería ¿ y si uno diera todo lo que tiene por una mujer sería realmente un drama... ?Me parece que Belén me va a dar de lo lindo cuando me vea. Me ha gustado.
ResponderEliminarNo sería ningún drama, siempre que fuera ella la que propusiera la puja... y no necesariamente material. Como sé que tu comentario es para picarme, date por "caponeado" ¡pero con cariño!
EliminarUn beso,
Belén
Has logrado con las tres palabras un relato muy intimista. Me gusta mucho como describes en pocas palabras el sentimiento de vacío y muerte interior de la mujer. Me recuerda a tantas mujeres que actualmente pasan por lo mismo o peores cosas… No me puedo imaginar siendo una mercancia y sin poder elegir la persona que compartirá tu vida. Muy bueno.
ResponderEliminar¡Gracias Valentina! He intentado que este microrrelato sea un canto a la dignidad y a la supervivencia de las mujeres que no pueden elegir su vida.
ResponderEliminarUn beso,
Belén
Muy intimo y muy bonito para ser un drama tan grande, me ha gustado.
ResponderEliminarBeatriz Calvet